La felicidad: significado, ciencia, filosofía, consejos y mucho más.

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Jennifer Sherman

¿Qué es la felicidad?

La verdad es que el concepto de felicidad hace tiempo que se ha vuelto más subjetivo. Y es que esta definición habla mucho más de quién tiene poder de opinión que del sentido común, es decir, de la mayoría.

Por ejemplo: para muchos, la felicidad tiene que ver con el dinero, el estatus, el poder o la ostentación; para otros, es un estado de ánimo, algo profundo que conecta principalmente con la sencillez de la vida, ya que las cosas más simples son las que pueden proporcionarla.

Independientemente de cómo veas este precepto, sigue leyendo este artículo, ya que reuniremos muchos factores para que reflexiones más sobre la felicidad.

Significado de la felicidad

Cuando estamos aprendiendo lo que es cada cosa en el mundo en el que vivimos, siempre buscamos el sentido de todo, ya sea de nuestras intuiciones o de las materialidades presentes en esta vida. Esto es lo que hace cesar nuestras dudas o nos lleva a otros niveles de razonamiento.

Por lo tanto, podemos buscar este significado en diferentes lugares que tendrán diferentes puntos de vista sobre la misma perspectiva. Si quieres saber más sobre estos significados, pasa a la siguiente parte.

Según el diccionario

Según el diccionario, la palabra felicidad procede del latín "felicitas", un sustantivo femenino que significa:

Sensación real de plena satisfacción; estado de contento, de satisfacción. Condición de una persona feliz, satisfecha, alegre, contenta. Estado de quien tiene buena suerte: 'para su felicidad, el jefe no ha llegado todavía'. Circunstancia o situación en la que hay éxito: felicidad en la realización del proyecto.

Fuente://www.dicio.com.br

También podemos recordar que "felicidad" es un sustantivo abstracto, porque no es algo tangible, sino un sentimiento, una sensación que va más allá de lo que podemos materializar.

Felicidad interna

Cuando hablamos de felicidad, inmediatamente nos viene a la mente gente sonriendo, saltando, abrazando o incluso corriendo, porque nuestro cerebro interioriza significados que no siempre son fieles a la realidad. La gente feliz no siempre lo demuestra en su cara, porque no es una regla que una persona feliz sonría cada 5 minutos y haga bromas.

Cuando reflexionamos sobre esto, podemos entender que este estereotipo, al igual que todos los demás, estorba, y mucho, cuando tratamos de ajustarlo a la realidad vivida. Las personas felices pueden sentirlo por dentro, sin necesariamente sonreír, incluso porque dicen que la felicidad es parte de la paz, de la calma y no tanto de la euforia.

Felicidad externa

El estereotipo creado para definir la felicidad se toma como real cuando vemos a alguien eufórico, sonriendo y contando chistes. Esto es totalmente subjetivo, porque hay personas que se sienten felices y están tranquilas, y otras que pueden exponer este sentimiento a través de estas mismas actitudes: la felicidad externa.

Puede ser muy abrumador, pero no podemos dejar de señalar que hay muchas personas que muestran felicidad a través de estas actitudes y que, en realidad, son personas que están pasando por una depresión o una tristeza muy profunda, por lo que hay que analizar detenidamente la felicidad externa para poder entender el motivo de la misma.

La búsqueda de la felicidad

Hay muchas personas que se pasan la vida buscando la felicidad y al final no pueden asegurar si la han conseguido o no, porque este concepto es subjetivo y depende exclusivamente de lo que se busque realmente: estabilidad, formar una familia, propiedades, empresas, estatus, etc.

Así, es cierto que muchas personas se pasan la vida sin conseguirla porque no han aprendido a definir realmente, dentro de su realidad, lo que es la felicidad. Pueden pensar que la felicidad es vivir tranquilos y sin rastro de cualquier problema que pueda surgir y, por no alcanzar esta meta, se pasan la vida frustrados sin encontrar lo que desean.

Los secretos de la felicidad según la ciencia

Según Enrique Tamés (profesor de la Universidad de Carolina del Norte), el ser humano es esencialmente negativo y pesimista, por lo que alcanzar la felicidad y la plenitud es uno de los retos más difíciles de la era moderna.

Ésta va más allá y afirma que existe la necesidad de que el ser humano esté siempre preocupado por algo, por lo que los especialistas afirman que debemos trabajar diariamente para que podamos deshacernos de esta triste tendencia propia de los humanos. Comprueba estos y más datos sobre la felicidad según la ciencia en los siguientes temas!

