¿Qué es la necesidad afectiva? ¡Síntomas, tratamiento, consecuencias y más!

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Jennifer Sherman

Consideraciones generales sobre la privación afectiva

A todos nos gusta el afecto y el cariño, sin embargo, cuando hablamos de la necesidad afectiva, es importante trabajar con la ruptura de algunos estereotipos y romantizaciones, ya que una persona necesitada afectivamente es alguien que depende emocionalmente de una o más personas y no debe confundirse con alguien que demanda mucho afecto.

Esta persona puede, por ejemplo, depender de la aprobación de su pareja en cuanto a su autoestima, sus elecciones profesionales e incluso su forma de relacionarse con los demás. Y para la otra persona, el peso es demasiado grande para cargar con un individuo y todo su bagaje emocional, siendo poco saludable para ambos.

Necesidad afectiva, cómo se manifiesta y desarrolla

Al principio, esta necesidad afectiva puede verse como algo bonito, dulce e incluso encantador. Sin embargo, con el paso del tiempo, las exigencias se vuelven más intensas y las personas empiezan a ser más dependientes, creando un bucle infinito de problemas. Comprueba ahora las principales causas y los primeros signos de la necesidad afectiva!

Qué es la necesidad emocional

La Privación Afectiva se denomina psicológicamente Dependencia Afectiva Emocional y, en la vida de la persona que la padece, es un sentimiento de insuficiencia o carencia, generalmente provocado por el abandono o el trauma. Este sentimiento deja a la persona emocionalmente más frágil, haciéndole sentir miedo al abandono y a la pérdida.

Y cuando están en una relación, ya sea romántica o no, esta persona pasa toda esa responsabilidad de quedarse, de no abandonarla más, a la pareja, teniendo que lidiar con todas las inseguridades y preocupaciones por no ser suficiente para la otra persona. Además, el chantaje emocional suele ser muy común en este tipo de relaciones.

Cómo se manifiesta la necesidad emocional

Se denomina necesidad afectiva a toda necesidad, pero hay dos tipos, las llamadas seguras y las que se manifiestan a través de la ansiedad y el trauma. Es importante dejar esto claro, porque personas con experiencias perfectamente sanas pueden, efectivamente, tener momentos de necesidad que son normales.

Es normal querer una compañía para cosas tontas o simplemente para hablar de nada en un momento inapropiado. Para saber la diferencia entre una y otra, hay que analizar la historia de la persona en su conjunto y, principalmente, saber dosificar la intensidad de esta necesidad, así como conocer la importancia de estos elementos en su vida.

Cómo se desarrolla el problema

Esta carencia, o dependencia, se manifiesta normalmente en los primeros años de vida o, como muy tarde, al comienzo de la primera infancia. Normalmente, el niño que desarrolla este tipo de rasgo se siente abandonado o aislado, lo que le hace sentirse incapaz de resolver algunas cosas a medida que se desarrolla.

El adulto, en la vida del niño en desarrollo, tiene que ser un facilitador y también un apoyo. Este tutor, por ejemplo, le atará los cordones de los zapatos hasta que tenga la suficiente coordinación motriz para enseñarle a hacerlo. Este es sólo un ejemplo, pero es el responsable de toda la formación de esa persona hasta los cinco años.

Sin embargo, cuando este niño no recibe instrucción sobre cómo atar esos cordones y tampoco alguien que se los ate, vivirá con ellos desatados hasta que alguien se los ate, en la adolescencia o en la edad adulta. Y, para él, en ese momento, esa persona será un signo de protección y cuidado. Esta es exactamente la lógica a la que se enfrenta diariamente una persona con dependencia emocional.

Necesidad afectiva expresada con seguridad

Cuando se habla de un nivel de necesidad saludable, normalmente se trata de una persona que ha tenido una vida y una estructura social sanas. Es la necesidad de alguien que ha recibido mucho afecto y estímulos en la infancia y, como conoce y ha experimentado esa vida, lo busca en su pareja.

Este tipo de necesidad es muy importante, porque aporta la certeza de que una persona que conoce el afecto no quiere y no puede vivir sin él, pero, por supuesto, sin exagerar. Normalmente son personas afectuosas y cariñosas, pero que pueden tomar sus propias decisiones por sí mismas y tampoco necesitan compañía todo el tiempo, es un intercambio justo y sin exigencias.

