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¿Qué son los celos?
Los celos son un sentimiento observado en la gran mayoría de los seres humanos. Se presentan en las relaciones interpersonales, ya sean familiares, románticas o de amistad, y son considerados por muchos como una expresión de amor y cariño.
Sin embargo, los celos también pueden ser un reflejo del sentimiento de posesión. En este sentido, dejan de ser la representación de la voluntad de permanecer con esa persona y se convierten en un sentimiento tóxico que aprisiona y destruye las relaciones.
Por ello, es fundamental analizar y diferenciar los síntomas de unos celos sanos de los perjudiciales. Para ello, vamos a traer en este artículo no sólo los síntomas de los celos, sino también los tipos y cómo afrontar esta situación ¡Lee y entiende!
Tipos de celos
Muchas personas lo desconocen, pero hay más de un tipo de celos. En algunos casos puede incluso considerarse una patología y requerir tratamiento médico. ¿No está seguro de qué tipo de celos tiene usted o su pareja? ¡Siga leyendo para descubrirlo!
Celos normales
Los celos normales son celos que no están relacionados con la idea de posesión. Este sentimiento suele estar causado por el miedo a perder a alguien o incluso por la sensación de insuficiencia.
En la mayoría de los casos, quienes tienen celos normales intentan no expresarlos, precisamente porque saben que no están justificados y que son la expresión de su propio miedo. En estas situaciones, la pareja no provoca situaciones que puedan causar celos, y quienes tienen este sentimiento lo saben, por lo que intentan camuflar estos sentimientos y no exteriorizarlos.
Celos egoístas
Los celos egoístas son un reflejo de la extrema individualidad. La persona que siente este tipo de celos no se preocupa por las particularidades y deseos de su pareja, sino sólo por su propia satisfacción.
De este modo, el individuo no sólo siente celos de otras personas, sino también de las actividades o de cualquier cosa que haga su pareja que no esté completamente centrada en él.
Si sufres de celos egoístas, o conoces a alguien que los sufre, es importante que indiques o busques ayuda profesional. Es necesario entender que no sólo tú tienes deseos, sino que todos los que te rodean también los tienen.
Celos exagerados
La persona excesivamente celosa suele intensificar las situaciones para justificar sus sentimientos. Mediante un comportamiento infantil o incluso dramático, esta persona celosa echa la culpa al otro y asume el papel de víctima.
También puede tener características vengativas y explosivas. Al fin y al cabo, esta persona celosa cree que está viviendo una injusticia. El seguimiento médico también es necesario para visualizar las situaciones con más claridad y aprender a no situarse en el centro de todo.
Celos obsesivos
Los celos obsesivos son aquellos en los que prima el sentimiento de posesión. A la persona que padece este mal no le importa la felicidad de los demás, sólo se centra en tener a todo el mundo bajo su control.
Es uno de los tipos de celos más abusivos y peligrosos, ya que arruina la autoestima y la libertad de la otra persona, incluso se considera un trastorno obsesivo. Este celoso tiene pensamientos constantes e incontrolables sobre la otra persona y su mente gira en torno a cómo tener a esa persona sólo para él.
Celos patológicos
Al igual que los celos obsesivos, los celos patológicos se consideran un trastorno y exigen atención profesional. Encajan en el llamado trastorno deliberativo, ya que el individuo crea inconscientemente situaciones para justificar sus celos.
Estas situaciones pueden estar relacionadas con algo real, como imaginar que su pareja le engaña con alguien que conoce, o pueden estar totalmente desconectadas de la realidad. La intensidad del delirio puede evolucionar con el tiempo, por lo que es esencial comenzar el tratamiento lo antes posible.
Es importante saber que la persona, la mayoría de las veces, no tiene control sobre este sentimiento, se siente constantemente traicionada o engañada y no sabe diferenciar entre lo que es real y lo que no.
