¿Qué es la resiliencia? ¿Cómo desarrollarla?

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Jennifer Sherman

Consideraciones generales sobre la resiliencia

Ante tantos retos en la vida cotidiana, la palabra resiliencia se ha utilizado ampliamente en psicología para designar la capacidad de una persona de enfrentarse a las situaciones más difíciles sin que le afecten emocionalmente. Una persona resiliente puede enfrentarse a los peores sufrimientos y seguir siendo fuerte y resistente.

Precisamente por la capacidad de adaptarse en medio de las circunstancias, la resiliencia es indispensable en diversos sectores de la vida, desde el ámbito profesional hasta el romántico, por ejemplo. La capacidad también aporta muchos beneficios para la salud física, mental y emocional del ser humano, haciéndolo mejor persona en diversos aspectos.

En este texto, conocerás las principales características de una persona resiliente, además de tener acceso a consejos para llegar a serlo, información sobre la resiliencia, entre otros muchos puntos. Comprueba todo lo que hay a continuación y no dejes de compartir el texto con tus amigos y familiares ¡Buena lectura!

Resiliencia, sentido del propósito, su importancia e impactos en la vida

En los temas que te presentamos a continuación, aprenderás un poco más sobre los diversos aspectos relacionados con la resiliencia. Toma toda la información que descubras y utilízala en diversos ámbitos de tu vida, ¡compruébalo!

Qué es la resiliencia

La resiliencia es la capacidad de encontrar estrategias ante la adversidad en la vida. Es la capacidad de afrontar cambios inesperados y no dejarse abrumar por el sufrimiento y la pérdida.

Aunque el término "resiliencia" se utiliza a menudo en psicología, tiene su origen en la física, que lo define como la propiedad de un cuerpo de volver a su estado original tras sufrir una transformación elástica.

Inspirada en la definición de la física, una persona resiliente es aquella que puede adaptarse a las más diversas situaciones, manteniendo el debido control sobre sus emociones. Según el psicólogo Robert Brooks, quienes son resilientes tienen mayor aptitud para asumir riesgos en la vida y tienen buenas relaciones interpersonales.

Resiliencia y sentido de propósito

La resiliencia está muy ligada al sentido de propósito. Es decir, cuando eres consciente de que eres importante en la vida de las personas y de que puedes aportar algo de valor a la vida de los demás, te vuelves más fuerte y resiliente ante los obstáculos que se presentan en el camino. Con ello, el beneficio llegará a ti mismo y también a los demás.

Por eso, busca actividades en las que sientas que contribuyes. Un servicio voluntario o pasar tiempo con tu familia y amigos, por ejemplo, pueden ser grandes opciones para ayudar a alguien. Pero hazlo todo con gusto y satisfacción. Busca actividades que te aporten felicidad y en las que te sientas bien.

Desarrollo de un proyecto de vida personal

Victor Frankl, fundador de la logoterapia, afirma que todo ser humano necesita tener un sentido en la vida, un propósito por el que luchar. Tener un proyecto de vida personal ayuda a desarrollar la resiliencia, ya que hace que la persona sea más paciente ante los retos. Cada obstáculo se ve como un trampolín para conquistar objetivos.

Así que mira dentro de ti y descubre cuál es tu misión en esta tierra. Presta atención a tus habilidades, competencias, capacidades, ve lo que te causa indignación, sentido de la justicia y cualquier otra cosa que te moleste. De esta manera podrás cambiar tú mismo cuando te enfrentes a situaciones que no se pueden transformar.

Resiliencia y capacidad de comprender nuevas emociones

La inmediatez de la sociedad actual dificulta la conexión con nosotros mismos y, por tanto, el contacto con nuestras propias emociones. Hoy en día, es una tarea casi imposible pararse a reflexionar sobre el estado de nuestras emociones, pero hay que saber que la capacidad de entender nuestros propios sentimientos es especialmente importante en el desarrollo de la resiliencia.

