Angustia: conoce el significado, las causas, cómo tratarla y mucho más.

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Jennifer Sherman

¿Qué es la angustia?

La angustia se refleja en una serie de cuestiones físicas y emocionales que se caracterizan por un cambio repentino del estado de ánimo debido a cuestiones como la pérdida de la paz interior, el dolor, la culpa, el malestar y la tristeza. Esta percepción psicológica sobre nosotros mismos puede impedirnos seguir con nuestra rutina hasta el punto de provocar un aislamiento social.

Se trata de un término conocido por todos nosotros, pero debido a su complejo de emociones y sensaciones negativas hace casi imposible definir un origen preciso de este estado de ánimo. En general, sabemos cuándo estamos experimentando un episodio de angustia, pero nunca sabremos a ciencia cierta cómo afrontarlo o cómo se manifiesta en nosotros.

La sensación psicológica de angustia puede causar daños físicos y psicológicos, además de estar asociada a otros problemas emocionales y psicológicos como la ansiedad y la depresión. Comprenda un poco más sobre este estado, lo que puede causar y cómo superarlo en el siguiente texto.

Significado de angustia

La naturaleza de la angustia siempre ha estado presente en la humanidad, siendo objeto de análisis filosófico y científico. Lo que se sabe es que la angustia es capaz de generar otras enfermedades psicosomáticas. Para la psicología, su origen puede estar asociado a la depresión, o a otros problemas relacionados con el bienestar emocional.

Reflexionar sobre su significado y comprender las corrientes filosóficas que debaten su naturaleza puede dilucidar algunas cuestiones. Descubra sus diversos significados filosóficos en la secuela.

Según Heidegger

Para Heidegger, por ejemplo, la angustia representa un estado existencial de inseguridad entre el hombre y la nada, despertado por la conciencia de su finitud, por lo que se considera una condición fundamental para ser el fundador de la existencia y abrir las puertas para que el hombre se apropie de su propio ser.

Al apropiarse de la angustia, el hombre se permite ser consciente de su existencia y resignificarla para llenar ese vacío existencial desde la percepción de su presencia en el mundo, no hay escapatoria de su ser, como ser presente y consciente del mundo al que pertenece.

Por lo tanto, resulta imposible escapar de tu realidad y huir a otro mundo al que no perteneces, más allá de tu conciencia. Porque, todos estamos presos en nuestros propios pensamientos. Y, en la medida en que estamos a solas con nosotros mismos, podemos realizarnos como seres libres y capaces de asumirnos independientes de los demás.

Según Sartre

Mientras tanto, para Sartre, la conciencia de nuestra responsabilidad proviene de nuestra libertad infinita, que nos hace únicos y responsables de los valores de nuestra vida. Por lo tanto, Sartre supone que la angustia y la ansiedad se oponen a la tranquilidad, pero por ello podemos distorsionar conscientemente este estado de conciencia por la mala fe.

La mala fe pronto sería forjada por la conciencia de los hombres como excusa o pretexto para encubrir sus actos cometidos en libertad. Sartre percibe entonces el mundo como un ente neutro e imparcial, al que no le pedimos que exista, quedando el hombre desvinculado de esta realidad y haciéndonos responsables de nosotros mismos.

Nuestras elecciones serían pronto invenciones tomadas a nuestro favor, proyectando así un modelo para toda la humanidad. Por lo tanto, no habría una "naturaleza humana", sino una naturaleza específica de los hombres, que provocaría un estado de angustia o ansiedad, pues estamos condenados a un mundo hostil.

Según Kierkegaard

Kierkegaard fue el responsable de inaugurar el debate filosófico sobre la angustia, considerándola como un estado de inquietud en el hombre, asociando el pecado como un universo infinito de elecciones posibles. Debido a este hecho se genera la angustia en el hombre, ya que nunca sabremos cuál será la elección correcta a tomar en relación a la vida.

Protesta que el hombre es el resultado de la culpa de nuestros primeros padres, Adán y Eva, por comer el fruto prohibido y despertar la conciencia de nuestra caída. Desde entonces, el hombre siempre chocaría con sus propios límites.

El ser humano percibe el mundo y a sí mismo incapaz de alcanzar la plenitud de su existencia. Su angustia sería entonces la voz de su conciencia, como seres libres y finitos en el mundo, estando siempre ansiosos por alcanzar el infinito divino.

