Terapia integrativa: qué es, beneficios, cómo funciona ¡y mucho más!

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Jennifer Sherman

Aprenda todo sobre la terapia integradora

En general, la terapia integrativa es un conjunto de intervenciones terapéuticas dirigidas al cuidado y recuperación de la salud general del cuerpo humano. En la actualidad, existen diversas modalidades con atención integral del paciente o con un enfoque específico en una condición clínica particular.

Este método de tratamiento complementa la medicina tradicional, aportando muchos beneficios al individuo. En algunos casos, la terapia convencional deja de ser eficaz, por lo que es necesario recurrir a acciones integradoras para revertir la enfermedad.

En este texto, aprenderá todo sobre la terapia integrativa, incluidas las diversas modalidades que existen en la actualidad. También aprenderá a realizar una sesión de estas prácticas y a elegir el mejor enfoque.

Más información sobre la terapia integradora

Ya sea para la prevención o para la recuperación de una enfermedad, la terapia integrativa es ideal para comprender mejor la relación entre cuerpo y mente. Comprenda un poco más sobre esta modalidad terapéutica que beneficia a tantos pacientes.

¿Qué es la terapia integradora y complementaria?

Las terapias integradoras y complementarias, también conocidas como Prácticas Integradoras y Complementarias (PIC), son intervenciones terapéuticas que se basan en conocimientos tradicionales para prevenir enfermedades físicas y emocionales. Además, estas acciones también alivian los síntomas de ciertas afecciones médicas, como el insomnio, la depresión y la ansiedad, entre otras.

En las enfermedades crónicas, cuando el paciente ya no responde eficazmente al tratamiento convencional, la terapia integrativa puede actuar como paliativo para la recuperación del cuadro clínico. Según el Ministerio de Sanidad, las PIC se utilizan como recursos para la prevención de enfermedades graves, y siempre se basan en prácticas tradicionales.

¿Para qué sirve la terapia integrativa?

Al ofrecer la terapia integrativa al paciente, el médico explica que la modalidad busca eliminar o reducir los problemas físicos, emocionales y mentales de la persona, con el objetivo de proporcionar un equilibrio al cuadro clínico. Con la diversidad de enfoques terapéuticos, el paciente obtiene una comprensión más amplia de su enfermedad.

La terapia integrativa pretende cuidar el cuerpo y la mente, ya que entiende que ambos están en mutua relación. En este sentido, la intervención sirve para equilibrar el estado de salud del paciente, promoviendo su bienestar. Se utilizan acciones terapéuticas complementarias, pero sin menospreciar ni excluir el modelo de tratamiento convencional.

¿Para quién está indicada la terapia integrativa?

Varios pacientes pueden beneficiarse de la terapia integrativa, desde los que tienen problemas de salud leves hasta los más graves, con enfermedades crónicas. Pero, por lo general, los médicos orientan la terapia integrativa a pacientes con las siguientes enfermedades físicas: cáncer, asma, fibromialgia, dolor crónico, diabetes, esclerosis múltiple, entre otras.

Además, con la terapia integrativa también se tratan enfermedades mentales como los trastornos de ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, la depresión, las adicciones, el insomnio y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, que, según la modalidad y las causas de estos problemas mentales, pueden curarse por completo.

¿Cómo funciona la terapia integrativa?

La terapia integrativa es un modelo de tratamiento terapéutico compuesto por varias modalidades. En este sentido, cada enfoque tendrá su propia forma de trabajar. Hay intervenciones que utilizan aromas de sustancias naturales, otras hacen uso de plantas medicinales y aún hay acciones que se basan únicamente en la respiración y la concentración.

En función del estado clínico del paciente, el propio equipo médico puede indicar qué enfoque integrador será el más idóneo. Sin embargo, el paciente también puede elegir la intervención con la que se sienta más cómodo. Aunque la modalidad integradora sea muy eficaz, es fundamental que no se excluya el tratamiento convencional.

Beneficios de la terapia integrativa

Uno de los principales beneficios de la terapia integrativa es la mejora de la calidad de vida y la ampliación del conocimiento sobre una determinada enfermedad. Pero son muchos los efectos beneficiosos de esta modalidad terapéutica. Compruébelos a continuación.