Lo importante es asumir riesgos

Es completamente erróneo creer que la felicidad está ligada a la tranquilidad, porque nadie está nunca completamente tranquilo, sin tener una preocupación o un miedo predominante. Por eso, aprender que podemos correr riesgos es una de las claves para soltar la presión y comprender que esto forma parte de la vida y que nunca dejará de hacerlo.

Por lo tanto, la vida es un riesgo constante. Podemos pasar por cualquier situación, desde la más sencilla hasta la más extraordinaria, y todas ellas pueden entrañar riesgos en nuestra vida. Esto no implica que no seamos felices, sino que estamos viviendo y que esto es simplemente parte de nuestro vivir.

Los detalles marcan la diferencia

Es importante destacar que algunos detalles son muy cruciales a la hora de resaltar nuestra felicidad. Estos detalles, por muy sencillos que sean, son eficaces para que cualquier ser humano, por muy frío que sea, se sienta feliz, aunque sólo sea por unos minutos.

Así, el contacto con la naturaleza es un presente constante en la felicidad, ya que esta conexión nos aporta tranquilidad y sencillez en el vivir, calmándonos y resaltando una parte del ser humano que sólo lo desea: unos minutos de paz.

No sólo eso, sino que los detalles de conseguir algo que nos gusta mucho, una atención de alguien a quien queremos o incluso una sonrisa de un niño provocan esta sensación. Estos detalles, por pequeños que sean, nos llenan la mente y nos alejan de lo que estamos programados para hacer: trabajar y enfrentarnos a los problemas.

"Te apoyo"

Para muchos, unas simples palabras y actitudes pueden marcar la diferencia en su día a día, dándoles lo que necesitan para sonreír y ser felices.

En general, al ser humano le encanta recibir cumplidos o palabras positivas sobre sí mismo y, por ello, hay personas que se sienten completamente satisfechas cuando reciben frases positivas como "te apoyo" u otras. Palabras como éstas aumentan nuestra autoestima y nos animan a seguir esforzándonos en aquello que nos han elogiado.

Sentimientos negativos a la vista

Es llamativo que las personas, en la mayoría de los casos, no sientan placer al escuchar o pronunciar palabras negativas o pesimistas. Esto transfiere sentimientos negativos y tristes, que afectan directamente a nuestra salud mental y, en consecuencia, a nuestra sensación de placer y felicidad.

Por lo tanto, para alcanzar este nivel de tranquilidad y felicidad, sólo debemos exponer palabras y sentimientos positivos, aunque estemos desanimados y desesperados. El sentimiento de tristeza es plausible y aceptable, pero la persistencia en estos sentimientos puede conducir a la depresión u otros problemas. Por lo tanto, elige siempre palabras y sentimientos positivos para componer tus días.

Acortar el beso

Una situación obvia que deberíamos evitar, pero que aparece mucho, es la no aceptación de la gente para enrollarse, o la sensación extrema de querer trabajar siempre y no descansar nunca. Este pensamiento provoca muchas vergüenzas y problemas de salud física y psicológica.

Por ello, es importante que, para ser feliz, se tenga en cuenta que descansar y disfrutar con la familia o los amigos es sumamente necesario, por lo que no hay que privarse, descansar y divertirse siempre que se presente la oportunidad.

La felicidad según la filosofía

Analizar la felicidad a partir de la filosofía puede ayudarnos a entender cada vez más lo que se espera de nosotros sobre ella, ya que podemos ver que es algo muy subjetivo, sin recetas ni pasos.

Algunos filósofos, como Lao Tzu, Confucio, Sócrates, Platón, Séneca, entre otros, reflexionan mucho sobre este término y pueden dar una guía sobre cómo alcanzar la felicidad. Por ello, si quieres saber más sobre cómo se analiza la felicidad a partir de la filosofía, ¡sigue leyendo la siguiente sección!

Lao Tzu

Lao Tzu, para quien no lo conozca, es un antiguo filósofo chino fundador del taoísmo que sintetiza la búsqueda de la felicidad en ocho pasos cruciales que pueden generar mucho resultado, ya que, para él, una persona nunca aprendería a dejar sus luchas si no apreciara la felicidad.

