Positividad tóxica: significado, daños, cómo afrontarla y más

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Jennifer Sherman

¿Qué es la positividad tóxica?

Ser capaz de ocultar lo que realmente sienten las personas, la positividad tóxica es muy debatida. Tapar las emociones para fingir que todo está bien es una forma de no intentar resolver o ponerlo en evidencia. En las posibilidades de las redes sociales muchos intentan mostrar que todo está en perfecto orden, sin estarlo.

Si se convierte en un sentimiento asfixiante, también puede conducir a un proceso complicado de negatividad, lo que hace que muchas personas oculten este sentimiento. Si se alimenta, se desgasta y consume. La positividad debe moderarse para mantener un sistema progresivo y próspero.

¡Descubre cuáles son los procesos de la positividad tóxica leyendo el artículo!

Significado de la positividad tóxica

Al construir una situación que obligue a la persona a mantener un sentido de positividad, el tóxico también entra en este contexto para construir una gratitud por lo que sea que esté pasando, por ejemplo. Al no tener que partir necesariamente del principio positivo por algo que está saliendo mal, esto puede ser poco saludable.

La única forma de combatirlo es no reprimir lo que se siente, sino darse la posibilidad de resolverlo, ya que puede afectar drásticamente a la salud, las actitudes se vuelven innecesarias y la forma de actuar en la vida diaria se convierte en una posibilidad que hay que evitar.

Sigue leyendo para entender las definiciones y los ejemplos de positividad tóxica.

Definición de "Positividad

Definida como un rasgo que transmite prosperidad y verdad, la positividad sale del corazón. Por ello, una persona es capaz de mantenerse centrada en lo que quiere y hacer uso de esta emoción. Afrontar las cosas en este proceso hace que todo sea más fácil de consumir.

La psicología y la ciencia ya han hablado de este sentimiento, mostrando la fuerza que se alimenta desde el interior, así como el poder transpirar y apagar. Si no se maneja de forma equilibrada puede destruir y convertir a la persona en rehén de algo que puede enfermar.

Definición de "Tóxico

Lo tóxico puede describirse como algo que causa efectos nocivos, además de estar relacionado con lo que puede adormecer. En este sentido, el sentimiento transmite lo que puede ser nocivo, causando efectos irreversibles sin que la persona se dé cuenta.

Más que todo esto, apegarse a algo así puede consumir sin que uno se dé cuenta y no vea nada más allá de lo que tiene enfrente. Hay que trabajar la percepción, haciendo que uno tenga un sentido agudo de lo que se está alimentando de manera perjudicial.

Positividad tóxica y psicología positiva

Cuando la psicología positiva entra en contacto con la positividad tóxica es posible que ambas características se confundan. Para entender la diferencia que existe, el psicólogo Antonio Rodellar ya dijo que las personas no nacen siendo pesimistas, sino que todo este sentimiento se construye con el tiempo y a través de las experiencias vitales.

El tratamiento de esta psicología trata de cambiar los pensamientos negativos en positivos. El problema se encuentra en esta transposición y cuando las emociones están en exceso. Puede quitar la percepción, deja a la persona sin ver lo que es verdad y con ello se centra sólo en los sentimientos positivos para ocultar los momentos tristes.

Ejemplos de positividad tóxica

Hay algunas frases que la gente utiliza para dar esa sensación de ánimo en alguien, y puede haber un problema en esto si se hace en exceso. La positividad tóxica se convierte en palabras que pueden tener un efecto negativo, no ayudando en absoluto.

Intentar siempre ver el lado bueno de las cosas, utilizando frases como: "deja de ser negativo", "no te rindas fácilmente" y "simplemente sé feliz", son ejemplos. Ignorar lo que puede ser difícil, convencerse a sí mismo y esconderse no son grandes opciones. Las personas necesitan enfrentarse a los sentimientos desfavorables para crecer y evolucionar.

