Dependencia emocional: Descubra qué es, los síntomas, las causas y cómo afrontarla

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Jennifer Sherman

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional se da en las relaciones interpersonales, principalmente en el amor, y es la necesidad que una persona tiene de otra para ser feliz, tomar decisiones y dar dirección a la vida originada por la falta de autoestima, confianza en sí mismo y amor propio.

Las personas que se vuelven emocionalmente dependientes de alguien, difícilmente viven bien con el individuo a su lado, como si ya no supieran vivir sin esa persona. Este tipo de relación no es saludable para nadie, porque uno pone en el otro la expectativa y la necesidad de llenar el vacío.

No es tan sencillo lidiar con la dependencia emocional, ya que muchos no se dan cuenta de que dependen de otro ser humano para cualquier tarea o simple elección en la vida, además de sentir miedo a equivocarse y ser rechazados, por lo que ya no pueden tomar sus propias decisiones solos, dejando su vida en manos de otro.

¿Te has identificado o conoces a alguien que está en esta condición? Descubre en este artículo todo sobre la dependencia emocional.

Síntomas de dependencia emocional

Los síntomas de la dependencia emocional son más fácilmente percibidos por quienes no están involucrados en la relación, pero no es imposible para quienes están en este estado. Aprende cuáles son los síntomas leyendo los siguientes temas.

Dificultad para tener su propia autonomía

La dependencia emocional dificulta que la persona tenga su propia autonomía, se siente insegura cuando está o hace algo por su cuenta, principalmente con situaciones referidas a su vida en conjunto, llegando a ser incapaz de cuidarse a sí misma. Hay una sensación de seguridad cuando el otro individuo está cerca para ayudar.

El individuo cede el control de su propia vida y de sus propias decisiones al otro, lo que se convertirá en un dolor de cabeza en el futuro, especialmente si está en una relación abusiva.

Por lo tanto, es mejor analizar lo que se siente y lo que se hace para no perder la propia autonomía y no caer en una relación de dependencia emocional.

Dificultad para discrepar

Cuando una persona tiene dificultades para estar en desacuerdo con otra, suele ser más frágil emocionalmente, quiere complacer a todo el mundo y evitar discusiones innecesarias. Esta actitud es peligrosa, ya que muchos pueden aprovecharse de este individuo para conseguir lo que quieren.

Además de la fragilidad emocional, esta dificultad puede provenir de algún trauma infantil, de alguna experiencia traumática en algún momento de la vida del individuo o del miedo a ser criticado o reprochado. Es necesario aprender a imponerse ante la gente, poner límites y aprender a decir "no", aunque pueda molestar.

Miedo a ser abandonado

En el momento en que la persona siente que su vida no tiene sentido sin su pareja a su lado, el miedo a ser abandonado y rechazado se hace constante, por lo que toman actitudes que pueden ser desagradables, alejando a cualquiera de su convivencia. Cualquier situación o acontecimiento es una pesadilla y los dependientes emocionales piensan que serán dejados de lado.

En una relación amorosa, si la pareja realiza actividades que no incluyen a la persona, esto será visto como un abandono y surge un sentimiento de impotencia. Surge el pensamiento de que la vida ya no tendrá sentido si la relación termina. Este miedo puede surgir de algún abandono por parte de los padres o familiares cercanos en la infancia.

La sumisión y el desconocimiento de la propia voluntad

En la dependencia emocional, es habitual que la persona acepte todo en silencio, que se vuelva sumisa, que ignore sus propios deseos, que deje de ocuparse de sí misma y que deje de lado sus sueños y objetivos para hacer todo lo que su pareja le pida, y que siempre esté disculpándose por cualquier cosa.

En esta fase, la persona ya no sabe vivir sola, no puede hacer nada sencillo por sí misma sin alguien a su lado, pero hará cualquier cosa por su pareja.

Ansiedad con la distancia

Esta actitud asfixia a la pareja, lo que hace que la separación o el cese sea la mejor decisión que se pueda tomar, pero no es una tarea fácil de llevar a cabo. Ambos salen perjudicados y el que es dependiente emocionalmente lo intenta todo para evitarlo.

Además, la dependencia emocional empeora con la distancia. La ansiedad también surge cuando la pareja está cerca, porque el miedo a entrar en una discusión y ser abandonado es desesperante. Es necesario cultivar el amor propio para evitar esta situación.

Cuidado excesivo de la pareja

Otro síntoma de dependencia emocional es el cuidado excesivo de la pareja, como querer complacer siempre y hacer todo lo posible para que la relación siga adelante. Todo este cuidado hace que la persona dedique más tiempo a la pareja, olvidándose de sí misma.

La pareja se siente asfixiada por todo esto y entonces comienza a distanciarse de la persona, que a su vez puede sentir que no está haciendo lo mejor, entrando en la desesperación. Entonces, si se da cuenta de que la terminación va a suceder, el individuo emocionalmente dependiente tiende a recurrir a la manipulación y al chantaje emocional para mantener a la pareja cerca.

