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Consideraciones generales sobre el trastorno bipolar
El trastorno bipolar se caracteriza por la alternancia entre la depresión y la manía. Sus crisis pueden variar en frecuencia, duración e intensidad, por lo que se trata de un trastorno psicológico muy complejo, ya que la alternancia puede producirse de forma repentina, tanto de la depresión a la manía como de los períodos asintomáticos.
Se puede afirmar que este trastorno puede afectar tanto a hombres como a mujeres y es más frecuente en personas de entre 15 y 25 años, pero también puede aparecer en niños y personas mayores.
A lo largo del artículo se comentarán algunos detalles sobre las características, los síntomas y las formas de tratamiento del trastorno bipolar. Para saber más sobre él, ¡sigue leyendo!
Comprender el trastorno bipolar y sus principales síntomas
Caracterizado por periodos de manía y depresión, el trastorno bipolar presenta rasgos distintivos en estos dos momentos y es importante conocerlos para identificar los síntomas del trastorno. Además, también es importante conocer un poco los factores de riesgo relacionados con el trastorno. ¡Vea más sobre esto en la siguiente sección del artículo!
¿Qué es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar o trastorno afectivo bipolar es un trastorno psiquiátrico complejo. Se caracteriza por la alternancia de episodios de depresión y manía, que a veces se producen de forma repentina, pero también puede haber períodos asintomáticos.
En general, las crisis varían en intensidad de leves a graves y su frecuencia y duración no son fijas. Cabe mencionar que el trastorno puede aparecer tanto en hombres como en mujeres, y es más común en personas cuyas edades oscilan entre los 15 y los 25 años.
Las características de los episodios depresivos
Durante los episodios depresivos asociados al trastorno bipolar, las personas suelen evitar las situaciones sociables, por lo que prefieren permanecer aislados de la socialización con los demás y se sienten más retraídos. Además, otro punto que hace más reconocible este periodo es la falta de cuidado con la higiene personal y con el entorno.
Cabe mencionar que la falta de voluntad para realizar actividades, la tristeza profunda y la insensibilidad a los acontecimientos que les rodean también son características de los episodios de depresión asociados al trastorno. Otro punto que merece la pena mencionar es el pesimismo, que puede llevar a la ideación suicida.
Las características de los episodios maníacos
La inestabilidad es la principal característica de los episodios maníacos relacionados con el trastorno bipolar. Es una fase muy difícil para mantener la funcionalidad y poder llevar a cabo las actividades diarias, ya que la manía disminuye la necesidad de dormir, por ejemplo.
Además, también contribuye a que las personas bipolares sean más propensas a exponerse a comportamientos de riesgo. Otra característica de esta fase es la tendencia a la compulsión, ya sea de carácter alimentario o en forma de adicción. Este tipo de episodio puede durar semanas o meses.
La transición de la manía a la depresión
La transición de la manía a la depresión es un momento de gran inestabilidad en las relaciones personales. Esta característica también se manifiesta en el estado de ánimo de las personas bipolares, que se ponen muy tristes o muy alegres en intervalos cortos de tiempo.
Aunque mucha gente puede pensar que esto es común a todos los seres humanos, en realidad, cuando se habla de trastorno bipolar, la oscilación es mucho más brusca y se produce entre los dos estratos de humor descritos, algo que influye en la disposición de los pacientes a vivir.
La estructura y el funcionamiento del cerebro
Según algunos estudios realizados con personas diagnosticadas de trastorno bipolar, el cerebro de los pacientes con este trastorno puede diferenciarse del de otras personas gracias a su estructura y forma de funcionamiento. Así, es posible encontrar déficits en las regiones frontal y temporal del cerebro.
Estas partes son las encargadas de controlar la inhibición y las emociones de las personas. Por ello, las personas que tienen un historial de psicosis acaban mostrando déficits en la masa gris del cerebro, mientras que las que reciben un tratamiento adecuado acaban perdiendo menos masa.
Los factores de riesgo del trastorno bipolar
El trastorno bipolar va acompañado de algunos síntomas psicóticos, lo que hace que los pacientes queden atrapados en pensamientos capaces de poner en riesgo su vida, por lo que los episodios de manía que presentan esta característica llevan a los pacientes a exponerse a una serie de peligros que amenazan su integridad.
Además, es posible que la compulsión lleve a las personas a crear una serie de deudas. Otra característica es la actividad sexual excesiva, que puede acabar provocando enfermedades. En los episodios depresivos, por otra parte, existe el riesgo de interrumpir los cuidados básicos, como la alimentación y la higiene. En los casos más graves, puede manifestarse la ideación suicida.
