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Consideraciones generales sobre el chantaje emocional
Al contrario de lo que mucha gente piensa, el chantaje emocional es un tipo de violencia psicológica sutil pero grave, cuando uno se da cuenta de los principales signos. El manipulador se comporta como una persona seductora, que hace todo lo posible por proteger a su víctima. Pero, en realidad, sólo quiere mantenerla bajo su control por el bien de sus intereses.
Este tipo de violencia puede ocurrirle a cualquiera y no sólo a los más inocentes e ingenuos. Cualquiera está sujeto a la manipulación emocional y cuando ésta implica un sentimiento de amor hacia el chantajista, salir de la situación se vuelve muy difícil.
Pero no hay que preocuparse, porque, en este texto, te daremos algunos consejos para librarte del chantaje emocional, además de, por supuesto, exponer información importante sobre el tema ¡Sigue leyendo para saber más!
Entender mejor el chantaje emocional y sus tipos
El manipulador puede utilizar varios recursos para conseguir lo que quiere. Pero, básicamente, se pone en el lugar de la víctima o utiliza su poder para amenazar y conseguir lo que quiere. Para identificar si alguien sufre un chantaje emocional, ¡vea a continuación más información al respecto y conozca los tipos de este tipo de manipulación!
Qué es el chantaje emocional y sus tipos
El chantaje emocional es un medio que utilizan las personas para conseguir lo que quieren. Un individuo puede, por ejemplo, utilizar el miedo para que el otro haga lo que quiere. También puede sensibilizar a sus víctimas con sus intereses o incluso utilizar su autoridad para que se cumplan sus peticiones.
El chantajista utiliza varios recursos, por lo que no siempre es fácil identificar cuándo se está involucrado en una manipulación emocional. Sin embargo, hay 3 tipos de chantaje emocional que son más fáciles de detectar: la victimización, las amenazas de castigo y las relaciones compensatorias.
Amenazas de castigo
Como su nombre indica, las amenazas de castigo se basan en comportamientos amenazantes que llevan a la víctima a culparse y a responsabilizarse de sus propios actos. Por ejemplo, en este tipo de chantaje emocional, la persona suele decir: "si no haces esto, dejaré de hablarte". Con el sentimiento de culpa, la víctima acaba cediendo.
Las amenazas siempre implican un castigo para la víctima, para que se sienta culpable de las consecuencias. Siguiendo con el ejemplo anterior, "me dejará de hablar porque no hice lo que me pidió", por lo tanto, "yo tengo la culpa de que no me hable más". Esto es aún más fuerte cuando la víctima tiene baja autoestima.
Victimización
El chantajista emocional utiliza mucho el victimismo. Mediante escenas teatrales, induce a la víctima a sentirse culpable. A veces distorsiona los hechos para confundir a la víctima. Por ello, suele ser "muy bueno hablando" y tiene un discurso muy bueno, por lo que, si no tiene cuidado, cualquiera puede caer en su palabrería.
Cuando el chantaje emocional se efectúa a través de la victimización y el manipulador consigue lo que quiere, todo este papel de víctima se deshace. La escenificación teatral y las escenas de apelación dejan de existir y él actúa normalmente, como si no hubiera pasado nada.
Relaciones compensatorias
En las relaciones compensatorias, el chantajista utiliza una especie de recompensa o premio para conseguir lo que quiere. Generalmente, la víctima se siente como si estuviera en una deuda eterna. El otro es demasiado bueno y para conseguir lo que ofrece, será necesario hacer lo que él quiere. Es una relación muy desproporcionada.
El chantajista suele utilizar como recompensa algo que a la víctima le gusta y que, aparentemente, sólo él puede ofrecer. Aunque la víctima no se dé cuenta de este tipo de chantaje emocional, se siente atrapada en la relación, como si sólo pudiera ser feliz con esa persona. Sólo con el consejo de los demás y la búsqueda de la independencia será posible liberarse.
El perfil del chantajista y su víctima
Saber identificar el perfil del chantajista y el de la víctima es fundamental para no caer en un ciclo de chantaje emocional, así como para no practicar esta violencia psicológica con las personas. Aprenda más en los temas siguientes!
Te dicen lo que quieres oír
Generalmente, la persona que realiza el chantaje emocional es el ser querido de la víctima. A veces, la persona manipulada cede a los deseos del otro para poder mantener la relación estable. Ante esto, el chantajista utiliza como estrategia las palabras que quiere escuchar, como por ejemplo, prometer que cambiará su comportamiento.
También puede prometerte premios y recompensas que has estado esperando pero que aún no has recibido. De este modo, consigue ilusionarte, ejerciendo el control sobre tu vida. Vives creyendo que el día de mañana será mejor y que todo irá bien, así que ten cuidado con este comportamiento.