Sentimiento de negación

Para evitar discusiones y peleas con la pareja, la persona ignora todos los problemas que aparecen durante la relación, evitando el malestar y esperando que todo vaya bien, pero en el fondo sabe que en algún momento estas adversidades aparecerán y habrá que solucionarlas.

Ocultar los problemas sólo hará que se agraven en cuanto salgan a la luz. Lo correcto es hablar con tu pareja de lo que ocurre y escuchar lo que el otro tiene que decir, llegando a una solución sin peleas, sin egoísmos, sin manipulaciones y sin faltas de respeto.

Sentimiento de culpa

El sentimiento de culpa está presente en quienes se encuentran en el estado de dependencia emocional. No importa lo que ocurra o si su propia pareja se equivoca, la persona siempre se sentirá culpable y se disculpará para evitar peleas y el fin de la relación. Así, la pareja puede aprovechar para manipular a la persona con cualquier propósito.

Además, la persona se siente obligada a hacer felices a los demás y cuando algo va mal, aunque otros hayan hecho algo mal, acaba asumiendo la culpa de ello. No hay necesidad de disculparse ni de sentirse culpable por un hecho que ha sido causado por otras personas.

Cambios de humor

El estado de ánimo puede variar constantemente, sintiéndose dependiente y feliz al mismo tiempo, y de repente empezar a sentir ira, odio, tristeza, generando discusiones y paranoia. Por lo tanto, el cambio de humor hace que la persona piense que está en una posición de víctima y actúe como tal, esperando que todo el mundo se compadezca y sienta lástima.

Al ser dependiente emocionalmente, la persona intenta tener la suficiente atención de su pareja en la relación y cuando nota que la relación no es como debería, siente rabia y tristeza e incluso piensa en un posible final. Sin embargo, no es fácil salir de la dependencia emocional, al mismo tiempo que se siente bien, se siente triste.

Causas de la dependencia emocional

Las causas de la Dependencia Emocional varían de una persona a otra, la mayoría de ellas se inician en la infancia, por lo que es necesario contar con apoyo psicológico para obtener un diagnóstico más preciso e iniciar el mejor tratamiento. Para conocer las causas de la Dependencia Emocional, lea los temas siguientes.

Baja autoestima

La baja autoestima es una causa que puede provenir de varios factores como la crianza de los padres o tutores en la infancia, la mala interacción con otros niños durante el crecimiento, las interacciones sociales, los prejuicios, entre otros. Crecer con críticas sobre la apariencia, el cuerpo y las condiciones psicológicas trae graves consecuencias en la vida y las relaciones.

Es habitual que una persona que ha sufrido acoso o prejuicios en la escuela o que ha sido criticada por sus padres y familiares se apegue a su pareja y se vuelva emocionalmente dependiente. Esto sucede porque piensa que no conseguirá otra pareja tan fácilmente en el futuro, que puede ser cambiada por otra o para usar esto como validación ante los padres y la sociedad.

Inseguridad extrema

La persona siente una inseguridad extrema, creyendo que estará sola toda su vida si no hace todo por su pareja. Además de carecer de confianza en sí misma, no se cree interesante, guapa o capaz de conseguir nada, por lo que se anula a sí misma para dedicar todo su tiempo a hacer feliz a su pareja.

A veces se piensa que el otro puede perder el interés en la persona y en la relación, lo que lleva a que se acabe en cualquier momento, por lo que hay mucha adulación, dedicación ciega, abandono de los propios deseos y de los cuidados básicos para cuidar a la pareja. En estos casos, suele producirse maltrato psicológico y emocional.

Piensa que es amor

La persona emocionalmente dependiente que está en una relación cree que lo que siente es amor, sin embargo, lo que realmente siente es la necesidad de compensar la falta de afecto y cuidado que sufrió en la infancia. Por ello, muchas personas caen en relaciones tóxicas y abusivas, especialmente las mujeres.

Además, es normal que una persona emocionalmente dependiente confunda el amor con la obsesión, que se niegue a ver la realidad, que niegue que es emocionalmente dependiente, que ignore las opiniones contrarias y que dañe a su pareja aunque no tenga intención de hacerlo. Al final, el individuo sólo descubre que estaba en este estado después de dejar la relación y superar la ruptura.

Falta de afecto en la infancia

La falta de afecto en la infancia es la causa más común para que una persona desarrolle una dependencia emocional en una relación por no haber recibido todos los cuidados y el afecto necesarios durante esta etapa. Desgraciadamente hay muchos niños que crecen en ambientes familiares conflictivos y con ausencia de afecto.

Además, el exceso de normas, los castigos, el desamparo y la falta de seguridad hacen que la persona busque a alguien que compense todos estos defectos e inseguridades en su etapa adulta. La forma en que el niño fue criado se refleja en la edad adulta en la forma en que actúa afectivamente con su pareja.