Por supuesto que esto no es una regla, ya que hay personas que salen de entornos sanos y abusan emocionalmente de otras, pero esto ya es un tema más centrado en las relaciones de poder y en las relaciones abusivas.

Necesidad afectiva que se manifiesta con ansiedad

La carencia afectiva que se manifiesta en la ansiedad es un poco más compleja que la que se manifiesta en la seguridad, ya que implica infinidad de causas y circunstancias. Normalmente, la persona tiene un apego emocional excesivo con alguna de sus relaciones más cercanas y depende de esa persona para las más diversas funciones.

Normalmente, tuvo algún abandono o trauma en su infancia, lo que le hace pensar que todos los que la rodean están de paso. Con este abandono, se crea un sentimiento de insuficiencia, ya que, para ella, el abandono pasado fue culpa suya. De esta forma, intenta mantener a los que están en su vida muy cerca, siendo obsesiva e incluso asumiendo comportamientos abusivos.

¿Cuáles son los síntomas de la carencia afectiva?

Hay algunos síntomas que se notan en alguien que tiene esta necesidad afectiva excesiva y es necesario entender sobre cada uno de ellos, porque pueden manifestarse en varias etapas de la vida y también en varios tipos de relaciones.

Esto puede estar presente, por ejemplo, en la relación con tu madre o tu padre. ¡Comprueba los síntomas más comunes, cómo identificarlos y cómo afrontarlos!

Necesidad de atención

Como esta persona generalmente ha pasado por una situación de abandono, le suele gustar llamar la atención, por lo que es común que siempre quiera hablar más fuerte en los lugares a los que va o exagere mucho al hablar de una situación que le ha ocurrido, enfatizando lo mucho que está sufriendo y necesita ayuda.

Otro rasgo que puede ser muy común es la simulación de algunas situaciones, como fingir que está enferma para recibir una visita o que está triste, sólo para que sus amigos tengan más tiempo para estar con ella para hacer sus necesidades. Puede seguir llamando o enviando mensajes de texto hasta que usted conteste, teniendo una dificultad para entender el espacio del otro.

Sentimiento de inferioridad

Al igual que cuando fueron abandonados o descuidados y sintieron que era su culpa, la persona que sufre de dependencia emocional afectiva es alguien que lidia con el hecho de sentirse inferior a menudo. En su mente, estar con ellos es una carga y que nadie querría realmente estar allí.

A estas personas les resulta muy difícil creer en su potencial, siempre se menosprecian a sí mismas, suelen hacer constantes bromas de autodesprecio y siempre están buscando aprobación porque son inseguras y se sienten incapaces de cuidar de sí mismas.

Sumisión extrema a las personas

Tal vez uno de los rasgos más llamativos del afectuoso necesitado sea la sumisión y la extrema necesidad de agradar. Quieren agradar a los demás, y no importa si eso les hace sentirse alejados de su propia esencia. El miedo al abandono es tan grande que sólo quieren estar con la otra persona, cueste lo que cueste.

Esta situación puede ser la más problemática, ya que si una persona necesitada emocionalmente se relaciona con alguien con características abusivas, esta persona puede aprovecharse de esta fragilidad y vulnerabilidad. La estructura de relación que busca alguien con dependencia emocional ya es insana, pero puede ser mucho peor si la otra parte actúa de mala fe.

Miedo constante a la soledad

El miedo al abandono y a la soledad están latentes en la vida de los dependientes emocionales, ya que, a diferencia de algunas personas que entienden la soledad como soledad, que es la forma fructífera del tiempo de aislamiento, los dependientes emocionales la entienden como algo desesperado y vacío, que necesita estar acompañado todo el tiempo.

Para ellos, situaciones sencillas que uno hace solo pueden ser un reto, como un simple paseo por el centro comercial o ir a una cita con el médico. Y, como no entienden el hecho de que alguien sienta placer al hacer cosas solo, suelen intentar inhibir a sus parejas para que también hagan cosas sin ellos, lo cual es, y muy perjudicial para el futuro de cualquier relación.