La importancia del pensamiento negativo

En este contexto concreto, pensar en el lado negativo puede ser algo que se desarrolle, teniendo en cuenta que es necesario llegar a un proceso de autoconocimiento. La positividad tóxica interfiere en el bienestar, necesitando una percepción negativa de la vida. No todas las cosas suceden como se planean y es necesario saber cómo lidiar con esto.

Transmitir una imagen positiva a los demás puede crear esa sensación de inmediatez. Tener prisa y querer todo para ayer, ambas emociones pueden ser perjudiciales. Es necesario entender que no todo será posible de afrontar y buscar ayuda no te debilitará, por lo que la psicoterapia puede colaborar.

Toxic Positivity y las redes sociales

Las personas que muestran sus retos a diario pueden utilizar los comentarios positivos para ayudarles a sobrellevarlos, lo que puede ser completamente opuesto a lo que realmente están experimentando.

Idealizar una vida en función de las emociones positivas según lo que se consume en internet puede ser peligroso, porque no se identifica la certeza, incluso puede desarrollar enfermedades psicológicas, este segmento pasa por un proceso de exigencia ante la percepción ajena.

El daño de la positividad tóxica

Al igual que otros sentimientos, la positividad tóxica puede hacer que se acumulen una serie de problemas relacionados que tratan de ocultar la realidad, por ejemplo, y además, estos problemas pueden intensificarse y hacer cada vez más daño.

El estrés también puede estar ligado a emociones como la inseguridad, la represión de los sentimientos, la inmadurez, la somatización, el abandono y otras. Al tratar de ocultar estas acciones el individuo sólo se perjudica a sí mismo, además del no consentimiento que es otro proceso que lo enferma.

Lee los siguientes temas para entender los daños de la positividad tóxica.

Ocultar la realidad

Tratar de ocultar la realidad es una forma de ignorar el momento actual, pero en el proceso de positividad tóxica hacerlo sólo empeora la situación. En la normalidad también entra lo imprevisto, porque las personas no siempre van a tener control sobre los problemas de la vida.

Tirar algunos impases bajo la alfombra puede intensificar el problema que hay que trabajar y antes incluso de afrontarlo. Afrontarlo de una vez por todas puede no traer el resultado positivo, pero probablemente traerá una lección. Reaccionar con insatisfacción ante un problema es normal, pero no actuar y hacer como si no existiera es peor.

Autoabandono

El auto-abandono se construye a medida que se quita la responsabilidad del cuidado de sí mismo. La positividad tóxica es también parte de este proceso y el cultivo de algo sólo para tratar de consolar. También, el aislamiento emocional se puede construir a través de estas acciones y hacer que se aleje de la gente.

La atención que se mantiene en este acto de sabotaje a uno mismo hace que sea una persona complicada de tratar, transmitiendo todas estas emociones a los demás y sacando de circulación la socialización.

Evitar las conversaciones difíciles

Frente a las posibilidades de la positividad tóxica se desarrollan algunas señales de que las personas hacen todo lo posible para huir de las conversaciones difíciles. Aunque no tenga un resultado positivo, lo mejor es afrontarlo e intentar resolverlo. Ignorar no reconforta.

No todas las cosas saldrán como se han planeado y esto es normal. Es importante no ocultar estos sentimientos, porque sólo exponiéndolos se puede resolver el impasse. Con el tiempo estas conversaciones incómodas se convertirán en procesos más suaves y el individuo será capaz de afrontarlos.

Estrés

Con el estrés y la positividad tóxica al lado, el ser humano alimenta procesos estresantes y perjudiciales. La perfección que se exige en este contexto enferma y se convierte en un nerviosismo constante.

Frente a las cosas que siempre se pueden ver por el lado bueno, lo negativo puede ser algo más saludable y permanecer dentro de este proceso puede estimular una sensación de asfixia. Los sentimientos poco prometedores deben ser evaluados frente a estas acciones, tratando de apuntar a situaciones positivas sin exagerar.