Ayuda a complementar otros tratamientos

Entre los grandes beneficios de la terapia integrativa está la complementariedad que aporta, especialmente en las condiciones clínicas más delicadas. Hay enfermedades tan graves que el organismo del paciente ya no responde al tratamiento convencional. En este caso, las intervenciones integrativas pueden revertir la situación, recuperando la salud de la persona.

En muchos casos, el médico indica alguna modalidad para complementar el tratamiento tradicional. Los pacientes muy estresados, por ejemplo, pueden beneficiarse de la acupuntura o los masajes. Los que tienen dificultades para concentrarse pueden someterse a sesiones de meditación o yoga.

Tratamiento natural y menos invasivo

Todos los medicamentos fabricados en laboratorios tienen efectos secundarios, que pueden ser más fuertes en unos que en otros. Sin embargo, a pesar de las reacciones adversas, son imprescindibles para algunos tipos de tratamiento. La terapia integrativa, en cambio, ofrece modalidades naturales menos agresivas para el cuerpo humano.

Como intervención terapéutica complementaria, la terapia integrativa es capaz de aliviar las reacciones derivadas de los medicamentos fuertes. Algunos médicos incluso recomiendan la medicina alternativa como "matrimonio" con el tratamiento convencional. De este modo, el cuerpo responde a las terapias y encuentra la forma de curarse a sí mismo.

Promueve la salud a través del autocuidado

La mayoría de las modalidades de terapia integrativa estimulan al individuo a entrar en contacto con su propio cuerpo. De este modo, el paciente adquiere conciencia de que él mismo es responsable de su proceso terapéutico. Su cuerpo tiene la capacidad de recuperarse, pero para ello necesita implicarse activamente en su propio tratamiento.

Con ello, el paciente goza de mejor salud, lo que contribuye al éxito de la intervención tradicional. Además, comprende los efectos de la condición clínica en su cuerpo, teniendo una percepción clara de cómo los pensamientos, emociones y actitudes negativas son altamente perjudiciales para su recuperación, por lo que aprende a cuidarse mejor.

Alivia el dolor crónico

Algunos médicos creen que el propio cuerpo tiene la capacidad de encontrar la forma de curarse con la ayuda de prácticas integradoras.

Por lo tanto, si ya no soporta sufrir con dolores intensos, intente buscar un método complementario. Hable con su médico y manifieste su interés por buscar otras intervenciones, pero no piense en sustituir su tratamiento por una terapia integrativa, ya que ésta tiene la función de optimizar la atención médica.

Alivia la infección y la inflamación

Dependiendo de la modalidad de terapia integrativa, se pueden aliviar muchas infecciones e inflamaciones. El uso de plantas medicinales, utilizadas en algunos enfoques integrativos, actúan sobre el organismo humano, aliviando este tipo de problemas. Sin embargo, si se están utilizando otros medicamentos químicos, será necesario evaluar esta posible interacción farmacológica.

Otras acciones integrativas también son eficaces en el tratamiento de inflamaciones e infecciones. Pero es importante destacar que estos cuadros clínicos pueden ser sólo síntomas de una afección más grave, por lo que es fundamental evaluar la causa del problema, aunque el paciente se someta a una terapia complementaria.

Mejora la calidad del sueño

Muchas enfermedades tienen la capacidad de empeorar la calidad del sueño, ya sea por estrés o preocupación por la afección, o como efecto de la enfermedad. Con la terapia integrativa, el paciente experimenta una relajación mental, con lo que consigue dormir mejor. Se trabajan las conexiones neuronales del individuo para que mejore la calidad de su sueño.

Algunas prácticas complementarias actúan sobre la relajación muscular, con el consiguiente alivio de las tensiones, proporcionando un sueño más reparador. Otras intervenciones actúan directamente sobre las neuronas responsables de la función del sueño, permitiendo un sueño reparador y de calidad.

Combate el estrés y la depresión

La depresión puede configurarse como una enfermedad que requiere un tratamiento médico específico, con la ayuda de la terapia integrativa. En otros casos, la afección puede ser sólo un síntoma de un cuadro clínico, caracterizándose como un estado depresivo transitorio. Pero independientemente de lo que sea, las prácticas integrativas mejoran a la persona deprimida, aportándole más alegría.

