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Consideraciones generales sobre la depresión posparto
El desánimo, el cansancio y la irritabilidad son característicos del embarazo y el posparto. Independientemente de la alegría que se siente con la llegada de un bebé, algunas mujeres pueden llegar a experimentar tristeza como signo de los cambios en su cuerpo o incluso sentimientos de incapacidad e inseguridad para ocuparse del niño.
Sin embargo, cuando esta tristeza evoluciona hacia una depresión posparto, hay que redoblar los cuidados, ya que esta afección puede ser perjudicial tanto para el recién nacido como para la propia madre. Los amigos y la familia deben estar cerca de esta mujer, ofreciéndole todo el apoyo posible, incluida la ayuda para identificar los síntomas.
En este texto, hablaremos sobre esta importante condición clínica que ha afectado a muchas mujeres brasileñas. Con la falta de atención, la depresión posparto puede ser fácilmente confundida con el período normal de gestación o ser seriamente descuidada. Por lo tanto, continúe el texto para saber más.
Comprender la depresión posparto
Aunque últimamente se habla mucho de ella, pocas personas saben lo que, en realidad, significa la depresión posparto. En los siguientes temas aprenderá un poco más sobre el cuadro clínico, incluyendo sus causas, síntomas y la posibilidad de cura. Siga leyendo para entenderlo.
¿Qué es la depresión posparto?
La depresión posparto es un cuadro clínico que se produce tras el nacimiento del bebé y puede aparecer hasta el primer año de vida del niño. El cuadro se caracteriza por estados depresivos, marcados por sentimientos de tristeza intensa, disminución del estado de ánimo, pesimismo, visión negativa de las cosas, disminución de la disposición para cuidar al bebé o protección exagerada, entre otros síntomas.
En algunos casos, este cuadro clínico puede evolucionar a una psicosis posparto, que es una afección mucho más grave y requiere tratamiento psiquiátrico. Pero esta evolución no suele ocurrir. Con cuidados específicos, la depresión posparto se trata y la mujer puede seguir tranquilamente, con la debida atención a su bebé.
¿Cuáles son sus causas?
Son varias las causas que pueden provocar una depresión posparto, desde factores físicos, como los cambios hormonales característicos del puerperio, hasta antecedentes de enfermedades y trastornos mentales. La calidad y el estilo de vida de la mujer también pueden influir en la aparición del trastorno.
En general, las principales causas del cuadro clínico son: falta de una red de apoyo, embarazo no deseado, aislamiento, depresión antes o durante el embarazo, dieta inadecuada, cambios hormonales tras el parto, privación de sueño, antecedentes de depresión en la familia, sedentarismo, trastornos mentales y contexto social.
Es importante destacar que éstas son las causas principales. Como cada mujer es diferente de las demás, hay factores singulares que pueden desencadenar el cuadro depresivo.
Principales síntomas de la depresión posparto
La depresión posparto es similar a la depresión común. En este sentido, la mujer presenta los mismos síntomas de un cuadro depresivo. Sin embargo, la gran diferencia es que en el posparto existe una relación con el bebé, que puede ser afectiva o no, por lo que los síntomas de la depresión pueden ser desatendidos.
Así, la mujer puede presentar gran cansancio, pesimismo, llanto recurrente, dificultad para concentrarse, cambios en los hábitos alimentarios, falta de placer en el cuidado del bebé o en la realización de las actividades cotidianas, gran tristeza, entre otros síntomas. En casos más graves, la mujer puede presentar delirio, alucinaciones e ideas suicidas.
¿Es curable la depresión posparto?
La depresión posparto es curable, pero depende de la posición de la madre. Con el tratamiento adecuado y la adopción de todas las prescripciones médicas, la mujer puede deshacerse del cuadro depresivo y seguir cuidando de su bebé. Es importante tener en cuenta que el cuadro clínico es una condición que puede y debe llegar a su fin.
Además, para la curación completa de la mujer, sin que sea un requisito previo para ello, es bueno que exista una red de apoyo, es decir, que la familia y los amigos estén al lado de la madre para ofrecerle toda la ayuda posible.
Datos e información importantes sobre la depresión posparto
La depresión posparto es una condición clínica que afecta a algunas mujeres. Es importante saber más sobre esta condición para refutar algunas informaciones falsas y enfrentarla con más tranquilidad. Vea datos relevantes en los temas abajo.
Las estadísticas de la depresión posparto
Según una encuesta realizada por la Fundación Oswaldo Cruz, sólo en Brasil se estima que el 25% de las mujeres sufren depresión posparto, lo que corresponde a la presencia de la afección en una de cada cuatro madres.