Parte de la condición humana

La angustia es una experiencia confusa, capaz de generar sentimientos negativos como un ahogo en la garganta, inquietud, nerviosismo, ansiedad y un apretón del corazón. Es una sensación psicológica que puede afectarnos de muchas maneras, desde nuestro estado de ánimo y pensamientos hasta nuestro comportamiento.

Se sabe que todas las personas sienten ansiedad en diferentes etapas y niveles, pero cuando se encuentra en un nivel de alta intensidad, suele manifestar otros problemas como trastornos de ansiedad, reacciones fisiológicas no reguladas y otras manifestaciones.

Acción de la ansiedad en el cerebro

La angustia es capaz de desajustar nuestras sinapsis, impidiendo una comunicación cómoda entre nuestro cuerpo y nuestra mente. Como resultado de este desajuste, podemos sentir dolor o emociones negativas en nuestro cuerpo.

Además, puede afectar a los neurotransmisores responsables de regular nuestros estados de ánimo y, cuando llega a ese punto, puede desregular nuestros sentidos y pensamientos de forma que se intensifican los sentimientos de tristeza y se provoca la desesperación, perpetuando así una serie de problemas en el organismo y transformando nuestra percepción del mundo.

Causas de angustia

En gran parte las causas de la angustia están relacionadas con un estilo de vida que estimula sentimientos de culpa, arrepentimiento, inseguridad y frustración. Estos estímulos son el resultado de hábitos degradantes para el cuerpo y la mente y requieren cierta atención para no empeorar su estado.

Este sentimiento de angustia que todos sentimos también puede ser un signo de depresión. Las investigaciones demuestran que existe un riesgo tres veces mayor de desarrollar enfermedades o trastornos a partir de este sentimiento, por lo que se recomienda un tratamiento terapéutico si se siente que el sentimiento de angustia se intensifica.

Síntomas de angustia

La ansiedad puede desencadenar síntomas psíquicos y físicos a diferentes niveles. Al principio, los síntomas pueden parecer leves e incluso pueden pasar desapercibidos, sin embargo, es necesario cuidarse para que no agrave otros aspectos de la salud. Sigue leyendo e identifica los síntomas más comunes de la ansiedad.

Falta de concentración

Estamos insertos en un mundo en el que la retención de la audiencia se ha convertido en una valiosa moneda de cambio, existiendo así diversos mecanismos capaces de robar nuestra atención constantemente, lo que nos lleva a una pérdida de foco y, en consecuencia, a una falta de concentración.

Nos cuesta concentrarnos en las tareas más sencillas del día, al no poder cumplir con ninguna responsabilidad nos frustramos. La falta de concentración aparece como un síntoma aparentemente inofensivo, pero a medida que avanza nos volvemos inquietos e irritables.

Estar excesivamente preocupados por esta condición nos hace sentirnos ansiosos y angustiados, además del estrés que nos provoca la pérdida de tiempo. Porque nuestra rutina nos exige el cumplimiento de estas responsabilidades y cuando empezamos a descuidarlas con la falta de concentración nos damos cuenta del tiempo que estamos perdiendo en las ensoñaciones.

Es posible aliviar el síntoma de la falta de concentración, pero para ello necesitarás conocer las herramientas que te pueden ayudar a mantener el foco. Recuerda que además del ejercicio de concentración también será necesario trabajar tus emociones para que no interrumpan el flujo de tus pensamientos.

Insomnio

Esto ocurre porque a menudo nos llevamos a la cama todos los problemas y preocupaciones del día. Pronto, los pensamientos surgen como un torbellino cuando estamos acostados, dificultando el sueño e impidiendo que nuestra conciencia se relaje.

La sensación de angustia es capaz de despertar pensamientos y generar una inquietud en nuestra conciencia que muchas veces puede dificultar el sueño. Ocurre que en esta dificultad empezamos a tener sueño intermitente o noches de insomnio. Esta ausencia de sueño se vuelve constante y pronto afecta a nuestra vida cotidiana.

El individuo siente pronto dificultades para mantenerse despierto durante el día, consecuencia del cansancio por la falta de sueño durante la noche, lo que le lleva a menudo a sentirse irritable, cansado y falto de concentración. La angustia aparece como punto de partida, pero con la evolución de su cuadro de insomnio se va agravando.

Sensación de ansiedad

El sentimiento de ansiedad está relacionado con el nerviosismo exagerado, el miedo y la preocupación por el futuro. Nuestro organismo genera este sentimiento de forma natural, siempre que consigamos lidiar con ellos todo irá bien.