El estrés también es una condición delicada que puede reducirse con un enfoque complementario. Existen terapias integradoras que son holísticas, es decir, que trabajan sobre todos los aspectos del individuo. De esta forma, el paciente experimenta una relajación no sólo en su mente sino también en su cuerpo, deshaciéndose de la condición estresante.

Mejora la salud de la piel

La piel es el tejido más extenso del cuerpo humano, por lo que merece mucha atención y cuidado. Hay enfermedades que afectan directamente a la salud de la piel, dejándola con un aspecto envejecido y áspero.

Es importante analizar qué modalidad integrativa tiene potencial para actuar sobre este importante tejido, ya que algunas prácticas se centran en un punto concreto del cuerpo en detrimento de otros. Además, si tiene alguna enfermedad cutánea, es fundamental evaluar los mejores enfoques para complementar su tratamiento.

Principales tipos de terapia integrativa

Actualmente, es posible encontrar diversos tipos de terapias integrativas para todos los gustos. Existen enfoques que se centran en relajar los músculos, mejorar la respiración, la concentración, entre otros.

Aromaterapia

Utilizando los beneficios de la naturaleza, la aromaterapia favorece el bienestar de todo el organismo. Este tipo de terapia integrativa utiliza los aceites esenciales como herramienta de tratamiento. Estos aceites se extraen directamente de la naturaleza, siendo totalmente de origen vegetal. Para quienes gustan de una intervención más natural, la aromaterapia es perfecta.

Este enfoque busca ofrecer más salud física y mental al individuo, cuidando también de la higiene. Existen varios aceites con diferentes aromas. Hay fragancias más ligeras y suaves, ideales para quien prefiere la delicadeza y la calma, mientras que hay fragancias más intensas, indicadas para proporcionar energía y coraje.

Acupuntura

Con agujas muy finas en puntos específicos del cuerpo, el especialista en acupuntura utiliza estas herramientas para estimular el flujo de energía en el organismo. Esta técnica milenaria, de origen chino, trata trastornos emocionales y otras enfermedades, y también está indicada para problemas ortopédicos como artritis reumatoide, ciática y lumbalgia.

Aunque se considera una pseudociencia, en la que tanto la práctica como la teoría divergen de los conocimientos científicos tradicionales, muchos pacientes dan fe de sus extraordinarios efectos sobre el organismo. Además, varios médicos ortopédicos también indican la acupuntura como terapia integradora para enfermedades complejas, lo que confirma la eficacia terapéutica de la técnica.

Homeopatía

La homeopatía tiene como objetivo el cuidado integral del individuo, es decir, el tratamiento de la mente y el cuerpo. Por esta razón, este enfoque se considera holístico, siendo muy eficaz como terapia integrada. La actuación de esta modalidad se basa en el estímulo natural de curación por parte del organismo, es decir, es el propio cuerpo el que responderá y promoverá su propia curación.

Para ello, la homeopatía utiliza sustancias diluidas, en función de los síntomas específicos del paciente. En este sentido, esta intervención terapéutica es una de las acciones más puntuales que existen. Debe utilizarse como complemento del tratamiento convencional y no como sustituto del modelo médico tradicional.

Ayurveda

Aunque el Ayurveda existe desde hace más de 5.000 años, sólo se popularizó en Brasil en los años 80. La técnica, originaria de la India y Pakistán, se basa en el equilibrio del cuerpo en conjunción con la mente y el espíritu, para que la persona tenga mejor salud y una longevidad revitalizada.

Debido a la visión holística del método, muchos asocian la ayuverda con algo místico, sobre todo quienes no están familiarizados con la práctica. Sin embargo, se considera una terapia integradora, precisamente por su eficacia terapéutica y su amplia visión del ser humano. Con esta intervención, el paciente puede comprender mejor su cuerpo y su mente.

Reiki

El Reiki trabaja sobre las energías del cuerpo. Mediante la imposición de las manos sobre el cuerpo de la persona, el profesional canaliza las energías, lo que proporciona equilibrio mental y físico. Esta terapia integradora es muy importante para pacientes con cuadros de estrés. En el proceso de canalización de las energías, la fuente estresante se disipa, aportando alivio al individuo.