Cuando eres consciente de lo que ocurre en tu interior, eres capaz de encontrar estrategias para enfrentarte a la adversidad. Al fin y al cabo, actuar por impulso y abrumado por las emociones es una gran trampa a la hora de enfrentarse a los problemas. Por eso, intenta reservar un tiempo en tu rutina para conectar con tu interior.

¿Por qué es tan importante la resiliencia?

La resiliencia es la capacidad de recuperarse de la adversidad e incluso es un mecanismo de protección contra el choque emocional ante los problemas. Quienes son resilientes pueden mantener su salud mental intacta porque saben que, por muy mala que sea la situación, siempre hay una luz al final del túnel.

Así, las personas que no poseen la habilidad de la resiliencia son más propensas a sentirse abrumadas por cualquier tipo de desafío. Además, pueden buscar estrategias de afrontamiento que son perjudiciales para su salud, como el abuso de alcohol y otras drogas. En este sentido, el desarrollo de la resiliencia es de suma importancia para la vida de los seres humanos.

Resiliencia en el trabajo

Al ser uno de los campos más competitivos de la sociedad, el mercado laboral exige ciertos requisitos estrictos. No basta con ser bueno en lo que se hace, ser el más cualificado o el que tiene el mejor currículo, sino que es necesario presentar características que impliquen habilidades sociales para la mediación de conflictos, como la resiliencia, por ejemplo.

Así, los empleados más resilientes tienen la oportunidad de ser más eficientes en sus sectores, además de mejorar sus relaciones interpersonales en el entorno laboral. Además, los líderes que presentan la resiliencia como uno de los pilares de su actuación consiguen ser más empáticos con sus empleados, mejorando incluso los resultados de la corporación.

Resistencia en el amor

La resiliencia aplicada al amor es fundamental para tener relaciones más sanas y placenteras. Las parejas resilientes son capaces de resolver los conflictos con más facilidad porque entienden la visión del mundo del otro, comprenden que ambos vienen de experiencias diferentes, con educaciones distintas e incluso con valores diferentes.

Sin embargo, ten mucho cuidado de no confundir la resiliencia con una actitud de aceptar todo de tu pareja. Ten en cuenta que una persona resiliente practica el autoconocimiento y, por tanto, conoce sus propios límites. Además, tiene la suficiente autoestima como para no aceptar menos de lo que merece. Así que sé resiliente, pero no te desvalorices.

Resiliencia y salud emocional

Los que piensan que la resiliencia se limita a la capacidad de afrontar una situación determinada se equivocan. La resiliencia va mucho más allá. Es capaz de modificar patrones de comportamiento, reformular los pensamientos en favor de la salud mental, minimizar los niveles de estrés y ansiedad y mejorar completamente la calidad de vida.

Una persona resiliente es capaz de mantener sus emociones bajo control y, aunque se preocupe por algún problema, no se deja abatir, porque sabe que encontrará una solución. A la luz de todo esto, se observa que la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones es un factor de protección para la salud emocional de todos los individuos.

Las 7 Cs de la resiliencia

Las 7 Cs de la resiliencia hacen referencia al modelo creado por Ken Ginsberg, un famoso pediatra que ayudó a niños y adolescentes a desarrollar la resiliencia. Aunque es muy utilizado por los más jóvenes, el modelo es totalmente útil para los adultos. Compruebe a continuación todo sobre las 7 Cs!

Competencia

Esta competencia está relacionada con la capacidad de enfrentarse eficazmente a diferentes situaciones, es decir, la persona sabe gestionar sus emociones en las más variadas circunstancias, tomar partido cuando es necesario, luchar por sus derechos y reconocer cuándo debe callar y cuándo debe actuar.

Todo esto se hace con excelencia. Pero, evidentemente, la competencia de resiliencia es algo que hay que desarrollar poco a poco. Con cada reto que se presente en el camino, se aprenderá a resolver los problemas con mayor eficacia. Uno se hace resiliente a través de las experiencias de la vida. Por eso, lo importante es afrontar las situaciones y no huir de ellas.

