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Después de todo, ¿pueden las embarazadas tomar té de menta?
Las infusiones suelen ser una buena alternativa durante el embarazo. Sin embargo, algunas hierbas no son recomendables durante este periodo, ya que, aunque naturales, muchas de las sustancias que se encuentran en las plantas son nocivas y pueden provocar complicaciones e incluso abortos.
En el caso del té de menta, existen numerosas propiedades medicinales beneficiosas para la salud. Sin embargo, su consumo no está recomendado para embarazadas, ya que puede conllevar algunos riesgos. Por ello, es muy importante que el médico o nutricionista indique las mejores hierbas y la cantidad adecuada en esta fase tan especial.
A lo largo de este artículo entenderás por qué debe evitarse el té de menta durante y después del embarazo, así como otros tés que también están prohibidos y las opciones de infusión permitidas. Para conocer estas y otras informaciones, ¡sigue leyendo!
Más información sobre el té de menta y el embarazo
De sabor agradable y muy aromática, la menta está presente en todo el mundo: en la cocina y en diversos productos de higiene y cosmética. Sin embargo, el té de esta planta medicinal ofrece algunos riesgos durante el embarazo. A continuación, conozca su origen, sus propiedades y comprenda por qué el té de menta no se recomienda a las embarazadas.
Origen y propiedades del té de menta
Originaria de Europa y el Mediterráneo, la hierbabuena (Mentha spicata), también conocida como menta, es una hierba medicinal que se confunde fácilmente con la menta piperita (Mentha piperita). Esto se debe a que ambas forman parte del mismo género y tienen características similares, como su forma y su fuerte aroma.
La planta es rica en flavonoides, vitaminas A, B6, C, K, ácido fólico y mentol. Así, la menta tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas, antigás, descongestionantes, bactericidas, antioxidantes y digestivas.
Es, por tanto, una planta muy versátil, ideal para tratar diferentes comorbilidades y, debido a su eficacia, está presente en la industria alimentaria y cosmética.
¿Por qué no se recomienda tomar té de menta durante el embarazo?
Durante el embarazo, debe evitarse el té de menta, ya que algunos estudios demuestran que el consumo de la planta puede provocar contracciones uterinas, induciendo al aborto o al parto prematuro. Además, beber el té en exceso puede causar malformaciones, comprometiendo la salud del bebé.
Durante la lactancia, no se recomienda tomar té de menta porque, además de reducir la producción de leche, tiende a transferir el olor y el sabor al niño, por lo que lo ideal es ingerir hierbas medicinales que no ofrezcan riesgos para la salud y siempre deben ser prescritas por un médico.
Posibles efectos secundarios del té de menta para las embarazadas
Los efectos secundarios del té de menta, en la mayoría de los casos, están asociados a su consumo continuado y en grandes cantidades. En el caso de las mujeres embarazadas, la bebida puede provocar abortos y dolor de estómago, e intensificar los vómitos, las náuseas, el ardor de estómago y las malas digestiones.
Además, si la mujer tiene predisposición a desarrollar alergias, la ingestión de la planta puede provocar reacciones cutáneas como picor, urticaria, enrojecimiento y sensación de quemazón.
Otras contraindicaciones del té de menta
Aparte de las mujeres embarazadas y lactantes, el té de menta está contraindicado en los siguientes casos:
- Niños menores de 9 años;
- Personas con enfermedades gastrointestinales como gastritis, úlceras y obstrucción de las vías biliares;
- Personas con anemia;
- Personas alérgicas al aceite esencial de menta.
Peligro del té en el embarazo
Aunque las infusiones con hierbas medicinales son sanas y beneficiosas para la salud, durante el embarazo, sobre todo en los tres primeros meses, su consumo es muy peligroso. Esto se debe a que, además de ser un periodo muy delicado, las plantas tienden a provocar contracciones en el útero, hemorragias, malformaciones en el feto e incluso abortos.
¿Están prohibidos todos los tés?