Sin embargo, con el aumento de las exigencias de las mujeres, que a veces tienen que dividirse entre el trabajo, la casa, otros hijos y la llegada de un nuevo bebé, los estados depresivos pueden aparecer en cualquier mujer.
Teniendo en cuenta el estado natural de fragilidad y sensibilidad, característico del propio periodo de gestación, la mujer embarazada necesita recibir todo el apoyo posible, especialmente tras el nacimiento del niño.
Al poco tiempo del nacimiento
Con una diversidad de síntomas, la depresión posparto puede aparecer hasta el primer año de vida del bebé. Durante estos 12 meses, la mujer puede sentir todos los síntomas del cuadro depresivo o sólo algunos de ellos. También es importante prestar atención a la intensidad de los síntomas que se sienten durante este período.
Si después del primer año de vida del niño, la madre empieza a mostrar síntomas de depresión, la afección no es consecuencia del embarazo. En este caso, hay que buscar tratamiento para que la afección no interfiera en otras áreas de la vida de la mujer.
¿Es posible que se produzca tarde?
Es importante estar atento a los signos de la depresión posparto, ya que la afección puede aparecer tardíamente. En este caso, la afección se desarrolla durante 6, 8 meses o incluso hasta 1 año después del nacimiento del niño. Los síntomas son característicos de la afección, con la posibilidad de presentarse con la misma intensidad que si hubiera comenzado en el puerperio.
Es esencial que la mujer reciba todo el apoyo de amigos y familiares para afrontar la situación, ya que hasta que el niño cumpla un año, el bebé sigue muy vinculado a la madre y depende de ella para todo. También es esencial la elección de profesionales formados y acogedores.
¿Existe una relación entre la depresión posparto y los bebés prematuros?
Las mujeres que han tenido bebés prematuros pueden enfrentarse a periodos de inseguridad y a un alto nivel de estrés. Pueden sentirse incapaces de cuidar del niño. Pero aun así, este estado no significa que vayan a desarrollar una depresión posparto, sino que se trata de un comportamiento habitual de toda madre.
Con un equipo médico humano y responsable, la madre que ha tenido bebés prematuros recibirá toda la orientación para cuidar de su hijo. Se le transmitirán consejos y pautas para que esta mujer pueda estar más tranquila y segura. Por eso es muy importante que la elección de los profesionales esté bien hecha.
¿Existe alguna relación entre la depresión posparto y el tipo de parto?
No existe ninguna relación entre la depresión postparto y el tipo de parto realizado. Sea cesárea, normal o humanizada, cualquier mujer puede experimentar el cuadro clínico, lo único que puede ocurrir es que la mujer se cree expectativas con un tipo de parto y en el momento de dar a luz no sea posible realizarlo.
Esto puede generar estados de frustración y estrés, pero aún así no es un factor para desencadenar una depresión. Para un parto tranquilo, la madre puede hablar con su médico y exponer sus expectativas con el momento, pero entendiendo que puede ocurrir un cambio de emergencia y debe permanecer tranquila al respecto.
Depresión gestacional y baby blues
La depresión posparto puede confundirse fácilmente con la depresión gestacional y la fase de melancolía posparto. Para identificar correctamente los síntomas de cada periodo, es importante conocer la diferencia entre estos momentos. Consulte la información importante a continuación.
Depresión gestacional o prematura
Depresión gestacional es el término médico para lo que se conoce como depresión preparto, un período en el que la mujer se vuelve más frágil emocionalmente durante el embarazo. En esta fase, la embarazada siente los mismos síntomas de una depresión mientras está embarazada del niño, es decir, enfrenta pesimismo, visión negativa de las cosas, cambios en el apetito y el sueño, tristeza, entre otros.
En algunos casos, lo que se observa como depresión posparto es en realidad una continuación de la depresión gestacional. La madre ya presentaba un cuadro depresivo durante el embarazo, pero se descuidó porque se creía que el cuadro era normal. Al creer que los cambios en el apetito y el sueño, el cansancio y la inseguridad son absolutamente normales durante el embarazo, el cuadro depresivo puede pasar desapercibido.
Baby Blues
En cuanto nace un niño, el cuerpo femenino empieza a afrontar algunos cambios generados por la variación de las hormonas. Esta transformación tiene lugar en la fase llamada puerperio, un periodo tras el parto que dura 40 días, también conocido como cuarentena o calma. Pasados los 40 días, estos cambios empiezan a mostrar un declive.
En las dos primeras semanas del puerperio, la mujer puede desarrollar la melancolía posparto, que es una etapa temporal de intensa sensibilidad, cansancio y fragilidad. En este momento, la mujer necesita todo el apoyo para recuperarse. La melancolía posparto dura un máximo de 15 días y, si se prolonga, puede aparecer la depresión posparto.
