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¿Qué es la psicosis?
El potencial del cerebro humano aún no se conoce del todo, y menos aún las enfermedades que provoca. Entre las enfermedades graves que atacan al cerebro está la psicosis, un trastorno psíquico que saca a la persona del mundo real y la transporta a una falsa realidad.
Así, una persona psicótica puede ver y oír cosas que sólo existen en su imaginación, que está alterada como consecuencia de un mal funcionamiento del cerebro. Como la mayoría de las enfermedades cerebrales, la psicosis puede ser muy problemática para quien la padece y, dependiendo de la gravedad, puede ser necesaria la hospitalización para su tratamiento.
La psicosis y todas sus consecuencias también se consideran síntomas de un desajuste cerebral, que puede ser temporal, causado por otra enfermedad o por factores estresantes y traumáticos. Al leer este artículo aprenderás información importante sobre la psicosis.
Causas de la psicosis
La ciencia médica sigue trabajando para clasificar con precisión las causas de la psicosis, al igual que de otros trastornos cerebrales. Sin embargo, los factores genéticos, los trastornos cerebrales de distinto tipo y las condiciones de estrés se encuentran entre las causas más comunes. Descubra más en los siguientes bloques.
Factores genéticos
Los factores genéticos son, en términos sencillos, el conjunto de características personales que se transmiten de una generación a otra, y que no necesariamente tienen que ver sólo con las enfermedades, sino también con otros aspectos físicos y psicológicos. En medicina son responsables de la transmisión de muchas enfermedades conocidas.
Sin embargo, en algunos casos como el de la psicosis, por ejemplo, los factores genéticos entran como un elemento más que contribuirá a la aparición del trastorno psicótico. Por lo tanto, no es porque alguno de tus antepasados haya sufrido brotes psicóticos que tú también los vayas a padecer, sino que ya existe una predisposición genética que facilita la instalación de la enfermedad, al sumarse a otros factores.
Alteraciones cerebrales
Las alteraciones cerebrales son tanto la causa como la consecuencia de varias enfermedades, entre ellas la psicosis. El cerebro es un órgano muy complejo cuyo funcionamiento dista mucho de conocerse por completo. En cualquier caso, pueden producirse alteraciones tanto en la forma del cerebro como en los impulsos eléctricos emitidos por la actividad cerebral.
La interconexión entre los componentes del cerebro hace que se produzca un efecto en varias partes del mismo, provocando así la psicosis que nunca aparece por una única alteración cerebral, sino por un conjunto de factores no sólo internos, sino también externos.
Hormonas
Las hormonas son sustancias que producen las glándulas endocrinas para regular el funcionamiento de diversos órganos del cuerpo. La insulina y la adrenalina son hormonas muy conocidas. Cada hormona se produce para un área de acción específica y su exceso o falta provoca diversas anomalías en el organismo.
En este sentido, es posible sufrir un brote psicótico como consecuencia de las alteraciones hormonales que provocan el síndrome premenstrual, la depresión y otras enfermedades relacionadas. De hecho, se observan constantemente brotes psicóticos como consecuencia de otras patologías de origen hormonal.
Síntomas de la psicosis
La identificación inicial de la psicosis sólo puede hacerse mediante la observación del comportamiento del paciente, que muestra signos de pensamiento confuso y cambios repentinos de actitud. Además, entre los síntomas se encuentran los delirios y las alucinaciones. Siga leyendo para conocer más detalles sobre cada uno de los síntomas.
Confusión de pensamiento
El pensamiento confuso o la confusión mental es un síntoma que se asocia a varias enfermedades psíquicas, no sólo a la psicosis. Entre sus principales efectos se encuentran la lentitud y la confusión de datos a la hora de procesar la información. Además, también se ve afectada la capacidad de tomar decisiones.
Así, la confusión mental puede ser incapacitante, ya que puede venir acompañada de fallos de memoria y desorientación en el tiempo y el espacio. Uno de los efectos más comunes de la confusión mental es el hecho de decir frases o expresiones inconexas y sin sentido.
Delirios
El delirio es un efecto de un trastorno mental en el que el paciente tiene la firme convicción de un hecho que no existe más que en su imaginación. Hay al menos dos tipos que son: el delirio extraordinario, que además de irreal es imposible, y el delirio ordinario, que no existe pero está dentro del ámbito de lo posible.
El delirio no incluye visiones o frases inconexas, sin embargo, el contenido o la idea es que además de estar fijado en la mente está fuera de la realidad. Los delirios son efectos comunes en los brotes psicóticos y pueden durar alrededor de un mes.
