¿Qué es el Japamala? ¡Historia, significado, cómo se hace, cómo se usa y más!

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Jennifer Sherman

¿Sabes lo que es Japamala?

El japamala es un antiguo objeto de devoción consistente en una sarta de cuentas que se utiliza en las prácticas de meditación para repetir y contar mantras. También se considera un talismán protector contra las energías negativas y facilita la relajación.

Son muchos los beneficios que puede aportar, uno de ellos es ayudar en las prácticas de meditación para lograr la atención plena. En este artículo conocerás el origen y la historia de la japamala, sus beneficios y cómo hacer y energizar la tuya.

Conocer el Japamala

Dos tercios de las religiones de todo el mundo utilizan algún tipo de sarta de cuentas para cantar mantras u oraciones. Se cree que este hábito surgió en el hinduismo y que posteriormente fue adoptado por los budistas, dando lugar a la japamala.

Historia e importancia

Japamala es una palabra derivada del sánscrito, en la que "japa" significa susurrar, murmurar y "mala" significa cuerda, collar. Así, en una traducción literal se puede decir que japamala es un collar para susurrar, es decir, para meditar, rezar.

Los historiadores han encontrado registros de los primeros collares de cuentas en África que se remontan al 10.000 a.C. Y en la India el uso de cuentas para rezar se remonta al siglo VIII a.C., uno de los más lejanos del mundo. Los collares más antiguos encontrados hasta la fecha son de hace unos 4.200 años.

Su origen, en la forma en que se conoce hoy, procede de la tradición hindú del yoga, que posteriormente fue adoptada por el budismo para las prácticas de meditación y probablemente sirvió de inspiración para el rosario occidental de la vertiente católica del cristianismo.

Religiones que utilizan el Japamala

Varias son las religiones que emplean algún tipo de cordón de cuentas para sus prácticas. Algunos de los cordones más conocidos son:

- Masbahas o Misbahas, utilizadas en la tradición islámica que tienen 99 o 33 cuentas;

- Japamala, utilizado por hindúes y budistas, con 108 cuentas o múltiplos de ellas;

- Rosario de la tradición sij, con 27 o 108 cuentas;

- Rosarios cristianos con 59 cuentas para los católicos, 100 nudos en el komboskini para los ortodoxos o 33 cuentas para los anglicanos;

- Rosario de iniciación con 33 cuentas rosacruces y masónicas.

¿Qué usos tiene el Japamala?

El japamala se utiliza de diferentes maneras según la práctica espiritual en la que se emplee. En el hinduismo, se utiliza principalmente en la "Sadhana" o "Abhyasa", términos que significan práctica espiritual, práctica diaria de Yoga, y también se utiliza ampliamente como amuleto protector.

Para la práctica budista, el japamalas se utiliza de diferentes maneras según las ramificaciones de la religión, pero en general, en meditaciones y repeticiones de mantras. Sus usos no se limitan a estas prácticas, ya que actualmente se utiliza en repeticiones de oraciones como el Ho'oponopono, una oración originaria de Hawai, mentalizaciones y varias otras.

¿Cómo se hace?

Hoy en día se pueden encontrar japamalas de los más diversos materiales, pero según la tradición deben estar hechas con cuentas de madera, semillas o piedras. En la India las más populares están hechas con semillas de rudraksha, también conocidas como "Lágrimas de Shiva", cuyos beneficios están muy extendidos entre los practicantes de la meditación.

Antes era muy común que se hicieran también con cuentas de sándalo, que es una madera naturalmente perfumada. Sin embargo, con la exacerbada explotación de este árbol sagrado, las japamalas hechas con este material se han vuelto raras.

En la confección de las japamalas se utilizan diversos materiales, siempre de origen natural, como las piedras semipreciosas, que llevan su propia energía. En Brasil se pueden encontrar japamalas hechas con semillas de açaí. El cordón es necesariamente de algodón y, por último, el meru y la borla.

¿Cuáles son las partes de un Japamala?

El japamala se compone de 108 cuentas o múltiplos de ellas; el Meru -o "gurú"-, que es la marca del comienzo o del final de las repeticiones, generalmente de otro color o forma, no debe tocarse ni contarse y simboliza al maestro que guía la práctica. Por último, se adorna con una borla o fleco, un adorno de flecos, a veces coloreados.

¿Por qué el Japamala tiene 108 cuentas?