Diferencia entre depresión posparto y melancolía posparto
Independientemente de cómo se viva el embarazo y el puerperio, toda mujer se enfrenta a cambios en su cuerpo, ya sea en sus hormonas o en sus aspectos emocionales. Por ello, la depresión posparto puede confundirse fácilmente con el periodo de baby blues. Al fin y al cabo, ambos presentan sensibilidad, cansancio y fragilidad, con una importante pérdida de energía.
Sin embargo, la gran diferencia entre ambos fenómenos está en la intensidad y el tiempo de los síntomas. Mientras que en la melancolía posparto la mujer se vuelve sensible, pero no pierde la alegría y las ganas de cuidar del bebé, en la depresión posparto, la madre presenta fatiga, falta de placer, llanto frecuente, tristeza y desánimo en gran intensidad.
Además, aunque la melancolía posparto aparezca con fuerza, el periodo se acaba en 15 días. Si es más largo, hay que tener cuidado porque podría ser el inicio de un estado depresivo.
Diagnóstico y prevención de la depresión posparto
Como condición clínica, la depresión posparto tiene diagnóstico y prevención. Es muy importante que se realice una identificación precoz para evitar el empeoramiento de la condición. Siga leyendo para saber cómo diagnosticarla y prevenirla.
Identificar el problema
Antes de identificar los signos de la depresión posparto, es importante tener en cuenta que, independientemente de la condición clínica, es de esperar que después del embarazo, una mujer se enfrente a la fatiga, un estado de irritabilidad y mucha sensibilidad.
Después de todo, en los primeros días del puerperio, la madre siente todos los cambios y alteraciones en su cuerpo. Sin embargo, en el estado depresivo, es muy difícil alegrarse del nacimiento del bebé.
La mujer es incapaz de establecer un vínculo con el recién nacido o puede ser tan protectora que no deja que nadie se le acerque, ni siquiera sus familiares. Además, siente todos los síntomas de la depresión.
El diagnóstico
El diagnóstico se realiza de la misma forma que una depresión común. El médico responsable del diagnóstico, es decir, el psiquiatra, evalúa la intensidad y la persistencia de los síntomas, que deben producirse durante más de 15 días.
Para configurar depresión posparto, la mujer debe presentar anhedonia, que es la disminución o pérdida total de interés por las actividades cotidianas, humor depresivo y, por lo menos, 4 síntomas de depresión, recordando siempre que estos signos deben ser constantes por más de dos semanas.
Además, el profesional también puede solicitar la cumplimentación de un cuestionario relacionado con la detección de la depresión y análisis de sangre para identificar la presencia de cualquier cambio hormonal anormal.
Prevención
La mejor forma de prevenir la depresión posparto es estar alerta a los primeros signos de la enfermedad. En cuanto note la presencia de cualquier síntoma, debe avisar a su médico. Las mujeres en tratamiento por trastornos psicológicos también deben avisar a su médico para que tome las medidas necesarias.
Otra actitud que puede tomarse como prevención es hablar con obstetras, amigos, familiares y madres para recibir consejos sobre cómo prepararse mejor para el periodo de embarazo.
Además, teniendo en cuenta los cambios que provoca la llegada de un bebé, las personas de un mismo hogar deben hablar para definir el papel de cada uno, sobre todo durante el periodo de sueño, cuando el bebé se despierta de madrugada para alimentarse.
Cómo ayudar a alguien que sufre depresión posparto
Acogida es la palabra clave para ayudar a una mujer que sufre depresión posparto. Hay que escucharla en sus quejas y comprenderla cuando no esté del todo contenta con el bebé. No debe haber juicios ni críticas. De hecho, algunas pueden culparse a sí mismas del estado actual y empeorar aún más la situación.
La ayuda con las tareas domésticas y el cuidado de los niños también es fundamental para ayudar a esta mujer. Recuerda que, además del cuadro clínico, el posparto genera una fatiga natural en el cuerpo femenino, por lo que la madre necesita descansar para tener energía suficiente para su bebé.
Los niveles de depresión posparto
La depresión posparto presenta algunos niveles, con síntomas específicos. Es fundamental prestar atención al nivel en el que se encuentra la mujer, ya que esto repercutirá directamente en el tipo de tratamiento que se debe seguir. Existen tres niveles de la afección: leve, moderado y grave.
En los casos leves y moderados, la mujer se vuelve un poco más sensible, con sentimientos de tristeza y cansancio, pero sin grandes compromisos en sus actividades. La terapia y la medicación son suficientes para mejorar el cuadro.
Son muy frecuentes síntomas como alucinaciones, delirio, falta de conexión con las personas y con el bebé, cambios en el pensamiento, deseo de hacerse daño a sí mismo y a los demás y trastornos del sueño.