Así, el antiguo filósofo dice que hay que escuchar al propio corazón para poder afrontar todos los retos que nos esperan. También enseña que hay que apreciar el camino, es decir, no centrarse en dónde queremos llegar, sino en lo que está ocurriendo ahora.

Además de estas enseñanzas, Lao Tzu hace hincapié en que debemos seguir la vida con sencillez, cuidando nuestra lengua, sin esperar nunca nada a cambio del bien que hacemos y poseyendo un alma alegre e intensa.

El Buda Gautama

El Buda Gautama fue un príncipe que llegó a la cima de la infelicidad, decidiendo huir en busca de entender más sobre la vida. Para Buda, la felicidad se establece en algunas enseñanzas básicas, como:

- Visión correcta: el cumplimiento de nuestros deseos no siempre nos traerá la felicidad;

- Pensamiento correcto: es importante no permitir que la ira o la tristeza duren más de un momento;

- Hablar correctamente: sólo decir lo que atraerá la positividad y la alegría.

- Acción correcta: no actúes por impulso, piensa siempre si tus acciones generarán cosas buenas;

- El modo de vida correcto: no tratar de engañar a nadie, vivir en paz;

- Esfuerzo correcto: dejar atrás todo lo que es perjudicial;

- Atención correcta: presta atención a lo que te hace sentir bien e ignora todo lo demás;

- Concentración correcta: presta atención a lo que sientes.

Confucio

Según Confucio, la felicidad depende únicamente de la persistencia en hacer felices a los demás, lo que parece imposible si nos detenemos a analizar lo egoísta y tacaño que es el mundo. En cambio, la felicidad debería ser una forma de autocontrol en la que hay que aprender a controlarse y domesticarse.

Así, si analizamos las frases que escribió el pensador, podemos entender que realmente corroboró el pensamiento de que la felicidad suele estar presente en pequeñas actitudes, como por ejemplo:

Comidas sencillas, agua para beber, el codo doblado como almohada; ahí está la felicidad. Las riquezas y la posición sin integridad son como las nubes que flotan.

Sócrates

Para Sócrates, la felicidad estaba presente en el autoconocimiento, es decir, en el don o la virtud del ser humano de conocerse a sí mismo y comprender cómo conducir su propia vida, y afirmaba que la principal causa de la infelicidad era la ignorancia de los hechos.

Así, para Sócrates, el secreto de la felicidad tan buscado por tantos estaba en el simple detalle de poseer este arte de mirar dentro de uno mismo y comprender sus emociones, sus razones, sus virtudes, con lo que sería posible entender el sentido y la forma de llevar la vida de la mejor manera posible.

Platón

Platón tenía una idea abstracta del concepto de felicidad. Para él, consistía en desear e idealizar lo bello, lo hermoso, sin dañar a los demás. Es decir, ser feliz era poseer el conocimiento del bien y del mal, evitando las cosas injustas, pero buscando siempre la plenitud de la justicia.

Después de definir lo que quieres, debes ir tras ello, pero con un alma pura, es decir, sin remordimientos, tristeza o maldad, porque esto definiría la felicidad en tu vida como amigo y leal a tus actitudes.

Séneca

El filósofo Séneca creía que la felicidad se escondía exactamente en el hecho de no desear nada y, por lo tanto, de no temer nada. Es esencial señalar que el filósofo estaba de acuerdo en que la naturaleza también va de la mano de la felicidad, es decir, el hombre que no desea nada, pero tiene amor por ella, garantiza la felicidad.

Para él, el mayor error del ser humano es esperar la felicidad del dinero y la riqueza, por lo que hay que concluir que se esconde junto a cosas sencillas pero seguras a la hora de proporcionar esta virtud.

Bertrand Russell

El famoso filósofo Bertrand Russel era matemático y escritor. Tenía una visión muy particular sobre la felicidad, en la que afirmaba que lo que provoca el aburrimiento y la tristeza es cerrarse al mundo. Así, Bertrand asumía que mirar dentro de uno mismo provoca muchas complejidades y que debemos centrarnos en el mundo exterior, simplificando los pasos.

Además, predicaba que la felicidad es una conquista y que hay que ganársela con esfuerzo y resignación. Hay que cultivarla y buscarla cada día para encontrar su fruto final.

John Stuart Mill

El filósofo John Stuart Mill opinó sobre la felicidad con qué destreza y objetividad. Para él, la felicidad no se puede alcanzar directamente, sino que para acercarse a ella hay que valorar y cultivar la felicidad de los demás, que están a nuestro alrededor.