Confíe en

En cualquier ámbito de la vida, la confianza en uno mismo es indispensable. Todo el que quiera ser más resistente necesita tener confianza en su propia capacidad. Tiene que creer en sus cualidades y puntos fuertes y creer que tiene todo el potencial para ser más fuerte y resistente.

Sin embargo, hay que tener cuidado de no confundir la confianza en uno mismo con el orgullo, porque para desarrollar la resiliencia hay que reconocer que se está aprendiendo constantemente y que se necesita a gente buena a su lado. La humildad y el contacto con los demás son puntos esenciales en el proceso de desarrollo de la resiliencia.

Conexión

La resiliencia es la capacidad de adaptarse en medio de la adversidad. Esto no siempre es fácil y por ello requiere el apoyo de personas de confianza. Estar conectado con los amigos y la familia proporciona un maravilloso sentido de pertenencia y seguridad, que ayuda a los seres humanos a ser más resilientes.

Es importante señalar que ser resiliente no significa ser fuerte todo el tiempo, sin pasar por ningún sentimiento de tristeza, decepción o algo parecido. De hecho, esto indica que la resiliencia es un equilibrio perfecto entre sentir sufrimiento y no dejarse abrumar por él. En este proceso, el apoyo de los seres queridos es indispensable.

Personaje

En la resiliencia, el carácter es una propiedad resultante de la conciencia del bien y del mal. Durante la infancia y la adolescencia, es crucial trabajar el carácter para que la sociedad reciba un individuo bien educado y responsable. Al desarrollar el sentido de la responsabilidad como consecuencia, el carácter es una premisa para la resiliencia.

Así, una persona resiliente asume la responsabilidad de sus propios actos y nunca externaliza sus acciones. Sabe que todo lo que hace tendrá repercusiones en su propia vida, contribuyendo al éxito o a la desgracia. Por lo tanto, tener un buen carácter con una noción de lo que está bien y lo que está mal es la base para ser una persona resiliente.

Contribución

Cuando alguien tiene un propósito en la vida, la persona se vuelve más resistente ante las turbulencias de la vida. El propósito es tan vívido que no se detiene a mitad de camino y lucha con todas sus fuerzas. Debido a esta paciencia en medio de las situaciones difíciles, tener un propósito ayuda al individuo a desarrollar la resiliencia.

Pero es importante que el propósito esté relacionado con otra persona, es decir, tienes que sentir que estás contribuyendo a la vida de alguien y que estás marcando la diferencia. De esta manera tus relaciones serán más recíprocas y mutuamente beneficiosas y te volverás resistente.

Combate

La resiliencia no tiene absolutamente ninguna relación con la pasividad. Al contrario, ser resiliente es precisamente encontrar estrategias para afrontar la situación. Por lo tanto, el combate es el punto fundamental que separa a las víctimas de los solucionadores de problemas. En lugar de quejarte y preguntarte por qué te pasa esto, afronta tu problema de frente.

Pero sólo enfréntate a la adversidad cuando sepas controlar tus niveles de estrés y ansiedad. No realices ninguna acción por impulso y mucho menos de forma irreflexiva. Una persona resiliente se conoce a sí misma y sabe exactamente hasta dónde puede llegar. Así que mantén al día tu gestión de las emociones antes de enfrentarte al reto.

¿Cuáles son las características de una persona resiliente?

Quizá seas una persona resiliente y ni siquiera lo sepas, pero para estar seguro de que la resiliencia está en tu vida, mira a continuación algunas características de quienes tienen esta capacidad ¡Compruébalo!

Conciencia de sí mismo

Las personas resilientes son capaces de encontrar estrategias para enfrentarse a las diferentes adversidades del camino. Esto ocurre porque tienen un buen nivel de autoconciencia, es decir, conocen los puntos fuertes y débiles de su personalidad y saben exactamente hasta dónde pueden llegar.

