Salud y bienestar: físico, mental, significado, hábitos y mucho más.

  • Compartir Este
Jennifer Sherman

¿Qué es la salud y el bienestar?

La buena salud va de la mano del bienestar, y para evaluar el estado de salud y bienestar de una persona hay que tener en cuenta varios factores, los principales de los cuales son un cuerpo que funciona bien y una situación emocional equilibrada. De hecho, el equilibrio es la clave de muchos logros en lo que respecta a la salud y el bienestar.

En efecto, para lograr una salud dentro de los estándares de excelencia, es indispensable una dieta equilibrada. Además, es necesario equilibrar el trabajo y el ocio, el ejercicio físico y el sedentarismo, entre otros aspectos, ya que cualquier desequilibrio puede generar un estado patológico físico o mental.

La salud es el verdadero bien, que debe adquirirse y conservarse a toda costa. Es una condición esencial para una vida bien desarrollada y productiva en todos los ámbitos de la existencia humana. Al leer este artículo, obtendrá información que le ayudará a mantener no sólo su salud, sino también su bienestar.

Significado de la salud y el bienestar

Salud y bienestar son dos conceptos que, aunque no son exactamente sinónimos, están tan interconectados que es difícil imaginar uno sin el otro. De hecho, la buena salud es el primer paso para alcanzar el bienestar. Vea a continuación una definición con más detalles de ambos términos.

Definición de salud

La salud puede explicarse como el adecuado funcionamiento del organismo en sus múltiples aspectos y funciones, por lo que cualquier disfunción orgánica que genere algún tipo de trastorno físico o psíquico impide la calificación de buena salud. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece otros requisitos en la definición de salud perfecta.

Para la OMS, a la hora de evaluar la salud de un individuo o de un grupo también se deben considerar las condiciones ambientales, sociales y económicas que prevalecen en el entorno en el que se inserta el individuo, ya que estas condiciones interfieren directamente en la calidad de vida y en el aspecto emocional de la persona, de ahí su importancia.

Definición de bienestar

El bienestar es un concepto amplio que involucra aspectos objetivos y subjetivos que deben ser conquistados. Así, en su aspecto objetivo, el bienestar se mide por el grado de satisfacción de las necesidades económicas y sociales, como la adquisición de bienes materiales y la buena convivencia social en ambientes como el trabajo, la residencia, la escuela, por ejemplo.

Por otro lado, para vivir en una situación de bienestar según el aspecto subjetivo, es necesario tener una vida en la que haya habido experiencias positivas más que negativas, en definitiva, experiencias que hagan que el individuo se sienta feliz y alegre por estar vivo.

Tipos de bienestar

El bienestar es un concepto físico cuando se trata del sentido del cuerpo, pero en su sentido holístico se divide en varios tipos, que deben alcanzarse de forma aislada para llegar al bienestar general. Vea el desglose de los tipos de bienestar en los siguientes bloques.

Bienestar físico

El bienestar físico significa obtener las condiciones adecuadas para que el cuerpo funcione en su totalidad, sin signos de enfermedad o indisposición orgánica. Esto garantiza la buena salud, que es una condición indispensable para el bienestar físico. De hecho, es difícil imaginar una situación de bienestar mientras se enfrenta a un problema de salud.

Así, se considera que el bienestar físico es un conjunto de circunstancias que proporcionan fuerza y vigor para la ejecución de las actividades diarias y, al mismo tiempo, un estado emocional que transmite sensaciones lúdicas y placenteras, ofreciendo satisfacción por estar vivo.

Bienestar mental

Los sentimientos y las emociones en equilibrio son las condiciones primordiales para que exista el bienestar mental. Es a partir de estas condiciones que el individuo puede pensar en mantener un nivel de vida estable. Ciertamente, los aspectos negativos se manifestarán y, por lo tanto, no hay que dejarse sacudir.

Construir el bienestar mental es un proceso amplio que implica unas relaciones personales tranquilas, una vida social y familiar sin sobresaltos ni confusión, entre otros factores. El bienestar mental significa una mente tranquila, capaz de afrontar y superar los retos de la vida con calma y confianza.

Asistencia social

El bienestar social concierne a la colectividad y, por lo tanto, es una función del Estado, que tiene entre sus obligaciones la promoción de este beneficio, para que sea extensivo a toda la sociedad. Así, el bienestar social ya no es sólo un logro individual, pues depende de las políticas públicas.