Al tratarse de una práctica libre, algunas religiones suelen introducir esta modalidad en sus encuentros espirituales. Pero conviene recordar que, al igual que otros tipos de intervenciones terapéuticas, el Reiki también necesita de un profesional cualificado y especializado, ya que de lo contrario la persona no recibirá los beneficios de la modalidad.

Yoga

Aunque se considera una modalidad de terapia integrativa, el Yoga es una actividad ampliamente practicada por personas que buscan el equilibrio emocional. De hecho, el Yoga es una derivación de la meditación oriental, que tiene como objetivo ejercitar la parte espiritual, física, energética y mental del ser humano.

De este modo, el Yoga reduce los niveles de depresión y ansiedad, contribuyendo al bienestar del individuo. También mejora la calidad del sueño, regula los sistemas nervioso y respiratorio, fortalece el sistema inmunológico, aumenta el estado de ánimo y contribuye a incrementar el buen humor. Por lo tanto, esta variante de la meditación es excelente para enfermedades complejas.

Meditación

La meditación es un tipo de terapia integradora que trabaja la concentración. Desarrolla la atención plena en el ser humano, lo que contribuye a reducir el estrés. Esta intervención terapéutica también se utiliza para aliviar los síntomas de la depresión y la ansiedad y suele emplearse como complemento del tratamiento psicológico.

Aunque es una práctica muy fácil de realizar, que puedes reproducir en casa, es imprescindible contar con la ayuda de un profesional, sobre todo si el objetivo es complementar un tratamiento convencional. El lugar para la meditación tiene que ser tranquilo, silencioso y alejado de posibles distracciones.

Fitoterapia

A quienes les gustan los medicamentos, pero quieren algo más natural, pueden contar con los beneficios de la fitoterapia. Este tipo de terapia integrativa utiliza plantas medicinales para elaborar remedios. Los compuestos activos de la fórmula son de origen 100% natural, con las mismas acciones que un medicamento químico, pero sin los efectos secundarios.

Precisamente por la ausencia de reacciones, la fitoterapia ha sido ampliamente utilizada como método de cuidado complementario y, en algunos casos, alternativo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque sean de origen natural, las plantas medicinales pueden presentar algunas contraindicaciones, por lo que el uso de estos remedios debe estar siempre dirigido por un fitoterapeuta.

Cromoterapia

Los pacientes con cáncer se benefician enormemente de la cromoterapia. Este tipo de terapia integrativa pretende proporcionar equilibrio físico y energético a través de los colores del espectro solar. Así, en el tratamiento de cromoterapia se utilizan el verde, el añil, el amarillo, el azul, el rojo, el naranja y el violeta, que aportan más alegría y energía frente al tratamiento convencional.

Esta intervención terapéutica proporciona una visión ampliada de la enfermedad, eliminando la visión negativa de la vida y ampliando las posibilidades de vivir, incluso bajo el cuidado de una enfermedad compleja. El profesional contribuirá a la optimización de las terapias tradicionales, empujando al paciente a contribuir también a su propio progreso.

Masoterapia

La masoterapia se basa en la presión sobre los músculos y tejidos blandos con el fin de aliviar la tensión. Con la ayuda de herramientas o con las propias manos, el profesional toca puntos estratégicos del cuerpo del paciente donde se localizan los mayores niveles de tensión con el fin de proporcionar relajación.

Al ser una técnica muy eficaz, la masoterapia es un tipo de terapia integradora que se utiliza en muchas otras intervenciones terapéuticas, como en las sesiones de psicoterapia, por ejemplo. Pero conviene recordar que sólo un profesional debidamente cualificado puede realizar masoterapia, aunque tenga otra formación.

Más información sobre la terapia integrativa

Aunque aporta muchos beneficios al paciente, la terapia integrativa requiere ciertos cuidados y puede tener efectos secundarios si se combina con determinados medicamentos. Obtenga más información sobre estas y otras cuestiones en los siguientes temas.

¿Puede la terapia integrativa sustituir al tratamiento médico convencional?