Alucinaciones
Una alucinación es una situación de alteración de los cinco sentidos físicos que conectan a una persona con el mundo exterior. Así, el paciente puede ver, oír, saborear, tocar e incluso oler los olores que se crean por la percepción alterada que provoca la alucinación.
Aunque la alucinación puede ser un efecto de problemas psíquicos como la psicosis, también se manifiesta como efecto de sustancias alucinógenas como el THC que contiene la marihuana, por ejemplo. Además, la embriaguez también aparece como causa de alucinaciones.
Sentimientos alterados
La confusión en las manifestaciones de los sentimientos y las emociones aparece como síntoma de la psicosis, pero también de otras enfermedades psíquicas. De hecho, la similitud entre los síntomas es una característica llamativa en las situaciones patológicas de carácter psicológico, lo que dificulta un diagnóstico exacto en un primer momento.
Así, las alteraciones en las emociones y sensaciones provocan un cuadro de desequilibrio y oscilaciones que pueden variar en intensidad, siendo proporcional al grado de complejidad del problema. En este sentido, el paciente puede presentar emociones como tristeza profunda, desinterés y pesimismo, por ejemplo.
Cambio de comportamiento
Los cambios de comportamiento, que pueden ser repentinos o progresivos, son cambios de rutina que incluyen las amistades, la vestimenta, el estado de ánimo y muchos gustos personales como los hábitos alimenticios, la música, las películas, etc. Esto puede ocurrir en un cambio de la infancia a la adolescencia, así como al llegar a la madurez.
Además, el uso de drogas y los traumas de naturaleza psíquica también son agentes causantes de cambios de comportamiento. En este sentido, hay que estar alerta, porque un cambio de comportamiento no siempre está asociado a un trastorno psicológico como la psicosis, por ejemplo, aunque hay que analizar la posibilidad.
Tipos de psicosis
Por tratarse de un efecto que se manifiesta en el cerebro que involucra a la psiquis humana, la psicosis tiene diversas variaciones en sus múltiples aspectos. Así, el paciente puede presentar trastorno bipolar, esquizofrenia, depresión psicótica y otros, de los cuales conocerás más detalles en los bloques que siguen.
Trastorno bipolar
El cuadro clínico incluye el episodio maníaco, cuando la crisis está en su máximo potencial, y el episodio depresivo en su nivel más bajo.
Como consecuencia del trastorno bipolar, el individuo puede oscilar entre la alegría histérica y la tristeza profunda. Además, el paciente puede tener variaciones en su voluntad de realizar algo, insomnio y bajo nivel de energía.
Trastorno delirante
El trastorno delirante es una enfermedad en la que el enfermo tiene una confusión mental que le hace incapaz de diferenciar entre lo que es real y lo que es producto de su imaginación. Aunque no alucina, el paciente crea situaciones irreales en su mente, considerándolas como hechos reales.
Los síntomas del trastorno delirante son muy similares a los de la esquizofrenia y ambos problemas pueden aparecer en un brote psicótico. El trastorno delirante varía en intensidad y los casos más agudos pueden requerir hospitalización. Los casos más leves pueden tratarse en casa pero siempre con supervisión médica.
Esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno de la mente caracterizado por ser grave y crónico, cuyas causas aún no se han aclarado del todo. La mayoría de los casos se dan en la adolescencia y al inicio de la madurez. Además, la herencia aparece en el diagnóstico de muchos casos.
El trastorno distorsiona los pensamientos alterando el comportamiento del individuo de forma significativa. Así, la esquizofrenia provoca alienación, cambios en el lenguaje y en las emociones, entre otros problemas. El trastorno también provoca alucinaciones visuales y auditivas.
Trastorno psicótico inducido por sustancias
Son muchos los factores que pueden contribuir a iniciar el proceso de instalación de la psicosis en el cerebro de una persona. Algunos pueden actuar de forma más lenta, mientras que otros son más acelerados y potentes. Entre estos factores hay uno que merece ser destacado, porque a veces depende de la acción del individuo.
Así, un trastorno psicótico puede ser causado por el consumo de sustancias contenidas en ciertos medicamentos, pero también por el uso de drogas alucinógenas, como el LSD, por ejemplo. Además, la abstinencia de ciertas sustancias puede desencadenar los efectos, aunque sólo sea temporalmente.
Trastorno psicótico breve
Entre las variantes de los efectos nocivos de la psicosis, que pueden variar según sus causas, se encuentra el trastorno psicótico breve, o psicosis reactiva breve. Aunque los efectos pueden ser similares a los de los otros tipos, en este caso son de corta duración.
Los trastornos psicóticos breves suelen ser producto de un traumatismo emocional importante, que también puede inducir un estado de shock temporal. Son episodios repentinos que, cuando se tratan inmediatamente, tienden a suavizarse y desaparecer con el tiempo.