El bienestar social puede lograrse mediante la lucha contra las desigualdades sociales, el acceso a servicios básicos de calidad como la sanidad, la educación y la seguridad, así como cualquier otra medida destinada a proporcionar condiciones humanitarias a la parte más desfavorecida de la población.

Bienestar económico

El bienestar económico puede lograrse individualmente con medidas particulares de ahorro, creación de una fuente de ingresos y una administración inteligente de los recursos, en la que los gastos sean siempre menores que los ingresos. A través del bienestar económico, se hace posible la consecución de otros tipos de bienestar.

En otras palabras, el Estado no sólo puede, sino que debe, actuar para promover el bienestar económico de la población, especialmente en el extremo inferior de la pirámide social.

Tipos de salud

La salud perfecta es un estado físico y emocional en equilibrio, con todas las funciones orgánicas funcionando satisfactoriamente. Para lograr este objetivo, es necesario considerar la salud en sus diversas formas, a saber: física, mental, social y otras que conocerá en detalle en la lectura posterior.

Salud física

La salud física está relacionada con la fuerza muscular, un corazón fuerte, en definitiva, con el pleno funcionamiento de las funciones orgánicas necesarias para el desarrollo del cuerpo, así como con la energía que éste necesita para realizar las actividades de subsistencia. La salud física total es una condición difícil tanto de obtener como de mantener.

Por lo tanto, para disfrutar de una buena condición física es necesario adoptar hábitos saludables como hacer ejercicio con regularidad, hacer una selección adecuada de la alimentación y tratar de huir de aspectos ambientales nocivos como la contaminación del aire o la falta de buenas condiciones sanitarias.

Salud mental

La salud mental es un concepto más amplio que la simple ausencia de enfermedad mental, que puede ser temporal o no, por lo que para estar bien mentalmente es necesario unir algunos factores, que deben actuar de forma continua y conjunta para potenciar este estado.

Así, la OMS define la salud mental como "un estado de bienestar en el que el individuo se da cuenta de sus propias capacidades, puede hacer frente a las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad".

Esta situación prevista por la OMS indica la condición ideal para una buena salud mental, que está muy por encima de la capacidad de la mayoría de la población brasileña. De hecho, Brasil tiene un alto índice de problemas mentales como la ansiedad y la depresión, de hecho, uno de los índices más altos del mundo.

Salud social

El término social en este caso se refiere a la vida del individuo dentro del entorno en el que vive, en cualquiera de sus múltiples ambientes como el trabajo, la escuela, el círculo de amistades y otros. El pleno desarrollo humano se produce en función de las relaciones sociales, de ahí la importancia de la salud social, que también está influenciada por la colectividad.

En este sentido, la salud social es la capacidad de vivir en armonía en la sociedad, comprendiendo sus defectos, así como buscando establecer relaciones cada vez más amistosas y productivas en su entorno. También significa la capacidad de prosperar dentro del entorno social, colaborando para su desarrollo.

Salud financiera

El mundo se hunde cada vez más en un sistema cruel en el que el dinero dicta las leyes y las costumbres. Así, el aspecto financiero adquiere una importancia fundamental en el mantenimiento de la salud en sus diversas dimensiones. El poder económico puede garantizar las necesidades básicas indispensables para una buena salud.

Por otro lado, es necesario tener equilibrio en la búsqueda de la salud financiera, ya que el exceso de trabajo para conseguir este objetivo puede causar muchos problemas en la salud física y mental.

Salud intelectual

Disfrutar de una buena salud en su sentido más amplio requiere el desarrollo del intelecto, que es la capacidad de manifestar el pensamiento de forma clara y lógica. Es necesario estimular la actividad cerebral para desarrollar el razonamiento y enriquecer el conocimiento, lo que facilitará la victoria sobre los retos.

La salud intelectual se consigue a través de la lectura y el estudio, así como de actividades culturales y artísticas de calidad que induzcan al individuo a ejercitar el cerebro y la memoria, al tiempo que promueven la interacción social. Una buena salud intelectual es inseparable de un marco de vida saludable.