Sin embargo, hay personas que no saben cómo lidiar con este sentimiento y consideran la ansiedad como un problema más grande de lo que parece. Este pensamiento puede ser una consecuencia de la ansiedad, porque la sentimos demasiado y no podemos detener esta línea de preocupaciones.

Pronto, la ansiedad se convierte en una constante en la vida de la persona, y a menudo evoluciona hacia un cuadro clínico más grave, como los trastornos de ansiedad.

La agitación interior

Por ejemplo, si tienes una habitación desordenada puede significar que estás saturado de tus pensamientos e ideas, generando así una confusión interna causada por la ausencia de un orden interior.

Pesimismo

El pesimismo es un pensamiento que puede ser desencadenado por la ansiedad. Suele revelarse en condiciones de estrés o durante las crisis. Sin embargo, si te sientes pesimista con frecuencia en tu vida diaria, esto significa que hay algún trastorno interno que ha desencadenado emociones negativas en tu vida.

La persistencia de este sentimiento de pesimismo se manifiesta en aquellas personas que creen que todo en la vida parece ir mal, reviviendo este pensamiento en su rutina cada vez que surgen dificultades.

Si tienes un sentimiento de no pertenencia, un miedo al rechazo o incluso tienes una baja autoestima, esto significa que estás alimentando un pensamiento pesimista sobre ti mismo.

Dolor constante

La percepción de angustia puede desencadenar una serie de síntomas como la ansiedad, la inquietud, la taquicardia y la dificultad para respirar. Estas sensaciones pueden desencadenar una serie de problemas fisiológicos como los dolores de pecho y la sensación de opresión en la garganta.

Cambio de apetito

También hay casos en los que la angustia, a través del pesimismo y el vacío existencial, lleva a las personas a sentirse desmotivadas con la vida misma. Para ellas, su vida ya no tiene sentido, lo que genera un cambio de apetencia para que no vean el autocuidado como parte fundamental de su existencia.

Desaliento

El estado de ánimo de muchas personas que se sienten angustiadas suele ser el primero en verse comprometido. La ausencia de una razón de ser genera pensamientos destructivos hacia la vida y compromete su estado de ánimo.

Como consecuencia de la angustia, estas personas pronto se desaniman y cualquier estímulo positivo, como el placer y la felicidad, parece no tener sentido en sus pensamientos.

Falta de aire

La falta de aire se produce en aquellos casos en los que la angustia ha contaminado por completo el estado de conciencia de la persona. Inicialmente, la persona siente una opresión en el pecho y luego comienza a sentir falta de aire. Es común que este síntoma aparezca junto con otros problemas como la ansiedad y la taquicardia.

Alteración de los latidos del corazón

La arritmia cardíaca indica que el corazón late de forma irregular. Esta alteración en el bombeo de la sangre se produce por la angustia cuando la persona se ve invadida por pensamientos intrusivos y afecta a todo el funcionamiento de su organismo a nivel psíquico y físico.

Cómo tratar la angustia

Para lidiar con la angustia, primero hay que entender que es una percepción innata de todo ser humano. Este sentimiento suele generarse cuando estamos involucrados en tareas o inmersos en estados emocionales negativos para nuestra vida, por lo que tiene una recurrencia basada en nuestro modelo de vida.

Sin embargo, es posible que no pueda deshacerse de la angustia, pero sí puede desarrollar habilidades que fortalezcan su mente y su cuerpo para afrontar este problema. Descubra las herramientas que necesita para tratar la angustia a continuación.

Práctica de la meditación

La meditación es hoy una de las prácticas más recomendadas para tratar diversos problemas psicológicos y espirituales. A través de sus ejercicios de respiración conseguirás reducir el estrés y calmar tu mente, así como mejorar tu atención y concentración.

La práctica más común para los que van a empezar los ejercicios es el mindfulness. Este es el tipo de meditación que puede ayudar en el tratamiento de la angustia, porque le ayudará a manejar mejor sus pensamientos y a ejercer una atención plena. Pronto, será más consciente de los síntomas y sabrá cómo responder a estos estímulos.

Actividad física regular

La práctica regular de actividad física es capaz de aportar una serie de beneficios a tu cuerpo y a tu mente. A través de su práctica promoverás la liberación de sustancias hormonales en tu cuerpo que favorecen tu bienestar y te ayudan a tener una mejor calidad de vida.