No. La terapia integrativa no puede sustituir al tratamiento médico convencional. Como su nombre indica, las intervenciones son integrativas, es decir, sirven para integrar algo que ya existe, sólo para complementarlo. Son acciones adicionales al modelo tradicional indispensables para el cuidado de una determinada enfermedad.

Además, cada modalidad de terapia integrativa debe ser dirigida por un profesional formado específico para el modelo. La masoterapia, por ejemplo, debe ser realizada por una persona debidamente especializada en el enfoque. De este modo, contribuye al bienestar del paciente, respetando los límites éticos de su propia profesión.

¿Es lo mismo terapia integradora que terapia holística?

La terapia holística busca el cuidado integral del individuo, es decir, abarca los aspectos físicos, emocionales, mentales y espirituales de la persona, mientras que la terapia integral también busca el cuidado ampliado del sujeto, pero se considera complementaria y no todas las modalidades se consideran holísticas, porque tratan sólo un aspecto.

Hay prácticas integradoras que son holísticas, como la homeopatía y el ayurveda, mientras que otras intervenciones no lo son, como la fitoterapia, por ejemplo. Así, puede decirse que terapia integradora y holística no son lo mismo, precisamente por la falta de integralidad de algunas técnicas integradoras.

¿Qué tipo de terapia integrativa elegir?

Todos los tipos de terapia integrativa tienen como objetivo cuidar del paciente, mejorando la salud general tanto del cuerpo como de la mente. Aunque todas tienen la misma finalidad, cada modalidad utiliza un medio de tratamiento específico, buscando alcanzar un objetivo determinado. Al tratarse de una característica complementaria, la intervención debe adaptarse al cuadro clínico.

En otras palabras, dependiendo de la enfermedad, una intervención será más eficaz que otra. Un paciente con problemas ortopédicos, por ejemplo, puede beneficiarse de la acupuntura, ya que es un método destinado a tratar estas afecciones. En las enfermedades crónicas, la fitoterapia y la meditación pueden ser muy eficaces. Recordando siempre que hay que consultar al médico.

¿Cómo hacer una sesión de terapia integrativa?

Para realizar una sesión de terapia integrativa, primero hay que elegir la modalidad. Hay clínicas que ya ofrecen el tratamiento complementario y, con ello, facilitan todo el aparataje para que el paciente elija el mejor enfoque. En otros casos, es el propio paciente el que tiene que buscar la intervención.

Las citas varían en función de la modalidad. La fitoterapia utiliza plantas medicinales, por lo que las citas pueden ser cada 15 días o más. La práctica de yoga suele realizarse cada semana, mientras que la masoterapia puede estar indicada para momentos puntuales.

Contraindicaciones y cuidados con la terapia integrativa

Algunas modalidades de terapia integrativa, como la aromaterapia, la homeopatía y la fitoterapia, por ejemplo, utilizan sustancias que pueden provocar efectos secundarios al interactuar con otros medicamentos del tratamiento convencional. Por este motivo, es sumamente importante que el médico conozca todos los cuidados complementarios que está adoptando el paciente.

Además, algunas afecciones más complejas requieren el acompañamiento de cuidadores debido al estado debilitado del paciente, por lo que éstos deben tener paciencia para las distintas sesiones de terapia integrativa.

También es importante conocer a fondo cada enfoque terapéutico y ser consciente de que el médico puede no estar siempre de acuerdo. Al fin y al cabo, muchas intervenciones integradoras son consideradas pseudociencia por los profesionales más tradicionales.

Disfrute de todos los beneficios de la terapia integrativa

Ahora que conoce la diversidad de enfoques integradores que existen, asegúrese de elegir el mejor para usted. Recuerde evaluar su estado de salud con su médico, especialmente si padece algún tipo de enfermedad crónica. Aunque son modalidades menos invasivas, la interacción con medicamentos conlleva riesgos.

Otro punto que debes observar a la hora de buscar una terapia integrativa es la calidad del profesional. Prueba el enfoque que más te interese, pero ten en cuenta que puede que una consulta no te guste por el mal servicio del especialista. Por eso, observa bien y busca un profesional que sea dedicado y acogedor, así disfrutarás de todos los beneficios.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.