Los japamalas tradicionales tienen, en esencia, 108 cuentas, ya que se trata de un número muy simbólico para el Yoga. Los antiguos textos sagrados sugieren que los mantras deben repetirse 108 veces para alcanzar el estado de trascendencia, un estadio superior de conciencia en el que se superan las fijaciones de la mente.

En el pensamiento budista tradicional, se cree que las personas poseen 108 aflicciones o kleshas, estados mentales que perturban la mente y se convierten en acciones dañinas. Otra lectura explica que 108 es el número de dharmas posibles.

Otra posibilidad es que el 108 sea un número consagrado por razones matemáticas, físicas y metafísicas, ya que es producto de operaciones sencillas. Es posible encontrar referencias a este número para los saludos al sol durante las prácticas rituales de Yoga. Y en varios templos budistas hay escaleras con 108 peldaños y hay 108 yantras, diagramas utilizados en la meditación.

Otros tipos de Japamala

También hay japamalas con 54 y 27 cuentas, y también hay japamalas con 18 y 9 cuentas, aunque se utilizan poco. Sin embargo, durante la práctica de la meditación, las repeticiones siempre deben llevar a 108, por lo que en el caso de un japamala de 54 cuentas, se deben completar dos ciclos, si tiene 27 cuentas se deben completar 4 ciclos, y así sucesivamente.

En el caso del budismo tibetano, se suelen utilizar japamalas más grandes con 111 cuentas. Al contar, calculan un ciclo como 100 repeticiones y 11 cuentas adicionales para compensar los errores.

En el budismo japonés, las cuentas de oración se llaman "ojuzu" o "nenju", y tienen diferentes formas, pueden ser más largas y tener hilos en los extremos. Estas cuentas pueden frotarse durante la práctica devocional, creando un ruido que se considera purificador.

También se encuentran collares de doble cuenta, llamados nikka juzu, que se utilizan para recitar los nombres de Buda. Entre las diferentes prácticas se pueden observar algunos cambios de forma, pero entre los seguidores, las japamalas de 108 cuentas son generalmente las más utilizadas.

Beneficios del Japamala

En diversas religiones del mundo, se utilizan variaciones del japamala para repetir oraciones, mantras y respiraciones. Se trata de una herramienta muy útil para mantener la concentración durante una práctica espiritual, pero no sólo se obtiene este beneficio con el uso frecuente del japamala. Comprende cuáles son algunos de sus muchos beneficios. ¡Mira a continuación!

Concentración durante la meditación

Para algunas personas meditar puede ser complicado, ya que centrarse completamente se convierte en el primer y más difícil obstáculo. El japamala ayuda a establecer la concentración, ya que tener algo en la mano puede ayudar a devolver la atención al objeto.

Por ello, algunas japamalas se fabrican con materiales que ayudan a este proceso meditativo, como, por ejemplo, piedras como la amatista o el sándalo. Además, se cree que pueden acumular buenas energías a medida que se utilizan, recargando a la persona con cada meditación.

Contacto con las cuentas de la oración

Los materiales utilizados en la fabricación del japamala suelen tener beneficios terapéuticos, que se activan con sólo tocar las cuentas. Además, al ser un objeto que absorbe las buenas energías del practicante, la manipulación o el contacto con el japamala activa el campo energético de quien lo toca, asegurando la protección y transmutando las energías nocivas.

Al entrar en contacto con el japamala cuando se practican meditaciones y afirmaciones, la mente entiende que es el momento de desconectar y tener la atención centrada en lo espiritual, ayudando en la meditación profunda hacia la trascendencia de la materia.

Ayuda a contar mantras

Para los budistas y los hindúes, los mantras deben repetirse 108 veces para alcanzar el estado de atención plena y trascendencia. Sería un problema seguir preocupándose de contar mientras se medita, ya que se perdería la concentración.

Por lo tanto, el japamala es muy utilizado para este propósito, ya que permite saber cuánto se ha repetido sin requerir un conteo mental consciente.

Ayuda a la curación y a las energías positivas

El propio japamala es una herramienta espiritual energéticamente poderosa, ya que absorbe las energías de los mantras y el poder personal del practicante. Por ello, sus usos para la curación, tanto física como emocional y energética, son muchos. Así, las repeticiones de mantras curativos con el japamala se vuelven aún más poderosas.

En la práctica de Reiki, por ejemplo, no es raro ver al terapeuta llevando el japamala para la atención plena, dirigiendo la energía y protegiendo su campo áurico. El paciente también puede recibir Reiki con su japamala en la mano, ya que es un amuleto que atrae y mantiene las energías, lo que potencia la recepción de la práctica y la mantiene en su cuerpo durante más tiempo.