Los síntomas del trastorno bipolar
Existen tres tipos de trastorno bipolar, y los síntomas del mismo pueden variar por ello. En el primer tipo, el paciente tiene episodios de manía con síntomas psicóticos, mostrando desconexión de la realidad. El segundo tipo, en cambio, se caracteriza por episodios de manía más moderados, y éstos no generan grandes cambios en la vida del paciente.
Por último, el tercer tipo es aquel en el que los episodios maníacos aparecen debido a algún tipo de medicación. Entre los mencionados, el tipo 1 se considera el más grave debido a los síntomas psicóticos, que también pueden aparecer durante los períodos depresivos.
Los tipos de bipolaridad
La psiquiatría considera que existe un único trastorno afectivo bipolar, pero se subdivide en tres tipos cuyas características varían entre episodios de manía, depresión y un estado mixto, por lo que es importante conocer más sobre estos tipos para entender el trastorno bipolar de una manera más completa. Vea a continuación!
Tipo I
Las personas con trastorno bipolar tipo I tienen episodios de manía que duran al menos siete días, seguidos de fases de ánimo deprimido que pueden durar dos semanas o persistir varios meses. En ambas fases, los síntomas de la enfermedad se sienten con intensidad y provocan cambios drásticos de comportamiento.
Por lo tanto, las relaciones afectivas y sociales pueden verse comprometidas. Además, debido a los episodios de psicosis, el estado puede ser grave hasta el punto de requerir un ingreso hospitalario. Este requisito también está relacionado con el riesgo de suicidio vinculado a este tipo de trastorno bipolar.
Tipo II
Al hablar del trastorno bipolar de tipo II se puede afirmar que existe una alternancia entre episodios maníacos y depresivos. Además, en esta versión del trastorno está presente la hipomanía, que puede definirse como una versión más suave de la manía, que lleva a las personas a un estado de optimismo y excitación, pero que también puede despertar su agresividad.
Se puede afirmar que este tipo de trastorno bipolar causa menos daños en las relaciones del portador que el tipo I. En general, las personas consiguen llevar a cabo sus actividades, aunque con dificultad.
Trastorno mixto o no especificado
El trastorno mixto o no especificado es bastante difícil de caracterizar. Los síntomas que presentan los pacientes sugieren un trastorno bipolar, pero al mismo tiempo no son lo suficientemente numerosos como para cerrar el diagnóstico.
Esta insuficiencia está vinculada tanto al número como a la duración de los episodios maníacos y depresivos, por lo que la enfermedad no podía clasificarse en ninguno de los dos tipos, lo que llevó a crear esta clasificación mixta o inespecífica para abarcar estos casos.
Trastorno ciclotímico
El trastorno ciclotímico puede definirse como el más leve de los trastornos bipolares. Así, su principal característica son los cambios de humor, que son crónicos y pueden ocurrir incluso a lo largo del mismo día. Además, es posible que el paciente presente síntomas de hipomanía y depresión leve.
Por lo tanto, el diagnóstico del trastorno ciclomítico puede ser bastante complicado, ya que estas características se ven como parte del temperamento del paciente, que es considerado como una persona inestable e irresponsable por quienes lo rodean.
Las principales causas del trastorno bipolar
Hasta la fecha, la medicina no ha podido determinar una causa exacta del trastorno bipolar, pero ya se sabe que hay algunos factores genéticos y biológicos que están relacionados con su aparición.
Además, los desequilibrios cerebrales y hormonales desempeñan un papel en este problema. Vea más sobre estas y otras posibles causas del trastorno bipolar en la siguiente sección del artículo.
Factores genéticos y biológicos
Según algunos estudios, existe un componente genético en la aparición del trastorno bipolar. Así, las personas que tienen familiares con antecedentes del trastorno pueden llegar a manifestarlo. Esto ocurre principalmente con quienes tienen el predominio de los genes BDNF, DAOA, CACNA1C, ANK3 y TPH1/2.
Al hablar de los factores biológicos, se puede destacar que hay estudios que indican que los pacientes con trastorno bipolar tienen cerebros cuyas estructuras son diferentes a las de otras personas. Sin embargo, todavía se necesitan más estudios en esta área para obtener detalles más concluyentes.
Desequilibrio cerebral-químico u hormonal
Los desequilibrios químicos del cerebro relacionados con el trastorno bipolar están directamente relacionados con los neurotransmisores, que son mensajeros químicos liberados por las neuronas para llevar la información a las células receptoras.
Cuando sufren algún tipo de cambio, pueden desencadenar los cambios de humor asociados al trastorno bipolar. Además, los cambios hormonales también pueden desencadenar el trastorno bipolar.