Regalos y golosinas
En una pelea de pareja, por ejemplo, es natural que uno de los miembros de la pareja haga regalos como muestra de arrepentimiento. Pero en el caso del chantaje emocional, el manipulador se empeña en complacer a su víctima para, en el futuro, poder cobrarle lo que quiera. Las buenas acciones que hace no son más que un regateo para utilizarlas después.
El objetivo de esta estrategia es demostrar que lo hace todo por ti, que se sacrifica por la relación y que siempre está dispuesto a verte bien y feliz. Sin embargo, en una relación sana, los regalos se dan voluntariamente y nunca se utilizan como intercambio.
Son celosos y controladores
El telón de fondo del chantaje emocional es el control. Al fin y al cabo, el manipulador quiere que hagas todos sus deseos, sin tener en cuenta los tuyos. Además, suele ser muy celoso, enmascarando este comportamiento con el argumento de que es muy apasionado y cuidadoso con lo que tiene.
De hecho, esta percepción de "tener" es muy característica en los manipuladores emocionales. Consideran a sus víctimas como posesiones o propiedades. Hablan de lo afortunados que son por tener a los chantajeados en sus vidas. Pero, en realidad, frases como ésta son sólo para justificar los celos y el control que presentan.
Son críticos
Por mucho que la persona haga, siempre será insuficiente para el manipulador. Quien hace chantaje emocional está descontento con la víctima, pero no la abandona. La critica, la juzga, le señala defectos y faltas y hace comparaciones muy degradantes sobre la víctima, pero utiliza otras tácticas para que se quede en su vida.
Este juego emocional tiene un solo objetivo: bajar la autoestima de la víctima, para que se sienta incompetente e indigna de mejores relaciones. Con el sentimiento de desvalorización, se ejerce el control para que la manipulación pueda llevarse a cabo, por lo que es muy importante que la persona chantajeada fortalezca su propio amor.
No siempre presentan argumentos razonables
Una de las estrategias de quienes realizan el chantaje emocional es culpar a la persona. Aunque las víctimas tengan razón, los manipuladores distorsionan la conversación y los hechos para hacerles sentir culpables de lo ocurrido, pero sus argumentos no tienen fundamento.
Un ejemplo claro es que, tras una discusión de pareja, la pareja manipuladora deja a la víctima hablando sola o simplemente desaparece sin dar explicaciones o sin hablar durante días. Cuando la víctima cede y se disculpa, aunque el error no sea suyo, el chantajista sigue repitiendo la conducta, dejando a la persona cada día más agotada.
Avergüenzan a los socios en público
El chantaje emocional funciona muy bien cuando los manipuladores avergüenzan a sus víctimas en público. Irónicamente, no disimulan su disgusto por un deseo no cumplido. Están dispuestos a hacer cualquier cosa para que su manipulación se lleve a cabo.
El objetivo es llamar la atención de otras personas para que la persona chantajeada piense que es su culpa que todo esto ocurra.
¿Quiénes son las víctimas del chantaje?
Quienes piensan que las víctimas del chantaje emocional son personas frágiles e inocentes se equivocan. Al contrario, muchas de ellas son individuos responsables que intentan hacer las cosas bien. El gran problema es que los manipuladores encuentran un resquicio en estos individuos para ejercer el control.
Los objetivos de la manipulación emocional suelen tener las siguientes características:
- Son sensibles a las críticas;
- Buscan evitar el conflicto;
- Intentan adaptarse a las situaciones por el bien de la salud de la relación;
- Prefieren dejar en segundo plano sus propias necesidades;
- Suelen tener baja autoestima e inseguridad;
- Intentan complacer a todo el mundo y necesitan aprobación;
- Se culpan con demasiada facilidad;
- Tienen sentido de la compasión y son empáticos;
- Son éticos, responsables y buscan hacer lo correcto.
Cómo lidiar con el chantaje emocional
No siempre es fácil enfrentarse al chantaje emocional, sobre todo cuando se tiene una baja autoestima. Pero puedes salir de este escenario de manipulación con los siguientes consejos. ¡Consulta las pautas!
Reflexionar sobre uno mismo y el contexto
Si usted se disculpa constantemente por sus acciones, aunque no haya hecho nada malo, cediendo siempre a las peticiones de la otra persona y dándose cuenta de que ésta nunca acepta un "no", entonces está experimentando un chantaje emocional. Tenga en cuenta que el manipulador no siempre utilizará la violencia o el poder para controlar a la víctima.