Síntomas de los celos patológicos
Cuando los celos van más allá de lo normal, aparecen unos síntomas un tanto característicos que nos ayudan a identificar la situación. Generalmente, las personas celosas son impulsivas, invasivas y albergan sospechas infundadas ¡Sigue leyendo para descubrir los síntomas!
Desconfianza
Para la persona celosa, cualquier situación genera sospechas. Un retraso en la respuesta a un mensaje, una sola salida o una mirada al teléfono móvil son ocasiones que, aunque no dicen nada por sí solas, sugieren una traición a la persona celosa.
La desconfianza constante genera ansiedad y estrés, provocando reacciones desenfrenadas por parte de la persona celosa. Probablemente interrogará constantemente a la otra persona, buscando pruebas de su desconfianza. Este sentimiento tiene su origen en el miedo a la libertad e independencia de la otra persona.
Resentimiento
Otro sentimiento ligado a los celos es el resentimiento. Al sentirse agraviado y traicionado, el celoso siempre se sentirá resentido con la otra persona. Para él, todo el cuidado y la dedicación de la relación recae sobre sus hombros.
Además, la persona celosa guarda rencor por todas las situaciones que, en su mente, fueron los motivos de sus celos, por lo que en cualquier momento esta persona puede explotar y sacar, generalmente de forma agresiva, lo que alberga.
Situaciones interpretadas a su manera
La persona patológicamente celosa muestra signos de paranoia, por lo que ve las situaciones desde el punto de vista de la traición y la desconfianza. Acciones u ocasiones aparentemente irrelevantes se convierten en momentos de extrema angustia y rabia.
Por eso se hace tan difícil convivir con una persona que sufre de celos patológicos. Al fin y al cabo, cualquier acción se convertirá en motivo de peleas y aunque la persona evite ciertos comportamientos para no disgustar al celoso, seguirá viendo situaciones problemáticas donde no las hay.
Rabia
La ira aparece como la máxima expresión de todo lo que siente la persona celosa. Los sentimientos negativos de tristeza, desconfianza, insuficiencia y varios otros se exteriorizan en forma de palabras y acciones de ira.
Por lo general, las personas que tienen celos patológicos también carecen de la inteligencia emocional necesaria para controlar sus emociones y actuar de forma racional, por lo que ante una situación que provoque celos, sean reales o no, la persona celosa actuará de forma desproporcionada.
No respeta la privacidad de los demás
Por último, una forma que la persona celosa encuentra para mantener a la persona bajo su control y supervisión es invadiendo la privacidad de la otra persona. La sospecha de traición llega a ser tal que la persona celosa encuentra justificado espiar o incluso impedir que la otra persona realice acciones.
Además, la persona que tiene celos patológicos intenta a toda costa demostrar que tiene razón y que su pareja realmente le engaña, por lo que suele buscar entre sus objetos personales, teléfonos móviles e incluso acosar para intentar encontrar pruebas de la traición.
Cómo lidiar con los celos
Como hemos visto, hay varios tipos de celos y, hasta cierto nivel, es una reacción considerada normal. Algunas personas son más celosas que otras y en una relación, amorosa o no, a veces es necesario afrontar este sentimiento e intentar superarlo.
Por eso, en esta sección vamos a traer algunos consejos para tratar con una persona celosa, sobre todo si su tipo de celos no es patológico u obsesivo. Para entender cómo ayudar a esta persona y tener una relación sana, ¡sigue leyendo!
Tengan paciencia
El primer paso es, sin duda, tener paciencia. Muchas veces la persona se siente insegura debido a experiencias anteriores y, por lo tanto, acaba sintiendo celos. Es importante hablar para tratar de entender la razón que lleva a esta persona a sentirse así.
En la conversación, intenta comprender si la persona está celosa por un motivo considerable, como una acción irrespetuosa por tu parte o una inseguridad por su parte. Si el motivo es injustificable, explícaselo con calma y aconséjale con cariño que busque asesoramiento.
