¿Qué es la agresión verbal? Principales tipos, signos, cómo reaccionar y mucho más.

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Jennifer Sherman

Consideraciones generales sobre la agresión verbal

Cada ser humano tiene su propia personalidad, su forma de actuar, que puede ser positiva o negativa, su forma de interpretar la información y de comunicarse. Cuando hay fallos en la comunicación y en la comprensión de lo que se transmite, suele convertirse en un gran problema.

Una simple conversación puede convertirse en una discusión y una discusión puede convertirse en una agresión verbal cuando hay emociones negativas que acompañan a la conversación, como la ira. Aparte de los sentimientos intensos, el abuso verbal está presente en una conversación cuando cruza la línea de lo que es saludable.

La agresión verbal se utiliza cuando una persona no puede imponer sus opiniones al otro, cuando no es escuchada y necesita acudir a una actitud más violenta para que el individuo esté de acuerdo con lo que se está agrediendo. Hay otras razones para llegar a este punto, ¡descubre cuáles son leyendo este artículo!

Entender qué es la agresión o violencia verbal

La agresión verbal está presente en el día a día de muchas personas, sobre todo de aquellas que viven una relación de maltrato, que puede ser romántica o no. Entiende qué es la agresión o violencia verbal y cómo identificarla en los siguientes temas.

¿Qué es la agresión verbal o la violencia verbal?

La agresión o violencia verbal no es más que un comportamiento agresivo, utilizado para menospreciar a la víctima, para disminuirla o manipularla, con el fin de hacerla dependiente de él. Muchas veces la agresión verbal se practica para sentir poder y sentirse importante en las relaciones, lo que puede considerarse un delito.

Sin embargo, también hay situaciones en las que esto ocurre porque el individuo no tiene un filtro o control emocional, volviéndose grosero o violento en momentos de ira, sin tener noción de las consecuencias de estos actos. Con la acumulación de pequeñas discusiones y peleas, la tendencia es evolucionar hacia la agresión física.

Identificar la agresión verbal

Es posible identificar la agresión verbal a través de ciertas actitudes y señales casi imperceptibles de la persona. Además, es necesario entender que el abuso verbal va más allá de las ofensas, puede venir disfrazado de palabras amables, por ejemplo, al decir que las mujeres son frágiles, se esconde el objetivo de minimizar a la pareja o amigo.

La víctima puede cuestionar su propia capacidad, dudar de sus propios pensamientos o percepciones, empezar a actuar de forma más pasiva, puede ocultar pensamientos o ideas para evitar la angustia emocional, la autoestima disminuye drásticamente, la salud mental se ve dañada, se anula a sí misma y las discusiones pueden evolucionar hacia la agresión física.

Otras señales que indican la agresión verbal son que las discusiones o los argumentos son siempre irrelevantes, cualquier conversación se convierte en una pelea y puede llegar a ser un ataque, el agresor trata de imponerse y no acepta otros puntos de vista, se siente agotado cuando interactúa con el individuo, además de ser interrumpido todo el tiempo cuando trata de expresar su opinión.

Agresión verbal indirecta y silenciosa

Una forma de agresión silenciosa o abuso verbal es el gaslighting, un tipo de abuso psicológico en el que el agresor distorsiona la información, no ajustándose a la realidad. Esta práctica es muy común en las relaciones abusivas en las que la pareja es vista como loca y pocas personas pueden darse cuenta de esta manipulación.

El maltratador niega cualquier hecho que diga la víctima, omite información o la tergiversa, manipulando las situaciones y haciendo que la víctima empiece a dudar de sí misma, todo ello para que el maltratador haga que estas situaciones sean favorables para él y la persona perjudicada asuma toda la culpa.

La forma en que el agresor se expresa, los gestos que hace y el tono de voz cuando habla también indican una agresión verbal, aunque no se dé cuenta. Cuando está siendo manipulador o tratando de intimidar a otra persona, principalmente en las relaciones afectivas, no necesariamente utiliza palabras agresivas o groseras para manipular a la víctima.

La agresión verbal indirecta y silenciosa es la más peligrosa, ya que es la más difícil de ser notada gracias a las palabras y el discurso disfrazado de amabilidad. Para enfrentarla, es necesario ser muy cuidadoso al abordar el problema con la persona y tener una conversación franca, señalando las actitudes que hieren, ya que la persona puede no saber que está siendo agresora.