En el caso de las mujeres, hay asociaciones entre el nivel de estrógenos y BDNF y este trastorno. Otra hormona asociada al trastorno bipolar es la adiponectina, que ayuda a regular el metabolismo de la glucosa y los lípidos y presenta niveles bajos en los pacientes diagnosticados con el trastorno.
Factores medioambientales
Hay una serie de factores ambientales que pueden provocar el trastorno bipolar. Entre ellos, cabe destacar los episodios de abuso mental y el estrés. Además, los momentos de duelo o los acontecimientos traumáticos también se asocian a la aparición de la disfunción.
Según los estudios, en general, las personas con predisposición genética pueden no tener síntomas visibles de trastorno bipolar hasta que se exponen a algún factor ambiental de esta naturaleza. Entonces, una vez que esto sucede, el trauma genera un desequilibrio grave en el estado de ánimo.
Peligros del trastorno bipolar y su diagnóstico
El trastorno bipolar tiene algunos factores de riesgo, pero es posible tener una vida normal con el tratamiento adecuado. Para ello, es necesario obtener un diagnóstico de un psiquiatra y buscar otras formas de apoyo, como la psicoterapia. ¡Aprenda más sobre estos temas a continuación!
¿Cómo saber si una persona tiene un trastorno bipolar?
Sólo un psiquiatra puede hacer un diagnóstico de trastorno bipolar, ya que para ello es necesario una buena anamnesis y una historia clínica detallada del paciente. Además, también es necesario un examen psiquiátrico cuidadoso para poder identificar el trastorno bipolar.
Las pruebas de laboratorio también pueden ayudar en este sentido, sobre todo cuando se trata de análisis de sangre y de imagen. En el caso de los profanos, es posible identificar los síntomas más evidentes del trastorno, como los cambios de humor, y acudir a un médico para realizar el diagnóstico correcto.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
El diagnóstico del trastorno bipolar se realiza clínicamente, es decir, por un psiquiatra. El médico en cuestión basa su diagnóstico en la historia del paciente y en su relato de los síntomas que presenta.
Sin embargo, es un proceso largo y los signos pueden confundirse con otros trastornos psiquiátricos como la depresión y el síndrome de pánico, por lo que se recomienda que los profesionales establezcan un diagnóstico diferencial antes de adoptar cualquier tipo de medida terapéutica para el paciente.
¿Se puede curar el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar no tiene cura, pero puede controlarse con el tratamiento adecuado, que incluye el uso de medicamentos, psicoterapia y algunos cambios en el estilo de vida. Así, los pacientes deben dejar de consumir sustancias psicoactivas como el alcohol, las anfetaminas y la cafeína.
Además, también es necesario tratar de desarrollar algunos hábitos más saludables, como una dieta más regulada y una buena rutina de sueño. Así, se pueden minimizar los momentos de estrés que pueden desencadenar episodios del trastorno.
La prescripción de medicamentos, a su vez, depende de la gravedad del cuadro. En general, se utilizan estabilizadores del estado de ánimo, antipsicóticos, ansiolíticos, anticonvulsivos y neuroepilépticos.
¿Cómo ayudarme ante el diagnóstico de trastorno bipolar?
Si te han diagnosticado un trastorno bipolar y buscas cómo ayudarte, el primer paso es acudir a un médico e iniciar el tratamiento que te indique. Además, debes ser consciente de que la recuperación es un proceso lento y complejo.
Así que intenta hablar abiertamente con tu médico sobre cómo te sientes y no dejes de tomar la medicación prescrita. Establece una rutina saludable y asegúrate de dormir lo suficiente. Otro punto fundamental es aprender a identificar tus cambios de humor.
¿Cómo ayudar a otra persona diagnosticada de trastorno bipolar?
Si a un amigo o familiar le han diagnosticado un trastorno bipolar y usted busca la forma de ayudarle, intente estar presente y ser paciente con el momento que está atravesando. Intente animarle a hablar de cómo se siente y escúchele con atención.
Además de eso, la comprensión con los cambios de humor es fundamental, ya que no son algo que la persona bipolar pueda controlar. Trate de incluir a esta persona en actividades divertidas y recuerde que el tratamiento es largo y complejo, incluso el paciente puede no encontrar algo que funcione inmediatamente.
¿Es posible llevar una vida normal?
Se puede afirmar que el tratamiento del trastorno bipolar suele ser largo. Una vez concluida la fase de identificación y el diagnóstico, hay que iniciar la medicación, que exige algunos ajustes para que el estado de ánimo del paciente se estabilice sin efectos secundarios.
Así, la prioridad del tratamiento es la ausencia de episodios depresivos, lo que garantiza que las personas no pasarán a los episodios maníacos. Una vez alcanzado un cuadro estable, es posible llevar una vida normal, siempre que no se interrumpa el tratamiento sin un seguimiento adecuado.
