Han sido varias las ocasiones en las que al hablar de la carrera que estudié en la universidad las personas me preguntaban si hago ropa o si soy diseñadora de moda. En un principio era una pregunta que no me gustaba del todo contestar, pero después entendí que no era una duda aislada ya que es un tema que puede ser confuso debido a la gran relación que existe entre los textiles y la moda aunque esta no sea su única aplicación.
Es verdad que mientras estudiaba diseño textil era común ver el uso de estos a través de la moda, sin embargo gracias a que el diseño textil es una disciplina que involucra la elaboración de productos a partir de fibras, materiales y estructuras textiles se puede intervenir en el desarrollo del producto en distintas etapas; desde la concepción de ideas, el seguimiento en una planta industrial, el diseño, el posicionamiento en el mercado y la venta. Claro esto únicamente al hablar de productos industriales como la ropa, decoración de interiores, automóviles, tecnología y así sucesivamente con todo lo que te imagines que involucre materiales textiles.
Al hablar de diseño textil primero hablamos de un trabajo creativo que sigue una serie de pasos (casi siempre) calculados para lograr un producto que cumpla con las características que el mercado desea o necesita. En general, el trabajo de un diseñador es buscar soluciones creativas a problemas existentes. Pero ¿qué pasa cuándo el creativo actúa desde su propia necesidad de expresarse sin buscar que su trabajo necesariamente agrade a un mercado en específico? En este caso estaríamos hablando más de un producto artístico en el que las técnicas textiles se utilizan para expresar en una pieza no necesariamente utilitaria la idea de su creador. Y de este modo podemos comenzar a hablar del arte textil.
En el post sobre el valor del conocimiento técnico les contaba sobre como a partir de conocer el proceso de una prenda básica en el guardarropa femenino quedé fascinada con la industria textil. Lo increíble de los textiles es que son tan versátiles que de la misma manera puedes hablar de números, patrones y química que de inspiración, referencias y mensajes. Así que la conversación técnica que tuve que Robert Smith hace 15 años ahora también incluye ideas sobre el encontrar un refugio a partir de conceptos materializados por medio de textiles que van mezclándose con disciplinas artísticas como la fotografía, el grabado y la cerámica.
¿Qué sucedió, dejó Robert de ser un diseñador? nada más lejano de la verdad, ya que Robert nos ha compartido que en el desarrollo de sus piezas sigue el mismo proceso que para diseñar un producto, con objetivo diferente pero en el que sigue un proceso que ha profesionalizado desde sus primeras experiencias en el mundo creativo. Ya que como podemos ver la línea que divide al diseño del arte existe pero es flexible.
Aquí más colaboraciones con Robert Smith:
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