Reprobación de los sentimientos

Reprimir algunos sentimientos puede empeorar la situación en el contexto de la positividad tóxica, ya que ambos pueden intensificarse y causar un daño psicológico irreversible. Como no todo en la vida funciona de forma alegre y entusiasta, dejarse llevar por la tristeza es una forma de intentar dar forma a esta cuestión tan perjudicial.

Evitar ciertos sentimientos por miedo no es saludable, teniendo en cuenta todos los avances para evaluarse a sí mismo. Los altibajos forman parte de la vida de muchas personas, pero algunas saben sobrellevarlos con mayor facilidad, por lo que no los ignoran y los meten debajo de la alfombra.

Inseguridad

La inseguridad es un factor determinante en el proceso no evolutivo, entrando también en juego la positividad tóxica. Ambas se consideran emociones complicadas, pero hay algo que puede intentar frenar este proceso. Intentar afrontar las situaciones y no tener miedo a ello puede ser una forma de librarse de la inseguridad, así como no ignorar una situación por miedo al resultado.

El individuo necesita estimular un proceso para tratar de calmarse y reconfortarse ante la dificultad. Acomodarse dentro de esta positividad tóxica hará que se pierda la percepción y la claridad de las cosas, además del sentimiento de inseguridad que se alimentará al no avanzar en la maduración.

Somatización

Cuando una persona no encuentra una forma de expresarse y de sacar sus sentimientos, estos se acumulan y con la positividad tóxica esto puede empeorar, por lo que se pueden ver algunos daños con esta acumulación y causar algunos problemas en la piel. Además, se puede desarrollar acné e intestino irritable.

Rodellar habló de la existencia de algo que va más allá de estas consecuencias, diciendo lo siguiente:

Cuando nos centramos sólo en las emociones positivas, tenemos una versión más ingenua o infantil de las situaciones que nos pueden ocurrir en la vida, por lo que nos volvemos más vulnerables a los momentos difíciles."

Inmadurez

Si una persona actúa de forma inmadura ante una situación similar al proceso de positividad tóxica, construye una personalidad que no es vista con buenos ojos por la gente. Aunque no haya necesidad de agradar, la maduración tendrá que establecerse en algún momento.

Por lo tanto, hay que controlar y estudiar ambas emociones, con el objetivo de mejorar la acción y la percepción. Aferrarse siempre a esto no será ventajoso.

Salud mental

A algunas personas les resulta difícil mantener una salud mental equilibrada. Al ser un proceso que necesita calma, la positividad tóxica puede empeorar la situación si no se controla. Ante las experiencias puede prevalecer el desgaste emocional, y la mente necesita descansar para nutrirse.

Al no ser fácil mantener la calma ante esta acción, es necesario poner la salud mental como prioridad. Al poder reflejar muchas cosas físicamente, se destruye con facilidad y la recuperación es cada vez más complicada. Es necesario ponerse como prioridad y pedir ayuda, buscando el bienestar.

Cómo lidiar con la positividad tóxica

El optimismo es un sentimiento que hace mucho bien, pero cuando se utiliza en exceso puede hacer daño. A partir de este proceso puede empezar a surgir una presión que hace que se acumule una positividad tóxica. También hay una gran diferencia entre esta emoción y el lado constante de la misma. Hay que ser consciente de ello, así como intentar equilibrarlo y mantenerlo a raya.

Cuando se niegan los procesos negativos, los sentimientos pueden ser reprimidos y arrojados debajo de la alfombra. Si existe una burbuja en la que todo se vuelve maravilloso, hay que romperla y mostrar cómo lidiar con los momentos de tristeza. La ansiedad también puede desarrollarse, haciendo que el problema sea cada vez peor.

Sigue leyendo el artículo para saber cómo lidiar con la positividad tóxica.

No negar lo incómodo

Uno de los primeros pasos para poder lidiar con la positividad tóxica es no negar su existencia. Los sentimientos incómodos pueden aparecer, pero necesitan resolución. Poniendo madurez en esto es posible ser más consciente de lo que se enfrenta y buscar maneras de lidiar con ello.