Miedo constante a desagradar

Perder a las personas cercanas es el peor escenario para los necesitados afectivos, por lo que hacen lo posible y lo imposible para no disgustar a quienes parecen gustarles, pero, esto no se hace de forma sana y fluida, al contrario, tratan de encajar en todos los espacios para que su empresa sea rentable.

Es común, por ejemplo, que empiecen a practicar deportes que el otro hace sólo para estar juntos, que empiecen a comer un tipo de comida sólo para complacer al otro, o incluso que escuchen un nuevo género de música o consuman un tipo de cultura. Sin embargo, con el tiempo, esto se vuelve invasivo, haciendo que el otro quiera alejarse.

Celos excesivos en las relaciones

Una persona con necesidad afectiva puede ser extremadamente celosa y obsesiva, por el simple hecho de querer estar siempre juntos y tener un gran miedo a perder a esa persona. Normalmente, se convierten en alguien que aísla a su pareja de los amigos y la familia, mostrándose incómodo con las amistades e incluso con las más simples llamadas telefónicas.

Quiere tener el control y el miedo a la sustitución la vuelve invasiva, rastreando las redes sociales, prohibiendo los contactos y, cuando "permite" que el otro se vaya, no deja de llamar y enviar mensajes de texto para saber dónde está el otro, con quién está y qué hace. En este sentido, puede asumir un comportamiento violento y obsesivo.

Condicionar la felicidad a otra persona

Para las personas que sufren de una excesiva necesidad emocional, la felicidad es estar siempre con el otro. Esto se debe a que, en el fondo, pensamos que la felicidad es tener algo que no tenemos. Y, como estas personas han sido privadas de algunas presencias importantes en su desarrollo y socialización, piensan que la felicidad es tener al otro.

Normalmente, esperan que el otro resuelva sus angustias e inseguridades y, equivocadamente, entienden que la relación es la puerta a la felicidad que nunca han experimentado. Es una situación muy complicada porque la otra persona tiene que lidiar, de forma forzada, con sus propias expectativas y las de la otra persona.

Vivir los sueños de los demás

Este es un problema muy grave que afecta a los dependientes emocionales y afectivos, ya que cuando la relación termina, se encuentran desconcertados y sin rumbo, porque estaban planeando toda una vida en base a los sueños y metas de la otra persona, quieren agradar y pertenecer, y para ello dejan de lado su propia personalidad, viviendo vidas que no son propias.

Suelen rehacer toda su trayectoria vital para estar cerca de los que aman, pero esta falta de personalidad cansará a la otra persona, que querrá más y más distancia. Es muy complicado, incluso, entender este tipo de relación, porque, desde fuera, parece que uno lleva la relación a su antojo cuando, en verdad, el otro está intentando estar en todos los espacios de suvida.

No tener planes para la propia vida

Cuando una persona no orbita el centro de su propia vida y elige a otra persona para que sea la estrella mayor, la tendencia es que esta persona no tenga planes y objetivos propios, ya que siempre depende de las direcciones. Esto es lo que ocurre con los dependientes emocionales y afectivos. Tratan su propia vida de forma tan secundaria que no pueden trazar sus propios objetivos.

En general, se unen a los planes de la persona a la que quieren, poniendo toda su energía en hacerlos realidad para ambos. Sin embargo, cuando la persona ya no los quiere, la persona dependiente afectiva se queda sin suelo, ya que no ha pensado en nada que pueda hacer sola o que pueda ser verdaderamente suyo. A grandes rasgos, la persona dependiente afectiva vive una especie de parasitismo constante.

Cómo tratar la necesidad emocional

Existen varias formas de tratar la dependencia emocional, principalmente a través de la terapia y el seguimiento psicológico y psiquiátrico. Todas ellas, basadas en la conversación, en la comprensión, en hacer que la persona confíe un poco más en ella y en su potencial. Comprueba ahora cómo es el tratamiento y cuáles son los primeros pasos para quienes sufren de necesidad emocional!

Reconocer el problema

El primer paso para afrontar cualquier problema es reconocerlo. No está feo pedir ayuda, y mucho menos decirle al mundo que no estás bien. Empieza por observar los pequeños hábitos. ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste del tiempo que pasaste a solas con tu compañía?