Sin embargo, la mayoría de las veces los celos son un reflejo de las decepciones y de la baja autoestima, por lo que hay que tener paciencia si se decide compartir el camino junto a una persona que está luchando con estos sentimientos.
Alimentar la confianza
Otro punto esencial en la convivencia con una persona celosa es la construcción de la confianza, ya que si uno de los mayores temores de esta persona es que rompas su confianza, tienes que demostrarle que eso no va a ocurrir.
Cuéntale lo importante que es en tu vida, sobre tus sentimientos y tu decisión de seguir con él. Explícale que no hay riesgo de traición porque te comprometiste a estar con esa persona. Si se trata de un caso de celos normales, la persona lo entenderá y confiará cada vez más en ti, dejando de lado los celos infundados.
Presentación a los amigos
Una estrategia para reducir la desconfianza y los temores provocados por los celos es presentar a tus amigos a la persona con la que te relacionas. Si la inseguridad proviene de posibles salidas con amigos, o algo así, vale la pena introducirla en tu círculo de amistades para que la persona vea que no hay motivos para sospechar.
Por lo general, es saludable introducir a tu pareja en tus actividades, respetando su individualidad y su espacio, por supuesto. Compartir experiencias cultiva la confianza y muestra a esa persona que tu intención es quedarte con ella.
Imposición de límites
Sin embargo, aunque existen varias estrategias para ayudar a tu pareja a superar los celos, es fundamental establecer límites. La mayoría de las veces, una de las formas de exteriorizar los celos es a través del control, por lo que es necesario demostrar a tu pareja que no vas a ceder.
No dejes que la persona crea que necesita tener el control sobre ti para que la relación funcione bien. Tienes que hablar, mostrarle que ambos necesitáis espacio y libertad personal. La persona necesita confiar en ti y estar dispuesta a cambiar los hábitos negativos.
Alentando sin ti
Una de las formas prácticas de ayudar a tu pareja a lidiar con los celos es animarle a realizar actividades sin ti. Si aún no lo hace, demuéstrale que también necesita un tiempo para sí mismo, o con sus propios amigos.
Algunas personas se cierran completamente en la relación y sólo ven a su pareja como la única opción de amistad e interacción. En estos casos, los celos pueden surgir como un reflejo de la inseguridad. La persona se pregunta por qué el otro quiere hacer otras cosas, si para ella la pareja es suficiente.
Sin embargo, es necesario mostrar que este comportamiento no es saludable. Independientemente de la relación, cada uno debe cultivar su individualidad y, por muy difícil que sea al principio, intentar sentir placer en las actividades que realiza solo o con otras personas.
Controlar los propios celos
Hay casos en los que las dos personas de la relación son celosas. En estas situaciones, es necesario que ambos estén dispuestos a cambiar y a moderar sus celos. El diálogo es un elemento fundamental en cualquier circunstancia, y más aún en estos casos.
Es necesario entender qué es lo que provoca los celos en cada uno de ellos, ya que pueden ser por diferentes motivos. A partir de esto, con mucha comprensión y voluntad de cambio, es posible que ambos construyan una relación sana basada en la confianza.
No mentir
Por último, si estás en una relación con alguien que es celoso, no mientas, arruinará por completo la confianza que estabais construyendo. De hecho, la verdad debería ser la premisa básica de cualquier relación, independientemente de si alguno de los dos miembros de la pareja es celoso o no.
Al fin y al cabo, la relación se basa en la confianza mutua que os permitirá a ambos sentiros seguros con las actividades individuales del otro. Cuando ocultas, omites o mientes sobre una situación, se despierta la inseguridad del otro, que imaginará que puedes mentir sobre otras cosas, como una traición.
Cómo controlar tus propios celos
Si eres una persona que siente celos, ¡puedes aprender a controlarlos! Hay varias formas de lidiar con este sentimiento y no dejar que se interponga en tus relaciones. Para saber cómo hacerlo, ¡sigue leyendo!
