¿Conoces tus creencias limitantes?

A lo largo de la vida, desarrollamos ideas y percepciones sobre nosotros mismos a través del contacto con personas, lugares, ciertos grupos e información que se cruzan en nuestro camino. Todas estas percepciones creadas desarrollarán unas creencias, que pueden ser vistas como buenas o malas, conocidas como limitantes.

Para muchas personas, estas creencias son tan fuertes que terminan convirtiéndose en una verdad absoluta. Sin embargo, cuando se trata de creencias limitantes, muchas veces, esta creencia sólo termina siendo real en la propia mente de la persona, terminando por distorsionar la realidad.

Al leer este artículo, darás un paso importante para empezar a lidiar mejor con estas creencias que limitan la vida de muchas personas ¡Léelo entero y compréndelo!

Comprender las creencias limitantes

Las creencias limitantes aparecen a través de nuestras influencias a lo largo de la vida. Si te paras a reflexionar, cuando una persona nace es como una página en blanco que, a medida que se relaciona con el mundo, va adquiriendo nuevas experiencias. Así, acaba adquiriendo sus talentos y también sus creencias limitantes ¡Comprueba cuáles son estas creencias!

¿Qué son las creencias limitantes?

Para entender mejor qué son las creencias limitantes, es muy importante tener en cuenta qué es una creencia. El significado de la palabra creencia no tiene nada que ver con la religión. La creencia no es más que una interpretación o un pensamiento convencido que uno acepta como una verdad absoluta, aunque no lo sea.

Una vez entendido lo que es una creencia, podemos decir que las creencias limitantes son pensamientos impositivos creados, generalmente, en la infancia y desarrollados a lo largo de la vida. Estos pensamientos acaban convirtiéndose en nuestras propias verdades y, a menudo, limitan el desarrollo en diversos aspectos de la vida, es decir, son barreras mentales que construimos durante nuestro propio recorrido vital.

Diferencia entre creencias limitantes y creencias potenciadoras

Las creencias limitantes son creencias que acaban limitando la vida de una persona. Generalmente, suelen ir acompañadas de sentimientos y pensamientos negativos, como confusión mental, crítica, culpabilidad, entre otros. Estas creencias pueden reconocerse como subjetivas y poco fiables, y tienden a menospreciarte, modificando tu autoestima y tu percepción de la realidad.

Las creencias potenciadoras son lo contrario de las creencias limitadoras. Son capaces de darte más fuerza y motivación en el transcurso de tu vida. Pueden ayudarte a alcanzar sueños, superar un miedo o conquistar cosas. Por lo tanto, estas creencias son un conjunto de ideas positivas que te potencian a lo largo de tu vida.

Ejemplos de creencias limitantes

Si, a partir de hoy, te comprometes a prestar más atención a tu forma de hablar y a la de las personas que te rodean, te darás cuenta de que estamos rodeados de más creencias limitantes de las que creemos. A menudo parecen normales o imperceptibles.

Creencias como: "Nunca podré ganar dinero", "No tengo edad suficiente", "Sólo puedo alcanzar el éxito si soy perfecto", "Soy incapaz o insuficiente para hacer algo", "No puedo cometer errores" o "No tengo tiempo/dinero para nada" son algunos ejemplos de pensamientos que se habrán cruzado en tu camino a lo largo de tu vida.

Ciclo de creencias limitantes

Las personas que alimentan cada vez más creencias limitantes en su vida acaban experimentando un ciclo limitante, que acaba obstaculizando el desarrollo personal. Este ciclo consta de tres etapas: empezar a hacer, terminar antes de empezar, arrepentirse y volver a intentarlo o abandonar definitivamente.

Analizando detenidamente este ciclo, te das cuenta de que todos estos comportamientos limitan a la persona. Se puede decir que los sentimientos más presentes generados por las creencias limitantes son el miedo y la inseguridad, haciendo que la persona sea incapaz de enfrentarse a los retos, experimentando un ciclo de abandono y arrepentimiento a lo largo de la vida, sin darse cuenta.