¿Cuáles son las quejas más frecuentes que recibe sobre su comportamiento? ¿Cuáles son sus sueños y objetivos? ¿Son los mismos desde su anterior relación? Son preguntas importantes para esbozar un autodiagnóstico y así buscar ayuda.

Afrontar el problema sin culpabilidad

Ningún niño es responsable de la infancia que tiene, y como estamos hablando de un problema que afecta comúnmente a las personas que han tenido una infancia atípica, recuerda siempre que no es tu culpa. El primer paso es aceptar que necesitas ayuda y el segundo es deshacerte de la culpa.

No es una pena, dado que, según una encuesta realizada por la Organización Mundial de la Salud a principios de este año, el 15,5% de los brasileños sufre o sufrirá depresión o algún otro trastorno psíquico a lo largo de su vida. Hoy en día, ya hay 18,6 diagnosticados con ansiedad. No estás solo, lo importante es cuidarte.

Valórese a sí mismo

Trabajar con el amor propio en este comienzo puede parecer difícil, pero es fundamental para que el proceso evolucione más rápido. Mírate a ti mismo y a las cosas que te gustan y sabes hacer, las cualidades que tienes e incluso aprovecha este momento para reconocer también tus defectos, viéndolos de una manera más humana, no culpándote por ellos.

Empieza por lo más básico, las cosas que ya aprecias de ti mismo. Por ejemplo, te encanta tu pelo, lo llevas como más te gusta y te hablas a ti mismo en el espejo. Elógiate. Si lo necesitas, haz una lista de tus cualidades. Los defectos, con el tiempo, aprenderás a tratarlos.

Buscar ayuda y apoyo emocional

Tus amigos no son una ayuda profesional. Esto es algo que debes tener siempre presente, pero, por supuesto, hablar con ellos es fundamental para que el proceso sea más fructífero. Sólo recuerda que hablar sólo con los amigos no será tan efectivo como hablar con un profesional.

El SUS ofrece acompañamiento psicológico, que puede ser muy interesante al principio. Y, si siente una gran urgencia, hay clínicas que trabajan con los más variados precios y líneas de tratamiento.

Valora tu propia empresa

Aunque no lo parezca, eres tu única compañía durante todo el día. Estás contigo desde que te levantas hasta que te acuestas, incluso mientras duermes, así que es justo que empieces a valorar este tiempo que pasáis juntos, tú y tú.

Empieza poco a poco. ¿Has ido alguna vez al cine solo? Quizá sea el momento de intentarlo. De camino, disfruta de tu lista de reproducción favorita y del paisaje. Compra unas palomitas grandes y un zumo. Verás qué increíble es tu compañía.

Y no te sientas mal si en algún momento te entra la ansiedad. Es un proceso de aprendizaje y eso es completamente normal. Tómate tu tiempo, pero ve.

Practicar actividades físicas

Esto se debe a que el ejercicio físico favorece la producción de una serie de hormonas beneficiosas para el mantenimiento del organismo, como la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad.

Además, con la mayor circulación de la sangre por el cuerpo, los ejercicios favorecen la sensación de bienestar y la claridad de ideas. Intenta hacerlos por la mañana, para empezar el día más relajado, pero no seas demasiado duro contigo mismo al principio.

No entres en relaciones hasta que estés preparado

La idea principal de un tratamiento para aprender a lidiar con la necesidad afectiva es la responsabilidad emocional y afectiva y, para ello, hay que pensar también en la otra. Cuando hacemos daño a alguien y sabemos que lo hacemos porque no estamos bien, es nuestra responsabilidad.

No recibes visitas en una casa desordenada, ¿verdad? No es prudente. Entonces, ¿por qué sería prudente recibir a alguien cuando tu vida es desordenada y cambiante? El respeto es fundamental. El respeto a la otra persona y a sus sentimientos, así como a los tuyos. Dale tiempo al tiempo.

Centrarse en el lado positivo de la vida

La vida no siempre es bella o justa, pero no podemos vivir sólo lamentándonos por lo que nos falta, sin agradecer lo que tenemos. Vivir está exactamente en este umbral. Las pequeñas cosas de la vida son demasiado preciosas para ser ignoradas.