De la charla a la agresión

Al entablar una conversación con cualquier persona, ya sea una pareja sentimental, un amigo, un compañero de trabajo o un jefe, hay que estar atento para que la conversación no se convierta en una agresión física o en un maltrato psicológico más intenso. Descubra a continuación cómo una conversación se convierte en agresión y qué hacer si usted es una víctima.

Cuando la conversación se convierte en debate

Es normal que cualquier tipo de relación pase por días malos, hay desacuerdos, creencias diferentes y se produce un desacuerdo o una discusión. Después del desacuerdo, la interacción entre las personas vuelve a ser como antes, con respeto y comprensión.

Sin embargo, la conversación se vuelve problemática cuando hay muchos roces y discusiones constantes debido a las emociones, sin tener un filtro para evitar que se pronuncien palabras más duras. Nadie escucha al otro, uno quiere hablar más alto que el otro y no tiene intención de entender el punto de vista u opinión del otro.

Cuando la discusión se convierte en abuso

El problema es cuando en la relación hay discusiones constantes, con muchos roces, acusaciones, humillaciones, amenazas, imposiciones e intentos de silenciar y controlar al otro. Ya no hay respeto ni confianza, las agresiones y humillaciones aumentan, todos quieren tener la razón aunque sea necesario recurrir a actitudes más violentas.

Hay que tener en cuenta que el agresor también es un manipulador, puede justificarse y pedir disculpas, siendo una forma discreta de manipulación para trasladar su culpa a la víctima. Cuando el agresor gana la intimidad de la víctima, los abusos empiezan a ser más evidentes, mientras que al principio de la relación los signos son sutiles.

Las consecuencias de la agresión verbal

Las consecuencias de la agresión verbal pueden convertirse en un problema de por vida, y pueden ser trastornos psicológicos y emocionales, o incluso físicos, si el abuso verbal evoluciona hacia una agresión física. El daño y el sufrimiento pueden llevar a la víctima a una depresión severa o incluso a la muerte.

Una víctima de una agresión verbal puede tardar años en reconocer que una situación que ha vivido o sigue viviendo es abusiva. Muchas se quedan calladas porque tienen miedo de enfrentarse al agresor, de pedir ayuda y que éste cometa algún tipo de delito o de desgastarse emocionalmente más de lo que ya están.

Las agresiones y los abusos verbales también proceden de desconocidos a través de las redes sociales, lo que aumenta las posibilidades de que la autoestima y la salud mental de la persona se vean dañadas. Los acosadores también pueden abusar de sus víctimas controlando sus redes, y muchas rupturas se producen por estas actitudes.

Qué hacer si es víctima de una agresión verbal

El primer paso es identificar si se está siendo víctima de una agresión verbal y luego buscar ayuda de psicólogos u otros profesionales psicoterapéuticos para evitar que estas agresiones se perpetúen. El segundo paso es no permitir que se abuse de uno mismo, no entrar en el juego de la manipulación del agresor y no permitir que se le falte al respeto.

Asegúrate de consultar a un psicólogo de confianza, porque con su ayuda y orientación, el proceso para salir de esta situación será más suave. Aunque las agresiones y el abuso verbal son perjudiciales para todos, recuerda que algunas personas no se dan cuenta de que están cometiendo estos actos.

Cómo reaccionar ante una agresión verbal

Hay algunas formas de reaccionar ante el abuso verbal para evitar actitudes más violentas, pero no dude en pedir ayuda si es necesario. Vea en los siguientes temas cómo reaccionar ante una agresión verbal.

No te resistas

Esta reacción empeora la situación, la tensión aumenta y el individuo se siente desafiado o enfrentado, aumentando aún más el abuso y las palabras groseras.

Además, las discusiones y el maltrato verbal pueden evolucionar hacia la agresión física, lo que hace que la situación sea aún más preocupante. Reacciona de forma empoderada y pacífica, con buenos argumentos y evitando caer en sus manipulaciones.