Determinación en las actividades espirituales

El japamala cuando se lleva en el cuerpo del practicante, además de los beneficios de protección y energización, sirve como un recordatorio constante de lo espiritual, porque a cada toque de las piedras en el cuerpo, el subconsciente devuelve su atención a este objeto que a su vez actúa como un imán para las buenas energías y una barrera contra las malas.

Por eso, los practicantes que buscan disciplina en su espiritualidad suelen llevar el japamala, porque se recargan con esta energía todo el tiempo, en todos los ámbitos de su vida.

Representatividad de los objetivos personales

La meditación con mantras cuando es una práctica diaria tiene el poder de activar la curación, el autoconocimiento y la confianza, así como de mejorar la memoria y la concentración. También reduce el estrés y la ansiedad, equilibra las emociones y activa la autoaceptación y el autoempoderamiento. Como herramienta de esta práctica, el japamala conlleva todos estos beneficios.

Entre otras muchas ventajas, el japamala ayuda al meditador a alcanzar el estadio más auténtico de la trascendencia, representando los verdaderos objetivos personales y espirituales, desterrando inseguridades y otros obstáculos con el fin de preparar a la persona para alcanzar sus metas.

Recompensa por una tarea

El uso del japamala para prácticas como la meditación, el ho'oponopono, la repetición de mentalizaciones y la gratitud asegura una mirada al mundo con los ojos de la espiritualidad. Es bien sabido que sólo una perspectiva de gratitud a la vida cultiva la empatía y la resiliencia mental, alterando tu patrón vibracional para el bien y el amor.

Por supuesto, el enfoque de la espiritualidad no es hacer para recibir algo a cambio, sino lo contrario: sembrar y cosechar, o en el lenguaje de la física, acción y reacción. Cuando vibramos energéticamente buenas energías, atraemos lo mismo.

Por lo tanto, el simple hecho de cultivar tu energía positiva ya atrae más y más de ella a tu vida, en todos los aspectos. El uso del japamala, así como la práctica de la meditación, para estar protegido de las malas vibraciones, genera un fuerte campo energético del que es imposible que salgan las buenas energías y entren las malas.

Cómo hacer tu Japamala

Mucho más que un collar de cuentas, el japamala es un símbolo de espiritualidad y tiene el poder de proteger y canalizar las energías de las personas. Por eso, al hacer tu japamala, es importante tener en cuenta que, al ser un amuleto, no se puede hacer de cualquier manera, sino con la intención de centrarse en lo espiritual y en las buenas energías.

Aprenda cuáles son los pasos para hacer, energizar y la forma correcta de usar y guardar una japamala. Vea a continuación!

Cómo hacerlo

El primer paso para hacer un japamala es elegir los materiales adecuados. Ya sean cuentas de madera, piedras semipreciosas o semillas, la elección debe ir más allá de la estética para satisfacer su intuición.

En el caso de las piedras y cristales, hay una gran variedad de beneficios y lo ideal es buscar aquellos que correspondan a la función del japamala -meditación, protección y espiritualidad-. Los preferidos para este fin son la amatista, el ojo de tigre, el cuarzo, el ónix, la turquesa y el azul en general.

Una vez elegidas las cuentas, ya sean 108, 54 o 27 -según el uso y la preferencia-, hay que elegir el Meru, que generalmente es una cuenta que destaca sobre las demás, y puede ser más grande o de otro material. También el cordón de la medida elegida y la borla del color que prefieras.

Una vez que tengas los materiales en la mano, es el momento de hacer el cordón. Escoge un momento tranquilo, sin prisas, y que pueda ser utilizado exclusivamente para esto. Como es un objeto lleno de simbolismo y energía, es muy importante mantener tu energía positiva al hacerlo, y se puede repetir un mantra con cada piedra añadida al cordón.

¿Cómo energizar su Japamala?

Antes de llevar un japamala por primera vez, ya sea comprado, regalado o hecho por el practicante, es necesario energizarlo y conectar con él para "programar" el amuleto al practicante, alineando las energías e intenciones del individuo.

Es importante observar la resistencia del material al agua y a la luz solar, algunas piedras no resisten la humedad y el calor, por lo que la mejor manera de energizar el japamala es la que sea segura para el material y que tenga sentido para el practicante.

Uno de los métodos más utilizados es sumergir la japamala en agua y algún aceite esencial, dejándola en remojo durante 24 horas, con lo que se purifica física y energéticamente. También se puede purificar fumándola -colocándola bajo el humo de un incienso o vela-. Es fundamental mentalizar y concentrar la energía durante el proceso.