El peligro de las creencias limitantes

Querer progresar en la vida es un deseo común a todos los seres humanos, ya sea en la vida personal o profesional. Por eso, es muy importante hacer todo lo posible para no cargar con tus propias creencias limitantes a lo largo de la vida, porque son uno de los aspectos que contribuyen a que no te desarrolles. Comprueba en los próximos temas cómo pueden perjudicarte!

¿Cómo pueden perjudicarte las creencias limitantes?

Las creencias pueden limitar a una persona simplemente porque definen su forma de actuar en el mundo, haciéndole sentir diversas cosas. Es decir, acaban limitando su autenticidad, su lado valiente, su curiosidad y sus ganas de enfrentarse a los diversos obstáculos que le presenta la vida. Acabas, cada vez más, acumulando sentimientos que te alejan de una vida más feliz.

Todos estos aspectos contribuyen a una mala salud mental y a una relación muy problemática de su vida con el mundo. Esto no es sano, y podemos considerarlo muy peligroso, porque estas creencias tienden a contribuir a que la persona deje de tener comportamientos naturales o beneficiosos para la salud mental.

¿Cómo surgen las creencias limitantes?

El surgimiento de las creencias limitantes se encuentra en el período de la infancia. Es en esta fase que los niños comienzan a desarrollar su sentido crítico y sus ideas. En el ambiente en que viven, las personas tienen mucha interferencia para la construcción de creencias limitantes, pues el adulto, al criar a un niño, ya tiene muchas creencias y acaba transfiriéndolas, muchas veces sin saberlo, al niño.

Sin embargo, hay dos formas básicas por las que surgen estas creencias. La primera es a través del impacto emocional, es decir, cuando sufrimos un gran impacto emocional o traumático, especialmente en la fase infantil, porque aún no tenemos una madurez emocional desarrollada.

La otra forma es a través de la repetición, es decir, cuando oímos o sentimos algo que despierta nuestras emociones de forma negativa. Esto se repite de la misma forma o de forma similar a lo largo de nuestra vida.

Tipos de creencias limitantes

El mundo está salpicado de varios tipos de creencias limitantes, capaces de desarrollarse a lo largo de nuestra vida. Muchas creencias, cuando surgen en una persona, proceden de la percepción de sus padres, de cómo ven el mundo y de los aspectos que les funcionan. Las creencias limitantes tienen que ver con la visión que tiene una persona de no sentirse lo suficientemente capaz de lograr algunas cosas.

Otros ejemplos de creencias limitantes son también las vinculadas al mundo y a nuestro entorno, como la relación con el dinero, las opiniones sobre las relaciones y el comportamiento de otras personas o de un determinado grupo social.

Todo esto sucede porque los seres humanos se alimentan de estas convicciones de forma robotizada, ya sea conviviendo con la gente o consumiendo información en los medios de comunicación.

Hereditario

Las creencias limitantes hereditarias se desarrollan a través de la convivencia con los padres y el entorno familiar en el que se cría una persona. Frases como: "los hombres son todos iguales" o "el dinero es algo muy sucio" acaban marcándose en el subconsciente, generando una certeza sobre estos aspectos.

La relación entre el padre y la madre, y si hay presencia de violencia física y discusiones son otros ejemplos de lo que acaba configurando la visión del mundo y el comportamiento de una persona.

Por eso, es muy importante, cuando se tiene un hijo, estar atento a lo que se le dice, para no generar una reacción negativa. Estar atento en las palabras y en el comportamiento reduce la aparición de algunas creencias limitantes en el niño.

Social

Las creencias sociales ya no se asimilan dentro del hogar, a través de los padres y los miembros de la familia, sino a través del contacto con el mundo exterior. El contacto con otras personas, ya sea en el entorno profesional o simplemente en su trayecto en la escuela o la universidad, contiene estímulos capaces de adquirir nuevas creencias limitantes.

Esta información y experiencias también pueden llegar a la gente a través de la televisión, un periódico de noticias o los medios sociales. Estas creencias no son más que las sugerencias que tenemos a partir de diversas percepciones sobre el mundo, cómo debe comportarse una persona y qué está bien o mal.