Respira profundamente

Cuando notes que la persona está discutiendo de forma agresiva, controla tus emociones respirando profundamente para calmarte, porque cuando se actúa "en caliente" las palabras se dicen sin filtro y no hay tiempo para pensar en una forma diferente de actuar, causando más problemas y arrepentimientos más adelante.

Cuando el agresor se da cuenta de que la otra persona no se preocupa o no se comporta como esperaba, intensificando la discusión, se frustra y puede renunciar a seguir discutiendo. Si es posible, aléjate del individuo, deja que hable solo y habla de sus actitudes cuando esté más tranquilo en otro momento.

Demostrar que se está produciendo una agresión

En toda conversación sana es fundamental mostrarle a la otra persona lo que está haciendo mal, que esa actitud le molesta o que el diálogo fue en tono agresivo. Dar la idea de solucionar ese inconveniente de una manera más tranquila y hacer consciente al agresor para que no cometa más abusos verbales.

Evitar hablar con la persona sobre el daño que se está haciendo a sí misma, y probablemente a los demás, hace que ese individuo piense que todo está bien. Aferrarse al dolor y verterlo en una discusión que ya no tiene forma de ocultar el dolor disminuye su credibilidad y puede romper una relación que podría haber tomado un rumbo diferente.

La conversación tiene que desarrollarse de forma calmada, mostrando respeto y empatía, en lugar de señalar con el dedo y acusar a la persona. Demuestra lo agresivo que ha sido o está siendo, si sigue con las mismas actitudes, la mejor solución es empezar a alejarse y terminar la relación si es posible.

Valorar las ideas y opiniones de los demás

Tratar con una persona agresiva no es fácil, sin embargo, es posible dispersar las agresiones centrándose más en el reconocimiento de las ideas y opiniones que tienen algún sentido. Así, el agresor tiende a disminuir la discusión y la grosería, dando apertura a lo que se dice.

No es necesario estar de acuerdo con lo que dice el agresor, sólo hay que mostrar que sus opiniones, siendo diferentes, se tienen en cuenta y se toman en consideración. Entonces, la conversación tiene más posibilidades de convertirse en un diálogo más sano y mostrar que no es necesario utilizar la violencia para llegar a algún sitio.

Hazte un hueco

Se puede dar espacio, pasar un tiempo alejado para que el agresor tenga tiempo de reflexionar sobre sus actitudes, sin embargo, hay situaciones en las que es necesario excluir a la persona de la vida, pero no será posible hacerlo con todas, por lo que, la mayoría de las veces, lo mejor es disminuir la interacción con el agresor para evitar enfrentamientos.

No siempre es buena idea dar la espalda a este tipo de personas, ya que puede desencadenar una reacción más violenta, pero si es posible, corte las relaciones. Por lo tanto, analice el comportamiento del individuo y vea cuál es la mejor solución para este problema, ya sea disminuir la interacción, cortar la relación o intentar que la convivencia sea menos hostil.

¿Cuáles son los tipos de violencia verbal?

Hay algunas actitudes y comportamientos que dañan la vida psicológica, emocional y de otras personas que pueden ser utilizadas tanto en una conversación cara a cara como a través de internet. Para saber cuáles son los tipos de violencia verbal, sigue leyendo.

Maldiciones

Las personas suelen decir palabrotas y maldiciones en diferentes momentos en los que las emociones son más intensas, ya sea la frustración, la tristeza o la ira. Sin embargo, esta actitud se vuelve más vigorosa en las discusiones, en las que la ira es difícil de controlar y una disputa puede evolucionar hasta convertirse en un delito.

Las maldiciones son para agredir a otras personas y no solucionan ninguna situación. Cuando alguien comienza a pronunciar palabras ofensivas a menudo queriendo humillar y disminuir al otro porque no obtiene el resultado que deseaba, es importante estar alerta para evitar que ocurra algo peor.

Acusaciones

Las acusaciones sirven para que el agresor transfiera toda la culpa y la responsabilidad a la víctima, evitando en lo posible tener que cargar con sus propias consecuencias. Esta actitud encaja como un tipo de manipulación, ya que la persona que recibe las acusaciones cree que esa culpa es suya y se siente mal por ello.