Aun con restricciones, no todas las infusiones están prohibidas durante el embarazo. Las plantas medicinales de acción calmante y digestiva son las más indicadas, ya que relajan tanto a la madre como al bebé. Además, reducen las náuseas, la acidez y las malas digestiones, e incluso estimulan la producción de leche.
Sin embargo, como medida de seguridad, incluso las infusiones permitidas deben administrarse con precaución y con la orientación del obstetra, nutricionista o fitoterapeuta. También es importante alternar las hierbas, para evitar el consumo frecuente de la misma planta. De este modo, se garantiza que no habrá riesgos ni para la madre ni para el niño.
Tés prohibidos para embarazadas
Todo el mundo sabe que las infusiones son buenas para la salud, pero aunque sean naturales y caseras, pueden ser un verdadero peligro, sobre todo para las mujeres embarazadas. A continuación, enumeramos las infusiones que se consideran prohibidas, ya que ofrecen riesgos reales durante y después del embarazo ¡Compruébalas!
Té de la calle
Aunque el té de ruda se utiliza con fines medicinales, se considera tóxico y provoca efectos indeseables en el organismo. Sin embargo, su consumo se ha popularizado por su acción emenagoga, es decir, para acelerar la menstruación o provocar hemorragias.
Esto se debe a que la hoja contiene sustancias, como la rutina, que estimulan las fibras musculares y provocan fuertes contracciones en el útero. Por lo tanto, la planta es altamente abortiva y no debe ser consumida por mujeres embarazadas. Incluso si no se produce un aborto, existen grandes posibilidades de malformaciones fetales.
Té Buchinha do Norte
Muy utilizada por personas con problemas respiratorios, la cucurbitacina es una planta tóxica y, administrada indiscriminadamente, conlleva graves riesgos para la salud. Para las mujeres embarazadas, el peligro es aún mayor, ya que la planta contiene cucurbitacina, una sustancia que afecta directamente a la placenta y al embrión.
Por lo tanto, la hierba está prohibida durante el embarazo, ya que puede provocar abortos espontáneos o afectar al desarrollo del feto, lo que a su vez crea deformidades o dificulta el aumento de peso del bebé.
Té de Boldo
El té de boldo, tanto de la especie brasileña como de la chilena, se consume por sus diversos beneficios para la salud. Sin embargo, la planta tiene ascaridol, un componente con alto poder abortivo, por lo que no está indicada para mujeres embarazadas, especialmente al principio del embarazo.
Se recomienda evitar la planta durante todo el periodo de embarazo y lactancia, para no afectar al crecimiento del bebé, antes y después del nacimiento.
Té con canela
Al estimular las contracciones del útero, se sabe que el té de canela acelera la menstruación y aumenta la intensidad del flujo menstrual, por lo que no se recomienda su consumo durante el embarazo debido al alto riesgo de aborto o parto prematuro.
Aún hay pocos estudios sobre la especia. Sin embargo, ya se sabe que tomar la infusión con frecuencia y en exceso puede causar daños al embrión y, en consecuencia, interrumpir el embarazo.
Té de hinojo
El té de hinojo tiene propiedades emenagogas, además de aumentar la actividad estrogénica, provocando contracciones uterinas, por lo que no se recomienda su infusión durante el embarazo por la tendencia al aborto o a inducir el parto prematuro.
Además, según las investigaciones, los compuestos químicos de la planta pueden atravesar la placenta y afectar al desarrollo del feto, provocando malformaciones o retrasos en el crecimiento. Durante la lactancia, tampoco es aconsejable tomar el té para no transferir las sustancias al bebé.
Té de hibisco
En la medicina popular, el té de hibisco es muy conocido por su efecto adelgazante. Sin embargo, para las mujeres que desean quedarse embarazadas o que ya lo están, la planta puede alterar las hormonas, provocando infertilidad o abortos.
La hierba también tiene propiedades que afectan a los músculos del útero y la pelvis, aumentando las posibilidades de sangrado y, en consecuencia, afectando a la formación del bebé. Todavía hay pocos estudios, pero en la fase de lactancia no se recomienda el consumo de té de hibisco.