Afronta cada situación como algo relativo y, al principio, trata de mirarla como si no te concerniera. Mírala desde fuera, tal vez haya algún propósito en la mala fase, ejercita tu gratitud y tu paciencia en comprender esto, en entender que no sólo de éxito vive el hombre.

Cuáles son las consecuencias de la falta de afecto

La dependencia emocional-afectiva tiene graves consecuencias en la vida de quienes conviven con este tipo de comportamiento, ya que tiene una relación directa con la forma en que la persona se relaciona, cómo se percibe a sí misma en el mundo e interfiere en él.

¡Comprueba ahora las principales consecuencias de la necesidad afectiva y cómo se manifiesta a lo largo del tiempo!

Conflictos interpersonales

Una señal de alarma pueden ser los constantes conflictos interpersonales. Una persona que sufre de necesidad afectiva es alguien que demanda mucho espacio y atención, inhibiendo el espacio personal de los demás, lo que afecta directamente a sus relaciones y a las más cercanas.

Además, las personas que mantienen una relación más fría con la persona que padece este trastorno, en el ámbito empresarial, por ejemplo, pueden quejarse de que la persona es controladora, manipuladora e incluso asume un comportamiento histérico cuando se le contradice o se le cuestiona. Estos conflictos pueden ser muy estresantes y perjudiciales para la imagen.

Dificultades emocionales

Uno de los campos más afectados por la necesidad afectiva es el campo emocional, que es básicamente donde se producen todas estas transformaciones. La persona que pasa por esto suele tener una gran dificultad para manejar sus propias emociones, viviendo siempre en los extremos. Si está feliz, llega a la euforia muy rápidamente, pero cuando está triste, es siempre muy profunda e intensa también.

En general, esta dificultad se debe a un distanciamiento o huida de las propias emociones. Al evitar tratarlas, es más fácil seguir adelante. Pero cuando no tratamos el "elefante en la habitación", éste empieza a hacerse más grande y a interferir en diversas áreas de la vida. Funcionamos de dentro a fuera y es muy importante que lo tengamos siempre presente.

Experimentar relaciones abusivas

Tal vez este sea el punto más discutido cuando se habla de personas necesitadas de afecto. Las relaciones abusivas, lamentablemente, son características de quienes tienen este tipo de comportamiento, porque, muchas veces, la persona ni siquiera es consciente de lo mal que le hace al otro.

La relación puede ser tóxica en muchos sentidos, porque son dos personalidades que luchan cada día por existir en una relación que quiere hacerlos uno. Así que esta "lucha" por el espacio, puede terminar de las formas más traumáticas, como la violencia psicológica, verbal e incluso física.

Estancamiento de la carrera profesional

Uno de los rasgos más llamativos en las personas emocionalmente dependientes es su temperamento conflictivo que, en espacios como el mundo empresarial, por ejemplo, puede dejar muy mala huella, lo que puede acabar impidiendo su crecimiento y provocando su estancamiento o incluso su dificultad para conseguir o mantener un empleo.

Además, el ámbito profesional exige normalmente el trabajo en equipo, lo que puede ser muy difícil para los necesitados afectivos, ya que les gusta mandar e imponer su voluntad de forma poco cordial, y pueden ser ásperos y tormentosos, lo que hace que la relación sea muy complicada o incluso imposible.

¿Por qué es tan importante aprender a confiar para superar la necesidad emocional?

La inseguridad es el combustible que alimenta la necesidad afectiva. Es por ella que la persona depende, abusa emocionalmente y renuncia a su propia vida para ser amada. Cuando aprendemos a confiar en el otro y, sobre todo, en nosotros mismos, comprendemos que ya tenemos lo sustancial y que eso, en cierto modo, puede bastarnos.

Trabajar nuestra confianza, nuestro sentido de la supervivencia, es importante para vivir plenamente. No siempre donde se nos ofrece el amor es donde debemos estar y es importante que sepamos que no todas las oportunidades son válidas. Los necesitados tienen afectivamente muchos problemas con esto, con entender que no todas las puertas abiertas son para cruzarlas.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.