Esto está presente en la vida cotidiana de todos, más de lo que uno puede imaginar. Por ejemplo, quienes tienen padres tóxicos reciben la culpa de sus frustraciones, o un amigo puede hacer recaer toda la responsabilidad afectiva en el otro por no haberle prestado suficiente atención cuando lo deseaba, haciéndole sentir culpable.

Amenazas

El agresor se sirve del miedo para que su víctima se sienta atacada y rodeada para hacer algo. El miedo es un mecanismo de defensa que poseen los seres humanos (y los animales) y algunas personas consiguen manipular a otras a través de este sentimiento primitivo que fue esencial para la supervivencia de la especie.

Debido a esta necesidad de salvar la propia vida, las amenazas son las principales armas de un agresor para controlar a la víctima. Un ejemplo que es muy común ver en las relaciones de maltrato, ya sea amoroso o familiar, es amenazar con pasar a la agresión física si la persona no hace lo que se le ha ordenado.

Manipulación

La manipulación es una forma silenciosa y discreta que tiene el agresor de controlar a la víctima para que haga lo que él le diga. No importa el tipo de relación, ya sea amorosa, familiar, de amistad o profesional, cualquiera puede utilizar este mecanismo para conseguir lo que quiere.

Además de la agresión verbal, la víctima recibe mucho chantaje emocional, hasta el punto de ceder el control parcial o total de su vida al agresor. Cuando la manipulación se produce en una relación amorosa, además de otras formas de agresión verbal y psicológica, puede evolucionar hacia la violencia doméstica.

Sentencias

Los juicios son otras formas de ataque a la víctima, el agresor suele hablar mal del aspecto, la inteligencia, los intereses, los gustos, las elecciones, la ropa, la forma de ser, las amistades, entre otros. Es un comportamiento que disminuye y trivializa los logros de la persona o incluso su existencia.

Es muy común que los juicios se disfracen de críticas constructivas, porque así la víctima puede dar razón a lo que dice el agresor, dificultando un posible rechazo. Cuanto más se humilla y juzga a la víctima, más pasiva y manipuladora se vuelve, borrando su esencia.

Falta de voluntad

Esta práctica es muy común en el ámbito laboral, donde un jefe o un superior humilla al empleado en lugar de darle el debido reconocimiento, pero también puede darse en las relaciones afectivas.

Chistes

Las bromas son una de las formas silenciosas que el agresor puede utilizar para atacar verbalmente a su víctima y humillarla, tanto delante de sus amigos como a solas. Suelen ser bromas sexistas, racistas y prejuiciosas, que atacan la autoestima y denigran la imagen de la persona.

Si se enfrenta a estas agresiones verbales disfrazadas, el agresor puede acusar a la víctima de no tener sentido del humor, tratando de avergonzarla. Así, la víctima se siente mal y trata de aceptar las risas, pero cabe señalar que hay personas que no lo aceptan y se enfrentan al individuo.

Comentarios sobre las redes sociales

Con el avance de la tecnología, se han hecho más frecuentes las ofensas, ataques, humillaciones, juicios y manipulaciones en forma de comentarios en las redes sociales. Internet ha facilitado el contacto entre las personas y, con ello, también las agresiones verbales y otros tipos de violencia.

Los comentarios agresivos pueden aparecer en las publicaciones, las fotos o los vídeos y tienen la intención de afectar a la autoestima de la víctima a propósito. Sin embargo, es posible librarse de ello bloqueando al atacante, borrando lo comentado, anulando la amistad o haciendo que se cierre el perfil.

Si te identificas como víctima de una agresión verbal, no dudes en pedir ayuda.

Ya sea en las redes sociales, en el trabajo, en el entorno familiar, entre amigos o con la pareja sentimental, es necesario prestar atención para no ser víctima de la agresión verbal y la manipulación. Hay varias señales que identifican cuando el agresor está intentando golpear a otra persona.

Es importante que haya respeto en cualquier interacción social e interpersonal, teniendo en cuenta que es normal que haya desacuerdos y discusiones, lo que no puede ocurrir es que las discusiones sean frecuentes, con ataques a la autoestima o menospreciando a la persona.

Si te identificas como víctima de una agresión verbal, establece límites, aléjate lo más posible del agresor y no dudes en buscar ayuda. Un amigo, un familiar o un profesional de la psicoterapia de confianza pueden ayudarte a superar esta situación.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.