Té a la menta
El té de menta favorece las contracciones del útero, provocando el aborto o induciendo el parto, según la fase del embarazo. Además, puede afectar al desarrollo fetal, favoreciendo anomalías o malformaciones del bebé.
También hay estudios que demuestran que el té de menta reduce la leche materna, por lo que las madres lactantes no deben consumir la planta.
Té negro, verde o mate
Extraídos de la misma especie de planta, la Camellia sinensis, los tés negro, verde y mate se consideran peligrosos para las embarazadas. Esto se debe a que la cafeína, una de las principales sustancias presentes en la planta, puede acelerar el metabolismo, aumentando el ritmo cardiaco y la presión arterial, además de afectar a la calidad del sueño.
Además, los compuestos pueden pasar a la placenta, provocando los mismos síntomas en el bebé e interfiriendo también en la producción y calidad de la leche materna, por lo que la ingesta del té debe evitarse o hacerse sólo bajo supervisión médica.
Tés permitidos para embarazadas
Incluso con tantas restricciones, algunas infusiones están permitidas para las embarazadas. Además de aliviar síntomas comunes como las náuseas, el ardor de estómago y las malas digestiones, también actúan como calmantes naturales. A continuación, ¡conozca las hierbas medicinales consideradas seguras y apropiadas durante el embarazo!
Té de manzanilla
Por sus propiedades calmantes, digestivas, ansiolíticas y antiinflamatorias, la manzanilla es una de las pocas infusiones permitidas a las embarazadas. Consumida con moderación, esta hierba medicinal alivia las náuseas, las náuseas y las malas digestiones. Además, ayuda a mejorar los síntomas del insomnio, el estrés y la ansiedad.
En principio, la infusión de manzanilla se considera segura durante el embarazo. Sin embargo, en el caso de embarazos de alto riesgo, es mejor evitarla o tomarla sólo bajo la supervisión de un obstetra o dietista.
Té de hierba limón
La infusión de melisa es una opción indicada durante el embarazo, ya que tiene propiedades sedantes y relajantes, es antiespasmódica, analgésica y antiinflamatoria.
Sin embargo, aunque sea natural, la infusión no debe consumirse en grandes cantidades y con frecuencia. El exceso de la hierba en el organismo tiende a provocar enfermedades, vómitos y diarrea, por lo que lo ideal es alternarla con otras plantas medicinales o tomar hasta dos tazas cada dos días, preferiblemente bajo supervisión médica.
Té de jengibre
El jengibre es una raíz popular por su efecto terapéutico, que aporta diversos beneficios para la salud. Para las embarazadas, el té de jengibre es una gran alternativa para aliviar los dolores de cabeza, la acidez y las náuseas. La bebida ayuda a controlar el colesterol y activa la circulación sanguínea, evitando la formación de coágulos y reduciendo la hinchazón del cuerpo.
Sin embargo, se recomienda no sobrepasar la dosis de 1 gramo de la raíz al día, además de beber la infusión durante un máximo de 4 días consecutivos, porque beber demasiado tiende a traer riesgos para el bebé, como malformaciones y abortos.
Té de lavanda
La acción sedante y calmante hace del té de lavanda una excelente opción para consumir durante el embarazo, especialmente en los momentos finales, ya que la mujer puede sentirse más ansiosa con la llegada del bebé.
Además de relajar y calmar, la infusión también combate las migrañas, refuerza el sistema inmunitario y ayuda a dormir mejor. Como provoca somnolencia, el té de lavanda debe tomarse con moderación y siempre bajo prescripción médica.
Té de tomillo
Al ser una hierba muy aromática, es muy común utilizar el tomillo en la cocina, pero el té elaborado con esta planta tiene varios beneficios para la salud, especialmente para las mujeres embarazadas. Con propiedades expectorantes, antiinflamatorias, bactericidas y antioxidantes, funciona especialmente en casos de resfriados, gripe y episodios de sinusitis.