Salud laboral

Nadie puede alcanzar un estado de salud excelente sin tener un trabajo digno, que le proporcione no sólo la debida rentabilidad económica, sino también la realización personal. El propio esfuerzo que uno emplea para realizar un trabajo puede actuar para mejorar la salud general, a través de las sustancias que libera en el organismo.

Así, además de ser digno, el trabajo debe ofrecer un significado relevante y posibilidades de crecimiento personal y profesional. Por otra parte, el trabajo cuando se ve sólo como una fuente de ingresos suele ser esclavizante y, por tanto, perjudicial y dañino para la salud laboral.

Salud espiritual

El ser humano en su totalidad abarca muchos aspectos diferentes, pero todos con igual importancia, de tal manera que la ausencia o deficiencia de uno puede perjudicar al conjunto. En este sentido, es necesario cuidar la salud espiritual, ya que esta dimensión, si es deficiente, compromete el buen desempeño mental y psicológico.

Por lo tanto, la salud espiritual puede definirse como un estado de seguridad y tranquilidad en el ejercicio de la fe y las aptitudes religiosas personales, aunque no se profese ninguna religión específica. La salud espiritual no impone una fe, sino una convivencia satisfactoria con el sistema elegido.

Hábitos de salud y bienestar

Para disfrutar de una buena salud, así como de sensaciones de bienestar, es importante cultivar hábitos que contribuyan a la adquisición de estos objetivos. La mayoría son medidas sencillas que deben convertirse en rutina, como lavarse las manos e hidratarse. Siga el texto y vea más ejemplos.

Lávese las manos

El hábito de lavarse las manos con frecuencia puede reducir significativamente el riesgo de infección por virus y bacterias, que son los principales causantes de las infecciones. Estos agentes se propagan por todas partes y el contacto con los ojos, los oídos, la nariz y la boca facilita su entrada en el organismo, ya que estos órganos tienen aberturas, al igual que las mucosas.

Por lo tanto, al tocar objetos como pomos de puertas y grifos en lugares públicos, evite tocar estas partes más delicadas del cuerpo hasta que pueda lavarse las manos con agua y jabón. Asimismo, lávese las manos siempre que utilice los baños, cuando prepare y coma alimentos o tenga contacto con la basura, por ejemplo.

Recuerde beber agua

El hecho de que el cuerpo humano tenga entre un 60% y un 70% de agua en su constitución ya demuestra que el agua no sólo sirve para calmar la sed, sino para realizar muchas otras funciones. Así, el agua sirve, entre otras cosas, para transportar nutrientes, hidratar los órganos y regular la temperatura.

La cantidad mínima de agua que debe consumir una persona al día debe ser de dos a tres litros, pero puede aumentar debido a las subidas de temperatura o a las actividades físicas con mucha sudoración, por ejemplo. Además, no hay que esperar a tener sed para beber agua, ya que la sed es ya un indicio de deshidratación.

Abandonar el azúcar y los refrescos

La búsqueda de un estado de salud satisfactorio debe pasar por el control de la dieta, lo que a su vez requiere reducir el consumo de azúcar. Como los refrescos se producen con altas cantidades de azúcar, además de otras sustancias potencialmente peligrosas, también deben evitarse.

El consumo habitual de refrescos provoca un aumento de peso que allana el camino a una serie de enfermedades de riesgo como la diabetes, el aumento de la presión arterial, los cálculos renales y otras complicaciones comúnmente asociadas al consumo de estas bebidas.

Coma siempre más verduras

La ingesta de verduras a diario es una forma de alimentación saludable que aporta varios beneficios a la salud. Por ello, las frutas, verduras y legumbres son alimentos imprescindibles entre los adeptos y buscadores de la buena salud. El resultado más conocido es la pérdida de peso, pero las ventajas van mucho más allá de este factor de adelgazamiento.

Las verduras ayudan a regular el intestino a través de la fibra, aumentan la inmunidad contra diversas enfermedades y combaten los radicales libres causantes del cáncer. Además, una dieta rica en verduras puede contribuir a un sueño tranquilo, ya que son fácilmente digeribles.

Abandonar el sedentarismo

El sedentarismo es un gran enemigo de las personas que son conscientes de la necesidad de llevar una vida más saludable. Hijo de la pereza y el acomodamiento, el sedentarismo es responsable directo de la aparición de varias enfermedades en el cuerpo humano. Así, el sedentarismo puede provocar un descenso de la actividad humana en general, afectando a todos los sistemas del organismo.