¿Cómo se ven afectados los amigos y la familia?
Cuidar de una persona que sufre un trastorno bipolar puede ser estresante para los familiares y amigos, por lo que deben tener cuidado de no dejarse afectar por lo que le ocurre a un ser querido. Por ello, es importante que quienes cuidan de un enfermo de trastorno bipolar busquen también asistencia psicológica.
Otro aspecto que puede ayudar mucho es buscar grupos de personas que también sean cuidadores de pacientes con trastorno bipolar para apoyarse, ya que el apoyo es fundamental para que los familiares y amigos puedan ayudar a quienes padecen el trastorno bipolar.
¿Cuáles son los peligros de la bipolaridad?
Los principales peligros del trastorno bipolar están asociados a sus síntomas psicóticos. Cuando éstos se manifiestan, las personas tienden a tomar decisiones que pueden poner en riesgo su integridad, especialmente durante sus episodios maníacos. En este escenario, la exposición al peligro es algo bastante común.
Por otro lado, durante los episodios depresivos, el cuidado personal va en declive. Pronto, es común que los pacientes dejen de comer, dejen de lado su higiene personal y se vuelvan vulnerables a una serie de infecciones causadas por estos dos factores. En situaciones más graves, pueden producirse intentos de suicidio.
El tratamiento
Existen algunas posibilidades de tratamiento para el trastorno bipolar, que deben ser indicadas por el médico y seguidas al pie de la letra por los pacientes para que puedan estabilizar su estado y llevar una vida normal. A continuación comentaremos más detalles al respecto.
Psicoterapia
La psicoterapia debe combinarse con el uso de la medicación para un tratamiento eficaz del trastorno bipolar, ya que puede proporcionar el apoyo necesario al paciente, así como educarlo y guiarlo para que pueda afrontar mejor su estado de salud.
Además, se recomienda que los familiares de las personas con trastorno bipolar, especialmente los que se encargan del cuidado del paciente durante sus crisis, también acudan a la psicoterapia como forma de obtener un alivio del estrés y comprender mejor lo que le ocurre a su ser querido.
Medicamentos
Existen diferentes tipos de medicamentos que pueden utilizarse para controlar los síntomas del trastorno bipolar, por lo que hay personas que pueden necesitar varios medicamentos diferentes antes de encontrar los que mejor funcionan para controlar el trastorno.
En general, en el tratamiento se utilizan estabilizadores del estado de ánimo, antipsicóticos y antidepresivos. Cabe mencionar que todos estos fármacos deben ser debidamente prescritos por un psiquiatra y tomados según las pautas de este médico.
También es importante entender que todos los tipos de medicación tienen riesgos y beneficios y que hay que informar de cualquier efecto secundario para que el psiquiatra pueda hacer ajustes o modificar la medicación.
Monitorización
Aunque una persona bipolar reciba el tratamiento adecuado, esto no evita sus cambios de humor, por lo que es necesario un seguimiento diario. Por ello, el paciente, el médico y el psicólogo deben trabajar juntos y hablar abiertamente de sus preocupaciones y opciones.
Además, los pacientes deben llevar un registro detallado de sus síntomas, como los cambios de humor, para poder informar a los profesionales del tratamiento y permitirles controlar y tratar el trastorno de la mejor manera posible.
Suplementación
Se puede afirmar que la investigación sobre los efectos de la suplementación natural para el tratamiento del trastorno bipolar se encuentra todavía en sus primeras fases, por lo que aún no hay datos concluyentes sobre esta cuestión, y es importante que los suplementos se utilicen con asesoramiento médico.
Esto sucede porque su interacción con otros medicamentos puede generar efectos no deseados y perjudicar el tratamiento. En algunos casos, estos efectos pueden ser peligrosos para el paciente, por lo que se debe evitar la automedicación, aunque los productos sean naturales.
Si te diagnostican un trastorno bipolar, no dudes en buscar apoyo profesional.
El apoyo profesional es fundamental para el tratamiento del trastorno bipolar, por lo que las personas diagnosticadas con este trastorno necesitan combinar la ayuda psiquiátrica con la psicoterapia.
Durante las sesiones con el psicólogo, será posible elaborar más sus pensamientos y comprender mejor los síntomas, facilitando la identificación de los cambios de humor, lo que puede ser fundamental para estabilizar el cuadro clínico y garantizar una vida normal a la persona bipolar.
Además, el paciente debe hacer un seguimiento diario. Es interesante que intente escribir sus sentimientos y pensamientos y compartirlos con los responsables del tratamiento. Es necesario que psiquiatra, psicoterapeuta y paciente trabajen juntos para mantener el cuadro estable.