A veces, el chantajista también utiliza la culpa, la lástima, el miedo y la obligación para conseguir lo que quiere. Por lo tanto, es necesario que reflexiones sobre tus sentimientos y tus acciones, y que evalúes todo el contexto, para ver cuántas veces tienes que sacrificarte en aras de los deseos de la otra persona.
Analizar y comprender las tácticas del chantajista
En una batalla, los guerreros suelen analizar las tácticas de su oponente para derrotarlo. En la relación de chantaje emocional, el principio es el mismo, es decir, hay que analizar y comprender las tácticas del manipulador para salirse del control. Hay que observar el patrón de comportamiento del chantajista.
Generalmente, utiliza las emociones de la víctima para controlarla. Sentimientos como el miedo, la culpa y la responsabilidad hacen que la persona no quiera ir en contra de él y, de esta manera, ceda a todo lo que le pide. Intenta observar qué estrategias utiliza, especialmente en los momentos en los que intentaste resistirte, pero no pudiste.
Si esto te resulta demasiado difícil, intenta ponerte en la posición de un observador externo. Mira la situación desde fuera, imagina que le ocurre a otra persona y analiza las tácticas.
Establecer límites
Ten en cuenta una cosa: la otra persona sólo llegará hasta donde tú le permitas llegar. En otras palabras, eres tú quien pone los límites a la otra persona. Así que, para librarte del chantaje emocional de una vez por todas, es esencial que pongas límites. Para ello, tus prioridades deben ser claras y transparentes.
Por muy grande que sea tu amor por el chantajista, tu bienestar no puede dejarse de lado. Si te sientes incómodo o renuncias a algo importante en tu vida para cumplir con la petición de la otra persona, es una señal de manipulación emocional. Por lo tanto, ten la fuerza para romper este control.
Diga no
Las personas cariñosas y generosas suelen tener dificultades con la palabra "no", lo que supone un gran problema para los manipuladores emocionales. Pero no tienes que renunciar a tu corazón generoso, sólo tienes que saber decir "no" en el momento adecuado.
Es necesario expresar esta palabra para que el chantaje emocional llegue a su fin. Probablemente, la primera vez que niegues la petición de un chantajista, no le gustará, pero debes resistir.
Si tu dificultad para decir "no" es muy grande, practica frente al espejo hasta que lo consigas. Trabaja también en tus pensamientos. Elimina la culpa de tu corazón y no te sientas una mala persona sólo porque hayas negado una petición. En su lugar, ejercita tu amor propio y ponte en primer lugar.
El ciclo del chantaje emocional
El chantaje emocional funciona en un ciclo cruel y sutil de violencia psicológica. A partir de la primera voluntad dada, el manipulador continúa con su comportamiento controlando a la persona chantajeada. Vea a continuación cómo se desarrolla cada etapa de este tipo de manipulación.
El manipulador deja clara su demanda
En primer lugar, el manipulador deja muy clara su exigencia. Dice de forma transparente lo que quiere que hagas. En este momento, no utilizará ningún tipo de táctica para llevar a cabo el chantaje emocional. Sin embargo, puede insinuar sus deseos por medio de los sentimientos de la víctima.
Las emociones que se utilizan en esta primera etapa suelen ser la lástima y el deber, pero siempre de forma suave. Dependiendo de la personalidad del manipulador, puede hablar de forma un poco más autoritaria, pero sin amenazas. Las amenazas aparecen tras la resistencia de la víctima.
La víctima se resiste a la voluntad del manipulador
Una vez que el manipulador deja claras sus exigencias, la víctima se resiste de forma natural. Esto se debe a que las peticiones del chantajista suelen ser desagradables, incómodas y perjudiciales o simplemente comprometen las necesidades personales del chantajeado, por lo que la reacción de rechazo es habitual.
Cuando la probable víctima del chantaje emocional consigue decir "no", el manipulador sigue insistiendo, con la posibilidad de cambiar sus tácticas hasta que ella ceda. La persona puede utilizar argumentos para mostrar la irracionalidad de la petición, pero aun así, la insistencia continúa.
Por otro lado, el deseo del manipulador puede ser incluso algo razonable, pero no acepta la negativa de la víctima, que se siente incómoda por no ser respetada.
La amenaza surge
La persona que realiza el chantaje emocional no soporta recibir un "no". Recuerda que es una persona controladora y que quiere que todo se haga a su manera y a su forma. Ante esto, comienzan a aparecer las amenazas psicológicas, en las que el manipulador hace sentir a la víctima que es responsable de los efectos negativos de la negativa.