La diferencia entre la depresión posparto y la depresión común
Tanto la depresión posparto como la depresión común presentan características similares entre sí. La única diferencia es que la condición clínica después del nacimiento del bebé, ocurre exactamente en esta etapa y hay presencia del vínculo de la madre con el niño.
Además, a la mujer puede resultarle muy difícil cuidar del bebé o desarrollar una sobreprotección. La depresión común puede aparecer en cualquier etapa de la vida y por múltiples factores.
El hecho es que la presencia del cuadro clínico antes del embarazo puede contribuir a la aparición de la depresión posparto, pero no es una regla. Incluso porque el embarazo es un momento de muchas representaciones, en el que para algunas mujeres, puede significar una fase de gran alegría.
El tratamiento de la depresión posparto y el uso de medicamentos
La ausencia de tratamiento para la depresión posparto puede traer perjuicios para el bebé, especialmente en los casos más graves del cuadro clínico. Ante las primeras señales de depresión, se debe buscar al médico para iniciar la atención. Vea abajo más informaciones al respecto.
El tratamiento
La depresión posparto es tratable, pero dependerá del consejo del médico y del nivel del cuadro clínico. Cuanto más grave sea el caso, más intensos tendrán que ser los cuidados.
Pero, en general, las mujeres con depresión tras el embarazo pueden someterse a intervenciones médicas, con prescripción facultativa, participación en grupos de apoyo y psicoterapia.
En el caso del uso de medicamentos, la madre no debe preocuparse, porque hoy en día existen medicamentos que no perjudican al niño, ni durante el embarazo ni durante la lactancia. En cualquier caso, el tratamiento de la mujer es fundamental para garantizar la protección y la salud del bebé.
¿Son seguros los medicamentos para el feto?
Afortunadamente, con el avance de la medicina, hoy en día existen muchos medicamentos seguros para el feto, que no alteran el desarrollo motor ni psicológico del niño. Los medicamentos utilizados para el tratamiento de los cuadros depresivos deben ser específicos. Tanto si se trata de una depresión posparto como de una depresión común, hay que consultar al médico para que haga la prescripción.
Hace años se utilizaba el tratamiento de electroshock como opción para las madres. Sin embargo, debido a la intensidad de este tipo de intervención, sólo se utiliza en los casos más graves, en los que existe riesgo de suicidio. Al fin y al cabo, estos casos requieren una respuesta mucho más rápida.
¿Los medicamentos tomados durante la lactancia pueden perjudicar al bebé?
En el útero, el bebé no realiza ningún esfuerzo respiratorio, por lo que los medicamentos para la depresión no tienen ningún efecto sobre el desarrollo del feto. Sin embargo, después de que nazca el niño, el efecto sedante de los medicamentos puede pasar a la leche y ser ingerido por el bebé.
Por esta razón, es importante utilizar antidepresivos específicos con baja transferencia a la leche materna. Además, todo el esquema debe ser discutido entre el médico y la madre.
Además, se recomienda que después de tomar la medicación para la depresión posparto, la mujer espere al menos dos horas para recoger la leche, ya que así se reduce la exposición del bebé al agente antidepresivo.
¿Es siempre imprescindible el uso de medicación para tratar la depresión posparto?
Si un caso de depresión posparto no está causado por antecedentes familiares o personales de la afección, el uso de medicación es indispensable para tratar la afección. De hecho, si no se trata, la afección puede evolucionar o dejar residuos que pueden interferir en otras áreas de la vida. Recordando siempre que la medicación debe ser prescrita por un psiquiatra.
Sin embargo, si la mujer ya presentaba cuadros depresivos o proviene de un contexto social estresante, es muy importante que no deje pasar el tratamiento psicológico. Es en la terapia, donde se depositarán los conflictos, interrogantes e inseguridades que afectan no sólo a la relación con el bebé, sino también a otros sectores de la vida.
Si detecta síntomas de depresión posparto, no dude en buscar ayuda.
Uno de los principales puntos para tratar la depresión posparto es identificar los síntomas lo antes posible y someterse a atención médica. Aunque estés sola, sin la ayuda de personas importantes, ten en cuenta que puedes contar con el apoyo de profesionales, formados y con experiencia para ello.
Además, una mujer con depresión no debe sentirse culpable por no poder cuidar de su bebé. Con tantas exigencias y representaciones erróneas de la mujer en la sociedad, es casi imposible no sentirse sobrecargada, cansada o incluso desanimada con la vida.
Tanto el embarazo como el periodo de nacimiento del bebé son un reto para la mujer, en el que hay que naturalizar la sensibilidad y la fragilidad. Por eso, cuídate, pero sin culpabilidad.