Así, las tragedias familiares con la muerte de los seres queridos, los casos graves de violencia como el robo a mano armada, la violación y otros acontecimientos traumáticos pueden inducir a una persona a presentar los síntomas de la psicosis.
Psicosis orgánica
Un cuadro psicótico se clasifica como psicosis orgánica cuando no tiene su origen en una condición psiquiátrica, por lo que el trastorno está causado por un problema físico que provoca algún tipo de daño cerebral y, como consecuencia, puede generar uno o varios efectos psicóticos.
Algunos ejemplos son los coágulos de sangre causados por los traumatismos craneales, la meningitis que es una inflamación del tejido cerebral, los problemas graves de visión o audición cuyos órganos están muy cerca del cerebro, entre otros.
Depresión psicótica
La depresión psicótica, como su nombre indica, es una situación en la que a los síntomas de la depresión (tristeza, pesimismo, falta de energía, inquietud, cambios en el apetito y el sueño, y otros) se añaden los síntomas de la depresión, como el delirio y las alucinaciones.
Tanto la depresión como la psicosis se consideran estados clínicos graves, que individualmente causan un gran daño, por lo que la depresión psicótica es una condición aún peor, que necesita un cuidado especial en el tratamiento.
Trastorno paranoide de la personalidad
Un cuadro psicótico de carácter grave puede provocar efectos desastrosos, tanto por la situación clínica como por el uso de medicación que puede tener importantes efectos secundarios. Así, el trastorno paranoide de la personalidad, aunque no es frecuente, puede surgir como agravante de una psicosis.
Los principales síntomas de este trastorno son una aguda desconfianza hacia todos los que rodean al enfermo, así como una sospecha infundada contra todo y todos. El enfermo ve actitudes conspiratorias en todas partes, lo que puede dificultar la socialización.
Tratamiento de la psicosis
El tratamiento del trastorno psicótico va a depender de una serie de factores que van a conformar el cuadro clínico completo. Uno de los elementos que pueden orientar el tratamiento es el número así como los tipos de síntomas que presenta el paciente. Los tipos de tratamientos son los temas de los siguientes bloques.
Psicoterapia
La psicoterapia significa tratar la mente, restablecer la salud mental del paciente que ha sido sacudida por trastornos de naturaleza psíquica. Su aplicación puede ser con o sin el uso de medicamentos, que sólo se utilizan en los casos más graves. El tratamiento psicoterapéutico puede atenuar o eliminar los efectos psicóticos.
La psicoterapia consiste en una serie de sesiones de diálogo entre el médico y su paciente, y tiene como objetivo estimular la comprensión del paciente de su situación, así como lo que puede hacer para mejorarla.
Medicación
El tratamiento de la psicosis suele ser difícil, ya que puede implicar prejuicios y temores de asociación con la locura. Además, los pacientes suelen presentar varios síntomas al mismo tiempo en los casos más graves o cuando el diagnóstico se ha retrasado.
En este sentido, cuando la situación es más grave, puede ser necesaria la intervención de un psiquiatra, que recetará unos fármacos, que se denominan antipsicóticos, cuya acción va dirigida a los efectos, ya que la psicosis apenas tiene una causa conocida.
Tranquilizar rápidamente
El brote psicótico puede degenerar en una situación de peligro en algunos casos más complejos. Así, el psicótico puede presentar un nivel de agitación en el que es posible causar lesiones, tanto a uno mismo como a los demás.
En estos casos, el equipo médico debe actuar rápidamente para tranquilizar al paciente, utilizando fármacos inyectables con efecto calmante para estabilizar el estado psicótico, por lo que el método se denomina tranquilización rápida.
¿Se puede curar la psicosis?
La psicosis es una situación psíquica cuyas causas aún no se han establecido, lo que teóricamente hace imposible su curación. Sin embargo, es posible estabilizar el estado con el uso de medicamentos y sesiones de terapia, que combatirán los efectos del brote, pero sin garantía de que se haya producido una curación, ya que no se ha eliminado la causa.
Además, en casos como el de la esquizofrenia, por ejemplo, la medicación puede recetarse durante todo el tiempo que le quede de vida al paciente, ya que existe el riesgo de que los síntomas vuelvan a aparecer. Estos fármacos son compuestos químicos fuertes que requieren otros medicamentos para suavizar sus efectos secundarios.
Además, el cerebro aún guarda muchos secretos sobre su funcionamiento, aunque la ciencia avanza constantemente. La mejor manera de evitar problemas aún mayores es diagnosticar la psicosis rápidamente, para combatirla en su fase inicial.