El autoconocimiento es fundamental para aumentar tu índice de resiliencia, de modo que puedas utilizar tus puntos fuertes en tu beneficio cuando te enfrentes a situaciones difíciles, y trabajar en tus puntos débiles para convertirte en una mejor persona. Sin embargo, las personas resilientes no buscan la perfección, porque saben que no existe tal cosa, sólo buscan conocerse mejor a sí mismas.

Control interno y autoestima

El victimismo es una de las grandes trampas de la rigidez en medio de los obstáculos de la vida, y las personas resilientes lo saben muy bien. Entienden que, para hacer frente a las dificultades, hay que tomar las riendas de las propias acciones y no culpar a los demás de las decisiones tomadas. Al fin y al cabo, el éxito sólo depende de uno mismo.

Pero el control interno está directamente relacionado con la autoestima, que no es más que la capacidad de reconocer las cualidades que existen en ti y utilizarlas en tu beneficio. Valorar los puntos positivos es muy importante para desarrollar la resiliencia y, de esta forma, afrontar las distintas experiencias durante tu viaje por la tierra.

Equilibrio emocional y autocuidado

Una de las características de una persona resiliente es el equilibrio de sus emociones. Crear técnicas para reducir la ansiedad y el estrés es indispensable para aumentar el nivel de resiliencia. Cuando se enfrentan a un problema, las personas resilientes no tratan de resolverlo inmediatamente, sino que primero intentan calmarse y luego encontrar soluciones.

Otra característica muy importante es el autocuidado. La salud mental, física y emocional debe ser una prioridad en la vida de cualquier persona. Quien quiera ser más paciente y creer que vendrán días mejores, debe prestarse más atención a sí mismo y no descuidar el cuidado personal. Así que no dejes de mirarte a ti mismo.

Optimismo y resolución de problemas

La capacidad de resolución de problemas es la capacidad de reunir una serie de conocimientos, técnicas y estrategias para superar determinados retos. Algunas personas muestran esta capacidad con mayor facilidad debido a la aguda observación del mundo que les rodea, es decir, aprenden de los errores y éxitos de los demás.

Cualquiera que quiera desarrollar la resiliencia puede adquirir esta capacidad para resolver problemas. Sólo hay que tener paciencia y creer que todo se solucionará, porque el optimismo es una de las características que definen a una persona resiliente. Hay que tener fe y esperanza en la vida.

Consejos para ser más resistente

Hay personas que parecen haber nacido con la capacidad de resiliencia y, por eso, apenas se inmutan ante nada. Pero sepa que es perfectamente posible que cualquier persona se vuelva más resiliente ante la vida ¡Consulte los siguientes consejos y descubra cómo!

Sea flexible

Las personas rígidas difícilmente pueden ser resilientes, porque en la rigidez, la persona sólo ve una forma de resolver las cosas, un camino, una solución. Para desarrollar la resiliencia, es necesario que amplíes tu visión y trates de ver las diversas posibilidades de una situación.

La flexibilidad te ayuda a sufrir menos las dificultades e incluso a mejorar tus relaciones con la gente. Intenta encontrar nuevas formas de adaptarte. Ten en cuenta que siempre hay diferentes maneras de afrontar un problema, sólo tienes que abrirte y permitirte ver las posibles formas que te rodean.

Cree en ti mismo

Ten en cuenta que la resiliencia es una capacidad que se adquiere poco a poco. Con cada dificultad, aprenderás a ser más resiliente y a adaptarte a los nuevos cambios. En este sentido, un buen consejo para que aprendas a ser más resiliente es creer en ti mismo y celebrar tus pequeños logros.

Confiar en tu propia capacidad te ayuda a alcanzar tus metas y objetivos, te hace más productivo, te ayuda a desarrollar una vida más centrada, además de ampliar tu visión para ver el lado positivo de la adversidad. Todo el mundo tiene defectos y cualidades, y eso es normal, pero lo importante es que creas en tus capacidades.