También se puede dejar bajo un baño de sol o de luna, dependiendo de lo que se desee y del material elegido. Se puede colocar en una ventana o en un lugar que tenga contacto total con los rayos de la luna o del sol, con la intención de que las energías puedan limpiar y energizar su amuleto. En el caso de la luna, observe el ciclo que mejor le pueda beneficiar, como la luna llena.

También puedes canalizar tu energía con las manos, como el Reiki para tu japa o incluso activarla con mantras. Nada impide que se aplique más de una forma, siempre que ayude a conectar las energías.

Cómo utilizarlo

Después de la energización, si aún no estás conectado con tu japamala, se recomienda sostenerlo con tu mano dominante -la que usas para escribir- o con ambas manos y visualizar el intercambio energético, sintiendo que la conexión se estrecha. En este proceso es común sentir como si una pequeña pulsación emanara del objeto.

Es importante encontrar un lugar tranquilo y sosegado para tu práctica, y puedes utilizar velas, aromaterapia e incienso. Preparar el lugar ya pone tu mente en la vibración adecuada para la meditación. Elige una posición cómoda y un mantra o afirmación.

La mano izquierda se utiliza para manipular el japamala y mover las cuentas, y la derecha sólo se utiliza para ayudar a sostenerlo si es necesario. Tradicionalmente, el dedo índice no se utiliza para tocar las cuentas, ya que simboliza el ego, que debe dejarse a un lado, por lo que el dedo corazón y el pulgar pueden utilizarse para mover las cuentas.

Debes empezar en la primera cuenta después del Meru, que no se cuenta. Recita el mantra con cada cuenta, y si llegas al final del japamala y quieres continuar, debes volver desde donde terminaste, sin repasar ni contar el Meru. Concéntrate en las respiraciones y en el mantra, viendo cómo actúa y resuena en cada rincón de tu ser.

Existen tres tipos de japas -repeticiones de mantras- según el Mantra Yoga Samita, una de las principales y más respetadas publicaciones de yoga. Son: Mãnasa, Upãmsu y Vãchika. El Mãnasa japa no se puede escuchar, sólo se hace mentalmente. El Upãmsu japa sólo lo notan los que practican y el Vãchika japa puede ser escuchado por los que practican y por todos los que están alrededor.

Cómo almacenar

Lo ideal es mantener el japamala en un lugar sagrado, como un altar específico, porque es más que un objeto, lleva su energía y representa la espiritualidad, pero se sabe que no siempre es posible tener un lugar alejado de las miradas de los curiosos y que sea específico para la espiritualidad.

En estos casos, basta con un lugar limpio, organizado y orientado al espíritu, como una estantería o un espacio dentro de un armario, alejado de la energía de varias personas. También se puede envolver en un paño suave para no rayarlo, si es de piedras. Debe guardarse como un tesoro, pues con el tiempo se verá que realmente lo es.

Si prefieres llevarlo contigo, debe colocarse debajo de la ropa, nunca expuesto a los ojos y energías de los demás. No debe llevarse como adorno ni para exponer la propia espiritualidad, ya que el japamala debe utilizarse para encontrar lo divino y frenar el ego, no para acentuarlo.

Japamala es una gran opción para ayudar a la meditación.

El japamala es un objeto único, sagrado y lleno de significado. Se utiliza habitualmente para mantener la concentración y ayudar en las meditaciones y repeticiones de mantras, mentalizaciones y afirmaciones. Sin embargo, sus diversos usos van mucho más allá, ya que es un amuleto de protección, que absorbe las buenas energías.

Se cree que, al ser utilizado en las prácticas espirituales, el japamala conserva las energías del practicante, actuando como un imán de energía vital. Por ello, es una herramienta muy útil para sanar y reequilibrar las emociones, y por estas razones es muy apreciado por quienes buscan la espiritualidad en su forma más pura y trascendental.

Como experta en el campo de los sueños, la espiritualidad y el esoterismo, me dedico a ayudar a otras personas a encontrar el significado de sus sueños. Los sueños son una herramienta poderosa para comprender nuestra mente subconsciente y pueden ofrecer información valiosa sobre nuestra vida diaria. Mi propio viaje al mundo de los sueños y la espiritualidad comenzó hace más de 20 años, y desde entonces he estudiado mucho en estas áreas. Me apasiona compartir mi conocimiento con otros y ayudarlos a conectarse con su ser espiritual.