Cuanto más nos centremos en producir felicidad para los demás, más la encontraremos. Debemos centrarnos en el progreso de la humanidad y en el desarrollo de las artes, generando una felicidad interior que, en consecuencia, hará que todo lo que se plantee en beneficio de los demás merezca la pena.

Soren Kierkegaard

Para el filósofo y crítico danés Soren Kierkegaard, la felicidad sólo aparece si se vislumbra en el exterior. En otras palabras, cuando abrimos la puerta a la felicidad, la encontramos en el exterior. Quien, por alguna razón, intenta encontrarla en la dirección contraria se frustra aún más, al notar que no puede alcanzar su objetivo.

En otras palabras, el filósofo recomienda que veamos la felicidad en las cosas naturales de la vida, sin forzarla y dejando que se produzca con calma. Por lo tanto, no fuerces este encuentro, porque sólo se producirá cuando dejes de insistir.

Henry D. Thoreau

Henry D. Thoreau es un autor y filósofo estadounidense muy popular por sus frases, que siguen siendo famosas hoy en día. Su visión sobre la felicidad tiene una dirección de pensamiento que coincide en que la felicidad no es algo que hay que buscar, sino que se encuentra de repente.

Cuanto más lo desees y lo quieras, más te pierdes y te frustras, obteniendo el resultado contrario y encontrando más tristeza. Sin embargo, esto no es algo de lo que debas preocuparte porque, según el filósofo, en cuanto te distraigas, lo sentirás reposar sobre ti, sin que te des cuenta.

Consejos para ser más feliz

Puedes seguir algunos consejos valiosos para acercarte al sentimiento y al placer de la felicidad, pero lo más probable es que sólo ocurra cuando descubras tu camino.

Así, podrás empezar a tener actitudes más positivas y valor para enfrentar tus miedos, o evitar la procrastinación, teniendo a la terapia como tu principal aliada. Es importante que te enfoques en estos consejos para que te asegures una tranquilidad que te genere felicidad. Para saber más, ¡sigue leyendo la siguiente sección!

Actitudes positivas

Actitudes como el pensamiento positivo pueden ser esenciales para el secreto de la felicidad. Todo ello por la sencilla razón de que lo que pensamos y plantamos vuelve a nosotros como la ley de la siembra. Esto significa que si priorizas las buenas actitudes, así como los pensamientos en el mismo formato, tu vida atraerá exactamente estas virtudes, ofreciendo felicidad.

Por ello, es importante que no seas una persona que se doblegue fácilmente ante los problemas, sino que los afrontes, manteniendo siempre la plenitud y la seguridad de que serán superados con persistencia, sólo esperando el momento de actuar.

Enfrentarse a los miedos

Lo que nos produce mayor sensación de tristeza y alejamiento de la felicidad, sin duda, es la incapacidad de enfrentarnos a nuestros miedos y dejar que éstos se impongan a nuestra vida. Vivir asustados o coaccionados por nuestros miedos no nos hace mejores, al contrario, nos oprime haciéndonos sentir que no tenemos control sobre nosotros mismos.

Lo ideal es que saques fuerzas y motivos para enfrentarte a tus miedos, afrontándolos con seguridad para que disminuyan en tu presencia, lo que te aportará una sensación de superación y te hará tener una gran alegría y entusiasmo por disminuir aquello que te ha preocupado durante mucho tiempo.

Compartir emociones

Uno de los autosabotajes que hacemos es tratar de reprimirnos, guardando para nosotros mismos lo que nos molesta o duele y dando rienda suelta a mucha tristeza y amargura. Está bien exponer y compartir las emociones con alguien de confianza, porque mostrarse débil y vulnerable no siempre es una mala señal, sino que puede significar mucha humanidad.

Por eso, es importante entender que somos personas, seres humanos, y no robots programados para aguantar y no sentir lo que duele y destruye. Por eso, no sientas la necesidad de esconderte y comparte tus emociones con personas que sabes que no te juzgarán, sino que te apoyarán.

Despierta para el nuevo

Muchas veces, nos quedamos estancados en alguna situación de la vida que no nos permite crecer ni flexibilizarnos, provocando mucha incertidumbre, dudas e incluso tristeza que nos impiden alcanzar la plenitud de la felicidad. Si es necesario, despierta por lo nuevo y dale un nuevo sentido a algunas decisiones importantes en tu vida.