Tratar de hablar de estos sentimientos puede colaborar a una solución, y hablarlo con una persona cercana y de confianza puede ayudar. No se puede tratar de evitar las situaciones difíciles, porque son necesarias para el crecimiento de todos. Los buenos momentos no durarán siempre, y los complicados tampoco.

Hablar de lo que te molesta

Ser honesto con uno mismo y decir lo que se siente es importante, y la resolución puede ser incluso más fácil. La positividad tóxica puede hacer mucho daño, dada la necesidad de equilibrio. Si hay una persona en la que puedes depositar toda tu confianza, hablar con ella para aliviarla puede ayudar.

Ahora bien, si esta no es la solución, buscar un profesional cualificado traerá un mejor resultado. La vergüenza no puede existir en este proceso, al igual que no se puede evitar por la fuerza. Una conversación natural puede fluir desde ambos lados, además de ser reconfortante.

Valorar sus sentimientos

Además de validar los sentimientos, también es importante resaltarlos. La positividad tóxica se compone de palabras que pueden reconfortar, pero que en la exageración pueden dañar. Por lo tanto, expresar los sentimientos puede ser una forma de empezar a lidiar con esa dificultad.

Más que eso, hay que exponerlos y sacarlos a la luz. Teniendo una visión favorable de lo que se transmite, se puede presentar y reforzar. La resolución sólo se construirá alimentando estos sentimientos y exponiéndolos para que sean validados. Por lo tanto, no se puede tener miedo de mostrar lo que se siente y lo que se es.

Buscar una red de apoyo

Para superar este problema que es la positividad tóxica, lo indicado es crear lazos con personas que puedan fortalecer esta causa. Si son buenas para el confort y la salud, aferrarse a ellas puede ser una solución, más que eso, las penas serán comprendidas y con las transformaciones resultarán alegrías.

Todo el mundo necesita un hombro en el que apoyarse para recibir apoyo y consejo, y este asunto no es diferente y con ayuda todo puede ser más fácil. No hay necesidad de guardarlo todo cuando la oportunidad está llamando a la puerta, pidiendo espacio.

Cuidado con el victimismo

Lo que uno siente es justo y comprensible, y la positividad tóxica puede fortalecerse sin los cuidados necesarios. Intentando apoyarse en algo o en alguien, es posible aprender a manejar y mejorar esta situación. Las personas necesitan exactamente lo que es posible para vivir con y dentro de sus necesidades.

Hay que tener cuidado con el victimismo que se puede crear en este contexto, situándose siempre con la parte más perjudicada de la situación. Reconocer no hace daño y sólo construirá una nueva percepción de lo que se puede trabajar constantemente. Las palabras motivadoras pueden reconfortar, pero ignorarlas para resolver un impasse es aún mejor.

Ir a terapia

Buscar ayuda profesional te ayudará a trabajar temas como la positividad tóxica, evitando que este proceso se extienda y complique aún más las cosas. Además, es importante asegurarse de que estas emociones no afecten a otras personas, porque no son las verdaderas responsables.

Ignorar estos sentimientos puede hacer que se deje de lado todo lo que se es, y un profesional especializado puede ayudar a resolver y afrontar dichos problemas, ya que se necesita un tratamiento constante, no necesariamente hay una fórmula que elimine y el acompañamiento en el camino hará que se encuentre el equilibrio.

¿Cuál es el umbral a partir del cual la positividad se vuelve tóxica?

Hay que poner límites para que la positividad tóxica no consuma por completo al individuo. Motivarse a uno mismo y a los demás con palabras prósperas es una buena alternativa, pero hay que manejarlas bien. Se puede transmitir apoyo para mantener un equilibrio, pero sin las excepciones que hacen daño.

Cuando una persona se fisura por esto, puede que ni siquiera sea consciente del desgaste que se está acumulando y que le afecta drásticamente. Ignorar una situación complicada no la va a resolver por sí sola, como tampoco lo hace esconderla bajo la alfombra. Por eso, la confrontación debe transformarse en soluciones y aunque no vayan a dar un resultado positivo.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.