Es en esta fase donde entra el comportamiento compensatorio, donde la víctima sólo recibirá dicha recompensa si cede a la voluntad del chantajista. También es aquí donde el manipulador puede hacerse la víctima, echando la culpa de su estado a la persona manipulada. El miedo, la lástima, la culpa y la obligación son sentimientos muy comunes en este punto.
La víctima cede a la citación
Finalmente, si la táctica del manipulador funciona, el chantaje emocional se materializa con la renuncia de la víctima a sus propios intereses y necesidades, es decir, después de tantas amenazas, la persona renuncia a lo que considera correcto y renuncia a sus principios para satisfacer las exigencias del otro.
Aun con la sensación de incomodidad y malestar, la víctima hace lo que el manipulador le pide y, después de todo el chantaje, vuelve a su estado normal, sin ninguna escena atractiva. Generalmente, la víctima se siente apenada, asustada u obligada a ceder a la intimidación.
Repetir los pasos
Una vez que el chantaje emocional es efectivo, el manipulador repetirá todos los pasos para que el ciclo de violencia psicológica continúe, sin importar lo perjudicial que sea para la víctima. Si una estrategia ha funcionado, ésta es la que seguirá utilizando, porque ya sabe cómo se comporta la víctima ante esta táctica.
Pero es importante entender que el chantajista puede utilizar otros recursos para manipular, sobre todo si la negativa es firme. Una de las características del manipulador es la persistencia y la inteligencia. Como no le gusta recibir un "no" y quiere controlar, utilizará otras estrategias para conseguir lo que quiere.
Ejemplos de chantaje y qué hacer al respecto
A veces, las víctimas del chantaje emocional no saben que están siendo manipuladas, lo que hace aún más difícil salir de este ciclo de control. Por eso, vea a continuación algunos ejemplos de esta manipulación y aprenda qué hacer ante ella.
Ejemplos de chantaje emocional
Un ejemplo clásico de chantaje emocional está en el cine: en la película de Shrek, hay un personaje que utiliza las expresiones faciales para conseguir lo que quiere y manipular a sus víctimas, el gato con botas. Cuando quiere algo, ensancha los ojos, sujeta su sombrero entre las patas delanteras y pone una expresión de pena. Cualquiera sentiría pena por él.
El chantajista emocional tiene la misma intención: utiliza artificios para conseguir lo que quiere. En una relación amorosa, por ejemplo, la persona puede amenazar a menudo con abandonar al otro sólo para conseguir lo que quiere. Sin embargo, para identificar el chantaje emocional es necesario evaluar toda la situación, principalmente si te sientes manipulado o no.
Qué hacer ante los indicios de chantaje emocional
Cuando el chantaje emocional lo hace alguien a quien se quiere, salir de esta situación se convierte en una tarea muy difícil. Al fin y al cabo, hay muchos sentimientos de por medio. Pero se puede revertir esta situación a través de una terapia de pareja. Con la orientación de un psicólogo, el manipulador puede abandonar este comportamiento controlador y vivir de una manera más ligera.
Sin embargo, ten mucho cuidado de no caer en la idea de "arreglar" a la otra persona, ya que esto puede ser una trampa para ti. El manipulador puede utilizar la promesa de cambio como excusa para continuar con la manipulación, así que piensa primero en ti y busca la ayuda de un psicólogo. Si lo necesitas, cuenta con amigos y familiares para que te asesoren.
Importante: ¡El chantaje emocional es un delito!
Al ser considerado violencia psicológica, según la Ley Maria da Penha, el chantaje emocional es un delito. Esta ley garantiza la protección de las mujeres, que estadísticamente son las que más sufren la violencia doméstica, por lo que, en cuanto identifiques los indicios de este tipo de manipulación emocional, puedes solicitar protección judicial inmediatamente.
Sin embargo, aunque el chantaje emocional esté incluido en la Ley Maria da Penha, esta violencia psicológica puede ocurrirle a cualquier persona, incluyendo hombres, adolescentes e incluso niños. Es esencial buscar protección lo antes posible para que la manipulación no genere consecuencias peores.
No toleres el chantaje emocional y si te sientes amenazado, no dudes en buscar ayuda.
Comprende que la vida otorga el don del libre albedrío para que cada uno pueda tomar sus decisiones y forjar sus caminos en esta tierra, por lo que no es necesario que vivas atrapado en un chantaje emocional en nombre del amor, la protección o lo que sea. Si te está generando malestar, amenazas y sentimientos de encierro, ese lugar no es para ti.
Ahora que sabes que el chantaje emocional es violencia psicológica y está tipificado como delito, puedes buscar el apoyo de una comisaría de la mujer, o incluso buscar ayuda psicológica para salir de esta situación. No cedas, sé firme y no toleres este tipo de violencia en tu vida!