Estas sustancias se encargarán de aliviar los síntomas de la angustia, además de ayudarte a relajar tu cuerpo, aliviando la tensión y el dolor. Sólo necesitas 30 minutos al día para ejercitar tu cuerpo y ¡ya sentirás los beneficios en pocas semanas!

Alimentación sana

Una dieta saludable mejora el funcionamiento de su organismo, además de combatir los síntomas de angustia y promover su bienestar. Un consejo es consumir alimentos ricos en triptófano como el queso, la piña, los huevos, el tofu, las patatas, los plátanos y algunas semillas oleaginosas como las almendras, las nueces y las castañas.

Esta sustancia es ideal para la formación regular de la hormona serotonina, que puede prevenir problemas como la depresión, el estrés y la ansiedad, aliviando así los sentimientos de angustia.

Práctica del yoga

El yoga funciona como un conjunto de posturas que pueden ejercitar el cuerpo y la mente. Se basa en tres elementos que son: la postura, la respiración y la meditación. La práctica del yoga ayudará a aliviar los síntomas de la angustia, así como a mejorar el equilibrio y su bienestar emocional.

Atención plena

El mindfulness te ayudará a mantener tu atención en el presente. Así disminuirás tus preocupaciones por el futuro y eliminarás la culpa de tus recuerdos pasados. Te sentirás más libre para tomar tus decisiones y reaccionar ante las situaciones de una forma más fluida. Una buena forma de practicarlo es a través del mindfulness.

Respiración

La respiración es fundamental para mantener el control sobre nuestro organismo. Prestar atención al momento de la inhalación y la exhalación te ayudará a calmar tu mente, así como a recuperar el control de tus pensamientos al no permitir que los pensamientos intrusivos generados por la angustia se apoderen de tu conciencia.

Pensamientos positivos

Pensar en positivo te ayudará a combatir el pesimismo, así como a aliviar la carga emocional negativa que algunas situaciones despiertan en tu conciencia. Para ello, puedes crear un mantra capaz de recordarte estos pensamientos positivos, para que puedas recuperar la conciencia y evitar los momentos de angustia.

A través de este ejercicio te darás cuenta de que un proceso de resignificación de estos sentimientos, pronto fluirán a través de ti de una manera que fortalece tus pensamientos y te hace más resistente en relación con la adversidad.

Baño relajante

Tomar un baño relajante ayuda a la relajación física y psíquica del cuerpo, de manera que alivia la tensión corporal y relaja los músculos. La relajación pronto ayudará a aliviar los síntomas de angustia, además de dejar el cuerpo más ligero y descargado de las emociones negativas que se habían acumulado en su rutina.

Contactos para siempre

Las relaciones son fundamentales para aliviar los síntomas de la angustia. Al fin y al cabo, el ser humano es un animal colectivo, es decir, no podemos vivir solos en nuestros pensamientos. Hablar con amigos o familiares te saca del estado de soledad que suele despertar la angustia.

Cuando te permites recibir el apoyo de los demás, comprendes la importancia de la amistad y te sientes bien por existir.

Explora tus sentimientos

El autoconocimiento y la inteligencia emocional son fundamentales para que puedas tratar la angustia. Ejercitando tu autoconocimiento te darás cuenta de los ciclos emocionales a los que está sometida tu conciencia y te darás cuenta de los desencadenantes responsables de desarrollar esa percepción de angustia sobre ti.

Pronto entenderás cómo funcionan tus emociones y sabrás cómo manejarlas de manera que respeten tu estado de conciencia sin eliminar la angustia, pero sin dejar que causen un impacto tan negativo en tu vida.

¿Se puede curar la angustia de forma permanente?

La percepción de la angustia es innata en todo ser humano, en algunos casos puede asumir una recurrencia e incluso despertar síntomas negativos en el cuerpo y la mente, su agravamiento ocurre por la forma en que tratamos este estado de conciencia, principalmente cuando le damos un sentido negativo.

Sin embargo, la angustia puede resignificarse como algo positivo. Desde el momento en que nos damos cuenta de nuestra importancia en el mundo y nos entendemos como seres humanos, nos volvemos capaces de desarrollar mecanismos de protección en relación con sus síntomas.

De esta manera, no vinculamos a nuestro individuo con el vacío existencial propio de la angustia, sino que comenzamos a utilizarla como un proceso de reflexión, o de investigación, cuestionando nuestra existencia y tratando de entender quiénes somos. La angustia nos ayudaría asumiendo un proceso de autoconciencia y de sentido de nuestra existencia.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.