Personal

En el caso de las creencias limitantes personales, tienen más que ver con nuestras propias creencias sobre nosotros mismos. Se desarrollan a través de las diversas experiencias que tenemos a lo largo de la vida. Este tipo de creencias tienen influencias tanto sociales como hereditarias, pero se ajustan en función de nuestra personalidad y temperamento.

Quien ha crecido escuchando muchas críticas le costará mucho creer que es capaz de desarrollar ciertas cosas, es decir, acaba convirtiéndose en una persona muy insegura porque tiene una creencia basada en las críticas que ha sufrido.

¿Cómo identificar tus creencias limitantes?

Ser consciente de que una creencia limitante puede paralizarte en diversos aspectos de tu vida ya es un gran paso para poder identificarlas. Saber que estas creencias suelen originarse en casa, en el entorno familiar, es muy importante para poder analizarlas de la mejor manera posible.

Es esencial que profundices en tu proceso de autoconocimiento para que puedas descubrir qué creencias has ido arrastrando a lo largo de tu vida. Preguntas como "¿Has ido alcanzando tus sueños y metas?", "¿Qué te ha ido frenando?" y "¿Te hace sufrir tu autocarga?" pueden ayudarte a identificar algunas de estas creencias.

Generalmente, aparecen de forma repetitiva y disfrazados de algunos comportamientos que te descalifican como persona, es decir, desacreditan tu capacidad.

Cómo transformar las creencias limitantes en creencias potenciadoras

Saber qué son las creencias limitantes y lo que son capaces de hacerte ya es un gran paso para poder lidiar mejor con estos pensamientos que nos aprisionan. En los siguientes temas, aprenderás a transformarlas en creencias que te ayudarán a darle un empujón a tu vida ¡Compruébalos!

Comprender qué creencias limitantes le impiden llegar más lejos

Ser consciente de que una creencia limitante puede hacer que te detengas en el tiempo y dejes de avanzar en la búsqueda de tus propios sueños es un paso inicial importante para poder resignificarlos. La idea de saber que puedes dejar atrás mucho de lo que quieres lograr o de lo que quieres cambiar puede ser un gran combustible para tu cambio.

Sin embargo, intenta hacer un ejercicio mental en el que puedas visualizar una vida tuya sin alcanzar tus metas, tus sueños y tus mayores deseos, ya sean materiales, personales o sentimentales. Recuerda que una vida sin evolución ni movimiento es una vida tibia, y una vida vivida de forma tibia tiende a traer más infelicidad e insatisfacción.

Reconocer que las creencias no son hechos

Las creencias que has ido acumulando a lo largo de tu vida nunca deberían definir tu realidad. Cuando se trate de creencias limitantes, recuerda que son creencias y certezas creadas únicamente en tu propia cabeza. Reconoce que las creencias no coinciden con la realidad de los hechos en sí.

Entonces, al tener este reconocimiento, ganas más fuerza para poder redefinir las creencias limitantes en creencias potenciadoras. Trata siempre de cuestionar si los hechos que se presentan dentro de tus creencias tienen sentido y definen quién eres y el poder que tienes para transformar cualquier cosa.

Escucha tu voz interior

Tener una mirada más atenta y amorosa hacia tu interior te ayudará a conectar cada vez más con tu esencia. Al tener contacto con tu propia esencia, será más fácil poder separar un pensamiento limitante de un pensamiento que trae su propia fuerza interior.

Hacer este ejercicio de escuchar atentamente tu voz interior te ayudará a centrarte en tus cualidades, en tus miedos superados y en tu poder de reacción. Además, podrás conectar con tu llama interior, que te hace estar motivado para vivir y evolucionar siempre.

Escribe las creencias limitantes que te vienen a la cabeza

Al escribir y visualizar en un papel cuáles son tus creencias, tu consciente las memorizará más fácilmente y comprenderá que ese tipo de pensamiento está limitando algo en ti o en tu vida.