La bebida también tiene una acción calmante, aliviando los síntomas de ansiedad, estrés y nerviosismo. Sin embargo, no se aconseja tomar té de tomillo en los primeros meses de embarazo, ya que pueden producirse espasmos y contracciones en el útero.
Por lo tanto, para garantizar su eficacia, sólo el obstetra puede indicar la cantidad y la frecuencia de consumo de la bebida.
Más información sobre infusiones para embarazadas
Existen muchas dudas sobre el consumo de té, ya que, en algunos casos, el consumo está permitido y, en otros, no. Pero, después del embarazo, ¿están permitidas las infusiones prohibidas? A continuación, ¡consulta esta y otras informaciones sobre infusiones para embarazadas!
Después del embarazo, ¿están permitidas las infusiones prohibidas?
Incluso después del embarazo, las infusiones prohibidas siguen sin estar indicadas. En la fase de lactancia, es muy importante que la mujer mantenga buenos hábitos alimenticios, además de tomar bebidas saludables.
Todo lo que una mujer consume antes y después del embarazo puede interferir directamente en la calidad y la producción de leche, el único y principal alimento del bebé en los primeros meses de vida. Por eso, para que el niño se desarrolle bien y con seguridad, es mejor esperar a que se produzca el destete.
¿Existen infusiones específicas para embarazadas?
En el mercado ya existen infusiones elaboradas especialmente para embarazadas. Generalmente, están compuestas por hierbas beneficiosas para la salud de las gestantes y sus bebés. Además de estimular la producción de leche, mantienen el organismo hidratado, restauran los nutrientes y mejoran la calidad del sueño.
Sin embargo, las infusiones específicas para este fin deben consumirse con precaución y bajo la supervisión del obstetra, ya que pueden estar mezcladas con hierbas peligrosas.
Otras bebidas que las embarazadas deben evitar
Aparte de las infusiones prohibidas, hay otras bebidas que las mujeres deben evitar durante el embarazo, que son:
Café: La cafeína se considera una sustancia nociva tanto para las mujeres como para los bebés. Al ser un estimulante natural, puede afectar a la calidad del sueño, provocar palpitaciones y también influir en el desarrollo del feto. Algunos estudios demuestran que 200 mg de cafeína al día es una cantidad segura y no ofrece riesgos.
Esto corresponde a dos tazas de café al día de hasta 240 ml. Sin embargo, este compuesto también está presente en tés, refrescos y chocolate, por lo que lo ideal es evitarlo o consumirlo lo menos posible para no superar la cantidad recomendada.
Bebida alcohólica: Independientemente de la cantidad, el alcohol puede ser absorbido fácilmente por la placenta, afectando a la formación del feto, por lo que durante el embarazo está prohibido consumir cualquier bebida alcohólica, aunque sea una pequeña dosis.
Refrescos: Rica en aditivos químicos, como colorantes y azúcares, esta bebida debe evitarse antes y después del embarazo, ya que sus ingredientes pueden inflamar el organismo tanto de la madre como del niño.
Además, tras el nacimiento, el bebé tiene más posibilidades de desarrollar enfermedades graves. Las versiones light y diet, a pesar de venderse como una alternativa más saludable, contienen azúcares artificiales, siendo perjudiciales en cualquier etapa del embarazo.
Durante el embarazo hay que tener cuidado con la comida.
Desde el principio hasta el final del embarazo hay que redoblar los cuidados, sobre todo con la alimentación. Y es que una dieta rica en nutrientes y vitaminas garantiza que el bebé crezca sano y con el peso adecuado. Además, evita que la mujer desarrolle enfermedades graves como hipertensión, anemia y diabetes.
Además, durante el embarazo es muy importante evitar las bebidas alcohólicas, los medicamentos sin receta y los cigarrillos. Esta información parece obvia, pero cambiar de hábitos puede ser una tarea muy difícil para algunas mujeres.
Por eso, desde el momento en que se descubre el embarazo, hay que hacer cambios importantes, además de hacer el prenatal correctamente y seguir al pie de la letra las pautas del médico. Al final, ¡el mayor deseo de una madre es que su hijo nazca y se desarrolle con mucha salud!