El problema es tan grave que el sedentarismo se encuentra entre los hábitos considerados como un problema de salud pública, que requiere políticas gubernamentales para combatir el mal. El sedentarismo se define por la ausencia o la reducción del ejercicio físico, una definición muy simple que no expone ni de lejos el peligro que representa para la salud.

Dormir bien es muy importante

Entre las muchas prácticas que son necesarias para mantener la salud está el hábito de dormir bien, pero recuerde que dormir bien no significa dormir mucho. La cantidad de horas de sueño puede cambiar dependiendo del metabolismo, la edad y otros factores, pero la recomendación es de siete a ocho horas de sueño al día para los adultos.

Es durante el sueño cuando el organismo se recupera del esfuerzo diario de realizar las actividades rutinarias. El sueño tiene que ser tranquilo, sin interrupciones ni sobresaltos, para que tenga un efecto reparador, mejorando incluso el estado de ánimo, entre otros beneficios.

Mantener el optimismo

La buena salud no sólo se consigue con el cuidado físico y mental, sino también con la forma de posicionarse ante los retos de la vida, por lo que para lograr este objetivo es muy importante adoptar una postura optimista, alegre y amable en el trato con la vida y las personas.

Así, difícilmente verás a una persona que goza de buena salud y bienestar perder el tiempo con refunfuños inútiles, falta de perseverancia y actitudes negativas. Ser optimista significa estar siempre confiado, positivo y estimulado, cualidades necesarias para vivir con mejor salud y ánimo.

Busque una lectura productiva

No es posible separar la buena salud de una mente lúcida, ágil y bien informada que responda con rapidez a las exigencias de la vida. Por ello, es necesario entrenar la mente y la mejor manera es la lectura productiva. La lectura ayuda a la salud mental, mejora el razonamiento y aumenta la creatividad.

Además, la lectura productiva previene enfermedades degenerativas como el Parkinson y el Alzheimer. Leer de forma productiva significa elegir temas instructivos, en momentos regulares y frecuentes, hasta que se convierta en un hábito.

Búsqueda del autoconocimiento

El autoconocimiento es una herramienta de gran importancia para la salud física y mental, así como para el bienestar. Con el autoconocimiento viajas a tu interior, descubriendo tus puntos fuertes y débiles para poder trabajar en su mejora en todos los aspectos.

El autoconocimiento puede hacer que el buscador sincero promueva verdaderas revoluciones interiores, sustituyendo los hábitos nocivos por los saludables y cambiando los objetivos fútiles por otros de relevancia que estén en sintonía con el progreso y la salud, tanto física como mental y emocional.

Practicar la meditación

La práctica de la meditación es una poderosa ayuda en el proceso de alcanzar la salud y el bienestar. Se reconoce que la meditación relaja y reduce el estrés y sus efectos nocivos en el cuerpo y la mente. La meditación se presenta en diferentes tipos y puede practicarse individualmente o en grupo.

La meditación reduce la posibilidad de padecer enfermedades mentales como la ansiedad y la depresión, por ejemplo, también resuelve los problemas de insomnio, ayuda a controlar la presión arterial y es una ayuda en el tratamiento de los trastornos obsesivo-compulsivos.

¿Cuáles son los beneficios de cuidar la salud y el bienestar?

El cuidado de la salud y el bienestar es más que una búsqueda de beneficios, es una obligación íntima de cada persona, que puede ser impulsada incluso por el instinto de supervivencia, por lo que estos dos factores se convierten en los agentes más importantes para lograr una vida plena, realizada y feliz.

Por lo tanto, cuidando tu salud y bienestar de forma preventiva tendrás a tu disposición un cuerpo fuerte, robusto y bello, que junto a una mente lúcida, rápida y dinámica, se convertirá en un solo organismo. Un ser con el potencial de planificar, ejecutar y disfrutar la vida de forma constante y mucho más duradera.

La salud perfecta parece no ser posible en este mundo de tantas enfermedades, pero aun así se avanza. Así que imagina lo que se podría hacer teniendo a tu disposición un cuerpo totalmente armonizado con la mente, y ambos completamente sanos. Piénsalo y busca el tuyo.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.