Así que trata de responder a preguntas como: "¿Qué fue lo que te atascó en el pasado en otras experiencias?", "¿Qué has llegado a utilizar como excusa para no actuar?", "¿En qué patrones te has dado cuenta de que tiendes a caer?" Delega algo de tiempo para ti mismo para dedicarte y anotar todos los pensamientos que te vengan cuando te estés haciendo estas preguntas.

Sustituir una creencia limitante por una creencia potenciadora

Al ser capaz de identificar tus propias creencias y ser consciente de qué aspectos de tu vida te están limitando, una actitud muy importante es que seas capaz de transformar estas creencias limitantes en creencias potenciadoras. Las creencias potenciadoras son capaces de ayudarte a tener una visión más optimista de la vida.

Algunas creencias, como creer que eres capaz de construir lo que quieras, que puedes ser muy feliz, que los momentos difíciles son parte de ello, son buenas para servirte de empoderamiento que para que empieces a usar para reemplazar tus creencias limitantes.

Recuerda de lo que eres capaz

Cuando observas con detenimiento las experiencias de tu vida, te das cuenta de la enorme cantidad de retos a los que te has tenido que enfrentar, ya sea en el ámbito personal o profesional. Estos retos, al principio, los ves como algo que transmite mucha inseguridad y miedo, pero cuando consigues superarlos, automáticamente te llenas de recursos propios capaces de hacer frente a los obstáculos.

Por eso, intenta recordar cuáles fueron los momentos desafiantes de tu vida y cómo hiciste para afrontarlos. Siendo consciente de ello, estarás conectando con tu propia capacidad interior. Eres capaz de hacer muchas cosas que ni te imaginas, pero para estar seguro de ello, tienes que estar abierto a intentarlo. Permítete asumir riesgos y descubrirás tu fuerza interior.

Ver un resultado alternativo

Cuando estás sumergido en creencias limitantes, la tendencia es que tu visión y percepción sobre las cosas y el mundo se vuelva cada vez más limitada. Como son creencias que te acompañan desde hace mucho tiempo, acaban aportándote una sensación de verdad muy fuerte, haciendo que te estanques y tengas miedo de avanzar y evolucionar.

Ante una situación así, y sabiendo que se trata de una creencia limitante, en lugar de dar oídos a esas sensaciones que te limitan, intenta preguntarte siempre si no hay una forma alternativa de proceder. Visualizando un resultado alternativo, ayudas a tu mente a no aceptar fácilmente esas creencias y a obtener respuestas que, muchas veces, no imaginabas.

Buscar nuevas oportunidades para actuar

Las creencias limitantes tienden a dejarte con una visión limitada del mundo, pero si piensas en el tamaño del mundo y en las infinitas posibilidades que existen en él, te darás cuenta de que esta limitación sólo se crea en tu propia mente.

Por lo tanto, busca nuevas oportunidades para pasar a la acción. Aceptar estas creencias como verdad sólo te hará perder tu llama interior y desacreditar a todos y al mundo. Recuerda: hay infinitas posibilidades esperándote, sólo tienes que mirar en tu interior y darte cuenta de que eres capaz de producir cualquier resultado que desees. Por lo tanto, busca siempre nuevas oportunidades.

Comprenda, reconozca y transforme sus creencias limitantes en creencias potenciadoras.

La búsqueda de transformar las creencias limitantes en creencias potenciadoras puede no ser una tarea muy sencilla, pero vivir una vida con ellas es mucho más difícil, porque acaban limitando toda tu capacidad humana de desarrollo y generan mucho sufrimiento y baja autoestima.

Así pues, el primer e importante paso ya lo has dado, que es entender qué son las creencias limitantes. Ahora, mientras sigues con tu vida diaria, intenta reconocer qué creencias están más presentes en tu vida y cuáles son las que más te molestan.

Al tener este conocimiento, podrás darles un nuevo significado y lograr cambiar desde tus propias fortalezas y convicciones internas. Créeme, es posible darle un nuevo significado a todo, ¡lo único que necesitas es el valor de dar el primer paso!