Aprovecha y enfréntate a tus miedos, innovando y llevando a cabo aquello que has querido durante mucho tiempo pero no has tenido el valor de hacer, lo que da un nuevo sentido y establece razones para seguir luchando y peleando.

Evitar la procrastinación

La procrastinación es un acto de autosabotaje muy recurrente, ya que te da la falsa sensación de que estás postergando algo que no es necesario en ese momento, ya sea por pereza u otra razón, pero esto sólo acumula obligaciones, provocando estrés y agitación, lo que puede generar mucha ansiedad e infelicidad.

Por lo tanto, es importante que evites la procrastinación, no dejando que nada se acumule y haciendo todo en el momento en que se necesita. Esto puede parecer agotador, pero cuidará tu salud mental, ofreciendo más tranquilidad para hacer tales condiciones.

Cuida de ti mismo

El hábito de cuidar es inherente al ser humano, pero no siempre conseguimos cuidar de nosotros mismos y sólo nos centramos en cuidar de los demás, lo cual, por desgracia, es un hábito muy malo, que provoca muchos problemas que nos llevarán a la infelicidad.

Por lo tanto, debes priorizarte a ti mismo, porque esto no es un signo de egoísmo, sino de salud mental. Es necesario estar bien para poder cuidar de los demás. Es completamente imposible que alguien que no está bien pueda cuidar de los demás. Por lo tanto, priorízate a ti mismo y cuídate.

Entornos que te hacen bien

A veces sentimos que hay lugares que no concuerdan con nuestra forma de ser y, por eso, nos hace daño, nos dan ganas de irnos y no quedarnos en un ambiente donde las energías no conversan con lo que hay dentro de nosotros, pero en vez de seguir nuestra intuición, nos quedamos en el lugar.

Esto nos provoca mucha tristeza y malestar, impidiendo nuestra felicidad y armonía con la vida. Así que, para que esto se acabe y te acerques a la alegría, evita estas empresas y ambientes que no te hacen bien.

Tener gratitud

La práctica de dar las gracias y agradecer todo lo que tenemos, sin duda, cambia el sentido de nuestra existencia y nos proporciona momentos de reflexión sobre lo mucho que tenemos motivos para ser felices, ignorando por completo los problemas de la vida que quieren desmotivarnos.

Así que empieza a reflexionar sobre todo lo que recibes o has recibido a lo largo de tu vida y enfoca tus energías en ellos. Haz espacio para la plenitud de valorar todo lo que tienes.

Momentos de felicidad

Es bueno que reflexiones sobre lo que consideras felicidad. También es necesario que reconsideres los pequeños momentos de felicidad que surgen a lo largo del día y de la existencia, como la sonrisa de un niño, la alegría de tu perro cuando te ve llegar o un abrazo anhelante de alguien a quien quieres.

Todos estos momentos intensifican la alegría de vivir, pero a veces no se valoran, provocando frustración y tristeza. Por ello, debemos aprender a vislumbrar lo que tenemos y puntuar todos estos momentos como cruciales para nuestra felicidad.

La terapia como aliada

Uno de los secretos de la felicidad es reconocer nuestra vulnerabilidad como seres humanos, abriendo nuestra mente para entender que, muchas veces, necesitamos ayuda, y esto no es algo de lo que nadie deba avergonzarse, por lo que acudir a terapia con un profesional del área es estrictamente necesario para ayudarnos a encontrar la felicidad.

El psicólogo te ayudará a alinear algunos puntos o traumas generados en la infancia o a lo largo de tu vida, y así podrá ayudarte a madurar la información de manera saludable, orientando la mejor manera de afrontar los problemas y enseñándote a enfrentarlos de la mejor manera posible.

¿Realmente importa la felicidad?

A partir de la información prescrita en este artículo, podemos decir que la felicidad es lo que da sentido a nuestra existencia, porque sin ella es muy difícil vivir de forma ligera y equilibrada. También hay que tener cuidado, porque la búsqueda excesiva de la misma puede generar muchas frustraciones, aumentando la infelicidad.

Así que piensa en la felicidad como una hermosa mariposa que vuela. Cuanto más corras detrás de ella, más se alejará de ti. El secreto es esperar pacientemente y con mucha cautela y atención a que se pose en tu hombro en los pequeños momentos en que aparece.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.