Convención social

Desgraciadamente, hay una gran parte de la sociedad que ve la dependencia emocional como una forma de amor y afecto, ignorando todas las actitudes y sentimientos nocivos con el propio individuo. Las creencias y afirmaciones que hacen a los demás pueden influir en que caigan en relaciones tóxicas o abusivas con el pensamiento de que el amor es así.

Un ejemplo más común de escuchar a alguien es que los celos excesivos demuestran lo mucho que la pareja se preocupa por la persona. Justificar el control sobre la vida y la libertad de la pareja también se ve como una demostración de cuidado y preocupación. Hay varios ejemplos que se pueden ver en la vida cotidiana, y los que creen esto, se quedan atascados en relaciones tóxicas más fácilmente.

Cómo tratar la dependencia emocional

Dejar de ser dependiente emocionalmente no es una de las tareas más fáciles, pero no es imposible, sólo hay que tener disciplina y aplicar algunos sencillos consejos que se enumeran a continuación.

Reconocer los síntomas

El primer paso para liberarse de la dependencia emocional es reconocer los síntomas y practicar la auto-observación junto con el amor propio. Es un error convertir a una persona en tu única fuente de amor, cuidado y afecto, siendo perjudicial para ambos. Acabar con esta dependencia transfiere todo el cuidado y la necesidad de atención a ti mismo.

Al principio puede haber resistencia y dificultad para analizar los propios sentimientos y actitudes hacia uno mismo y hacia la pareja, pero una vez que uno se da cuenta de que tiene todos o la mayoría de los síntomas, resulta más fácil encontrar una salida.

Mantenga su individualidad

Mantener la individualidad es importante para cualquier persona en cualquier tipo de relación, porque cada uno es como es y nadie debe cambiarse a sí mismo para ser aceptado en una relación amorosa. Intenta practicar la autoaceptación y hacer algunas actividades o aficiones importantes sin necesitar a su pareja cerca.

En una relación sana, cada uno mantiene su individualidad, acepta las virtudes y los defectos del otro, aunque trabaje para mejorar esas partes negativas. Así que no te anules a ti mismo, no cambies tus creencias, gustos, aficiones y sueños por otra persona.

Valorar sin idolatrar

Por lo general, la persona con dependencia emocional idolatra a su pareja pensando que la está valorando o amando y este es un error común, ya que mientras la persona dependiente emocionalmente se encuentra abatida, humillándose y pensando que es inferior, su pareja se pone en un pedestal.

Sin embargo, en una relación sana, se valora a la persona amada sin necesidad de idolatrarla. Para valorar a la pareja se pueden celebrar los logros que ha conseguido, agradecerle los favores, alabar las buenas actitudes que tiene, ayudar en algunas cosas y hacer regalos.

Buscar la autonomía

Realizar tareas, hacer ejercicio, realizar diferentes actividades fuera de casa sin depender de la pareja aumenta el círculo de amistades, tiene la posibilidad de conocer gente nueva, otros puntos de vista sobre la vida, entre otros aspectos positivos, con lo que acaba liberándose poco a poco de los sentimientos destructivos de la dependencia emocional.

Es necesario reforzar que no es sano sentirse apegado y dependiente de una pareja para vivir, sin embargo, aprender a estar solo no es malo, siempre habrá algunas situaciones en la vida en las que las personas necesitan estar solas o no podrán pedir ayuda para resolverlas.

Busque un profesional

La dependencia emocional hace que una persona enferme emocionalmente como consecuencia de la anulación de su propia individualidad, sueños, carrera, amistades y aficiones. Lo más importante para hacer frente a esto es buscar un profesional de la salud mental, tanto para ayudar a descubrir los síntomas como para salir de la situación.

En las sesiones con un psicólogo, la persona tiene total libertad para hablar de lo que siente, de lo que le pasa y de lo que piensa con el profesional y toda la información queda restringida sólo entre los dos. Además, el acompañamiento psicológico ayuda a lidiar con uno mismo, con la autoestima, con el desprendimiento de los traumas y otros factores que perjudican la salud mental.

¿Es peligrosa la dependencia emocional?

La dependencia emocional es peligrosa porque hace que una persona dependa totalmente de otra, manipula, intenta quitarle la libertad a la pareja para que sólo esté consigo misma. Todas estas actitudes de obsesión y apego disfrazadas de amor suelen darse de forma inconsciente.

Este comportamiento proviene de una falta de afecto o aprecio en la infancia, lo que hace que la persona busque afecto y atención en una relación amorosa o incluso en las amistades en algunos casos. Cuando la pareja se encuentra en esta situación incómoda, sintiéndose atrapada, tiende a aprovechar para manipular a la persona hasta llegar a la fase de terminación.

En una relación sana es fundamental el respeto, la libertad, la comprensión, el diálogo, la amistad y la confianza, además del amor. Al dejar la dependencia emocional, la persona se siente por primera vez libre, dueña de sí misma y no dependiente emocionalmente de otra persona, cuidando de no volver a caer en ese estado.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.