Trabajar la autoestima
En la mayoría de los casos, los celos son causados por la inseguridad y la baja autoestima. Muchas veces el individuo no siente lo suficiente por el otro, y se imagina que en cualquier momento su pareja encontrará a alguien mejor.
Este sentimiento dañará no sólo tu relación con los demás, sino también tu relación contigo mismo. Necesitas encontrar tu valor y aumentar tu autoestima. Sabiendo lo divertido, hermoso, inteligente y más que eres, entenderás por qué esa persona eligió estar contigo.
Para trabajar tu autoestima, tómate un tiempo de introspección. Tienes que conocerte para saber tus cualidades. Fíjate en lo que haces bien, en lo que te gusta y en tus logros.
Inteligencia emocional
El desarrollo de la inteligencia emocional también le ayudará a lidiar con los celos y otras situaciones en las relaciones. A menudo tenemos reacciones irracionales ante las situaciones y luego nos arrepentimos de ellas.
Una forma de evitarlo es trabajar la inteligencia emocional para poder observar las situaciones con mayor conciencia y saber cómo actuar positivamente ante ellas.
Pensamientos positivos
Cultivar pensamientos positivos es otra forma de superar los celos. Alimentar sentimientos y pensamientos negativos sobre una posible traición o cualquier situación que te haga sentir celos sólo empeorará la situación.
Es posible que te sumerjas en estos pensamientos y acabes creyendo la misma historia que has creado, así que cuando notes que surge un pensamiento infundado, aléjalo y procura llenar tu mente de pensamientos positivos.
Chat
Uno de los consejos más importantes es: el diálogo. Tu pareja no podrá saber por qué sientes celos si no hablas. Tienes que decir lo que sientes, siempre respetando al prójimo, por supuesto.
Mantén una conversación sincera sobre lo que te molesta y, sobre todo, estate dispuesto a escuchar. Escuchar la versión de la otra persona te ayudará a entender hasta qué punto tus sospechas son reales o son sólo producto de tu imaginación e inseguridad.
Hablando, podréis elaborar juntos una estrategia para superar este reto, así como todos los demás que puedan surgir en una relación. Sé empático y sincero con la persona que amas, esto facilitará las cosas.
Practicar actividades físicas y aficiones
Las actividades físicas y los pasatiempos también pueden ayudarte a lidiar con los celos. Esto se debe a que ocupar tu mente con actividades placenteras evitará que cultives pensamientos negativos y distorsionados sobre la persona que te interesa.
Además, te ayudará a conocerte mejor y a cultivar tu individualidad. La actividad física también reduce la ansiedad y crea una mejor relación con tu cuerpo, aumentando la autoestima.
Trabajar en los límites
Comprende tus límites y los de tu pareja. Cada persona tiene unos límites diferentes y tienes que aceptarlo. Deja claro a tu pareja lo que esperas de una relación y lo que no piensas aceptar.
Del mismo modo, entiende los deseos y los límites de la otra persona, sin tratar de poner siempre la situación en tu posición o punto de vista. Aprende a decir no, y también aprende a escuchar un no.
¿Sentir celos puede ser saludable?
A lo largo del artículo, nos dimos cuenta de que hay varios tipos y síntomas de celos. Algunos de ellos son normales para el ser humano y otros se consideran patologías. Los celos son considerados por algunos como algo saludable en la relación.
Sin embargo, es importante darse cuenta de que los aspectos que se consideran saludables de los celos son el cuidado, el amor, la preocupación y el deseo de tener a la persona cerca. Todos estos sentimientos no tienen por qué estar ligados a los celos.
Los celos son un mal sentimiento que provoca desencuentros en las mejores relaciones. Sentirse celoso constantemente baja la autoestima, provoca ansiedad y puede volver a la persona paranoica. Y vivir en una relación con alguien celoso es igualmente tóxico, ya que limita y hace daño.
Mantén un diálogo franco con la persona con la que vives e intenta cultivar la confianza entre vosotros. Siendo sinceros y escuchando al otro podéis tener una relación verdaderamente sana.