Manténgase conectado

Nadie ha nacido para estar solo. Los psicólogos dicen que todo ser humano necesita estar en contacto con otras personas. Aunque a uno le guste la soledad, es decir, un periodo de aislamiento para reflexionar y completamente sano, la soledad es algo perjudicial para la salud mental porque causa dolor y sufrimiento.

Contar con personas a las que puedas recurrir en momentos de dificultad te ayudará a desarrollar tu resiliencia. Los consejos y la orientación ampliarán tu visión del mundo y verás nuevos ángulos de la situación, de modo que poco a poco aprenderás a ser más resiliente ante la vida.

Aprender hábitos saludables

Uno de los consejos para ser más resiliente es aprender hábitos saludables. Algunos son: hacer ejercicio con regularidad, mantener una dieta equilibrada y rica en nutrientes, leer un buen libro, reservar tiempo para el descanso y muchos otros. También puedes crear tus propios hábitos saludables que se adapten mejor a tu rutina.

Además, entienda que la resiliencia se desarrolla a través de un cuerpo emocional fuerte y sano. Al fin y al cabo, la mente y el cuerpo están estrechamente ligados, ya que uno interfiere en el otro y, en consecuencia, afecta a la capacidad de la persona para ser más resiliente ante la adversidad. Así que cuídese.

Extraer lecciones de las experiencias

Una de las características de una persona resiliente es la comprensión de que siempre es posible aprender de las experiencias negativas. Por eso no se desaniman, porque saben que todo contribuye a su propia maduración. Por lo tanto, trata de extraer lecciones de las malas situaciones que suceden en tu vida.

Cuando salgas de tu posición de víctima y te enfrentes a la adversidad como un verdadero maestro en la vida, se empezará a desarrollar la resiliencia. Así que no te quejes de nada de lo que te llegue, y mucho menos te preguntes por qué ha pasado, sino que piensa en cómo podrías haber actuado de otra manera.

Busca formas de liberar la tensión

Créanme, la tensión bloquea el desarrollo de la resiliencia. Esto se debe a que el estrés impide que la persona vea nuevos caminos y se adapte en medio de las circunstancias. Las preocupaciones roban la paz mental, llevando el foco sólo a los problemas, sin poder encontrar la solución adecuada.

Puedes, por ejemplo, llevar un diario de tus problemas y dificultades, hacer dibujos para expresar tu angustia, meditar, bailar, cantar o incluso hacer una buena terapia.

Mantener una actitud positiva ante la vida

La negatividad es una actitud que paraliza a cualquiera y, por lo tanto, impide la resolución de muchos problemas. Si quieres desarrollar tu resiliencia, tienes que mantener una actitud positiva ante la vida, es decir, tienes que creer que siempre hay una salida para cada situación.

Ser positivo es ver el lado bueno de las experiencias más negativas. Por ejemplo, si una persona pierde su trabajo, en lugar de quejarse y refunfuñar sobre el jefe, puede considerar el despido como una oportunidad para invertir en el emprendimiento y alcanzar sus sueños. Así que, si quieres ser resiliente, mira el lado positivo, porque siempre lo hay.

¿Qué factores contribuyen a la resiliencia?

Como cada ser humano es diferente, hay personas que nacen con un alto potencial de resiliencia, lo que se ve facilitado por numerosos factores, como una buena autoestima, el apoyo familiar, una comunicación clara y la inteligencia emocional, por ejemplo.

Sin embargo, los que no tienen capacidad para adaptarse a los nuevos cambios también pueden convertirse en resilientes. Para ello, tendrán que estar dispuestos a aprender y a perseverar en la búsqueda de ajustes en su propio comportamiento y pensamiento.

Por lo tanto, entiende que ningún cambio es fácil y que nada sucede de la noche a la mañana. Sé paciente contigo mismo y alégrate por cada evolución que logres hacer. Además, aprovecha los consejos y la información que has obtenido en el texto de hoy. De esta manera, te convertirás en una persona más resistente y vivirás mejor en este plano terrenal.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.