Tabla de contenido
¿Quién era la Virgen María?
La Virgen María fue la mujer elegida por Dios para ser la madre de Jesús, su hijo encarnado en la tierra.
Se trata del milagro llamado de la inmaculada concepción, en el que una mujer virgen da a luz a un hijo de Dios.
Así, María es un ejemplo de mujer y madre para toda la humanidad, la encarnación del amor incondicional y la intercesora de los hombres ante Dios. Siga en este artículo los principales temas de la vida de la Virgen María, como su historia, su presencia en la Biblia y su fuerza como símbolo femenino.
La historia de la Virgen María
La elección de Dios de la Virgen María de Nazaret no fue al azar. La Biblia nos dice que entre todas las mujeres vivas en la tierra en ese momento, Dios eligió a la que sería la mejor de todas para ser la madre de su hijo.
María era realmente una mujer especial, a pesar de su origen sencillo.
A continuación se exponen los principales aspectos de la vida de la Virgen María, como su familia, su nacimiento y el hecho de que desde ese momento fuera el vínculo entre la tierra y el cielo.
Familia de la Virgen María
La Virgen María nació en la ciudad de Galilea, Nazaret, y sus padres eran Joaquín, de la tribu del profeta rey David, y Ana, de la tribu del primer sacerdote Aarón. La pareja era de edad avanzada y hasta entonces era estéril. La esterilidad se consideraba un castigo divino, por lo que la pareja se enfrentó a mucho dolor por parte de sus compatriotas.
Por la fe, pidieron toda su vida para tener un hijo y María fue como una recompensa a tanta devoción. La vida de María en sí misma ya es una historia de lucha y fe y también por eso fue elegida para ser la madre del hijo de Dios.
Nacimiento de María
El nacimiento de la Virgen María tuvo lugar el 8 de septiembre del 20 a.C. Es en esta fecha cuando las Iglesias católica y anglicana reconocen el nacimiento de la madre de Jesús, hijo de Dios.
Los padres de María eran ya ancianos y estériles, pero muy devotos, por lo que el nacimiento de su hija sería un regalo del cielo, para recompensar la resistencia de los fieles, pues además de ser una mujer iluminada y una gran hija, sería la madre de Dios en la tierra.
Enlace entre el cielo y la tierra
A María se le llama comúnmente la madre intercesora porque se le atribuye este papel de pedir a Dios en nombre de Jesús, como a todas las madres, ya que el amor que conlleva la maternidad es el responsable de que esta mujer piense más en su hijo que en sí misma.
La intercesión es precisamente ese momento en el que María, con toda su existencia, pide al Cielo el bien de su hijo en la tierra, por lo que se revela como un vínculo entre la tierra y el Cielo, porque a través de sus oraciones, el propósito divino responde a sus peticiones y promueve la paz según sus intenciones.
Madre, educadora, formadora
La misión de María no era sólo dar a luz a Jesucristo, el hijo de Dios en la tierra, sino también y sobre todo educarlo como su hijo.
Por eso, los valores de María fueron los que realmente la eligieron para ser la madre del hijo de Dios. Fue la voluntad de Dios que su hijo fuera criado por una madre pura, sin pecado, para que también fuera su hijo. El vínculo entre María y Jesús, mucho más que de sangre, es también de conducta, valores, moral y actitudes, como todo hijo tiene con su madre.
Bendita entre las mujeres
María, Madre de Dios, es llamada bendita entre las mujeres porque así se refirió a ella el Ángel Gabriel cuando se le apareció para anunciarle el embarazo de Jesús.
Así pues, entre todas las mujeres de aquella región, y del mundo de entonces, María fue la elegida para ser la madre del Hijo de Dios, y por eso se la considera bienaventurada. María era una mujer de gran integridad moral, ética y amorosa, y todas estas cualidades la hicieron la elegida para criar a Jesús.
La presencia de la Virgen María en la Biblia
No hay muchos pasajes en la Biblia que mencionen a la Virgen María, pero aquellos en los que aparece son extremadamente intensos y llenos de pruebas de fe.
A continuación se presentan algunos pasajes importantes sobre la Virgen María en la Biblia, como su presencia en la vida de Jesús, María como discípula modelo y su constante prueba de fe. Compruébalos.
María, una fuerte presencia en la infancia de Jesús
Según el Nuevo Testamento de la Biblia, la participación de María en la vida de Jesús tuvo lugar principalmente durante su infancia. Hasta entonces, María cumplió el papel de una madre ordinaria, el de criar a su hijo. La Sagrada Familia, como se llama a Jesús, María y José, estuvo siempre unida.
Uno de los pasajes más llamativos de la presencia de María en la vida infantil de Jesús es cuando se da cuenta de que su hijo no está, y lo encuentra en el templo, hablando con los médicos. Entonces le dice que estaba atendiendo los asuntos de su padre. María fue, pues, una preocupada y atenta cuidadora del hijo de Dios, como lo son todas las madres.
María modelo de discípula
Es en el Evangelio de Lucas donde se reconoce a María como modelo de discípula, razón por la que habría sido elegida para ser la madre de Jesús. Ya en el Antiguo Testamento, existe la imagen de que el buen discípulo es el que escucha la palabra de Dios, la guarda y da frutos de perseverancia. Y fue precisamente por esta norma de conducta por la que María fue elegida.
Así pues, María fue una discípula ejemplar porque, además de conocer la palabra de Dios, supo acoger las enseñanzas y actuar en el mundo de manera que florecieran los ideales divinos, lo que la convierte en una verdadera discípula y lo que la convirtió en la madre del Hijo de Dios.
María camina con fe
La vida de María es una prueba de fe, y la forma en que siempre logró obtener la gracia divina fue caminando en la fe. María fue una mujer que pasó por muchas e intensas pruebas a lo largo de su vida. Ser la madre del Hijo de Dios, con un origen pobre, vivir el milagro de la inmaculada concepción (embarazo por el Espíritu Santo) la hizo siempre blanco de ataques y prejuicios.
Sin embargo, María siempre se enfrentó a todo y a todos con la certeza de su fe, porque Dios se le mostró como nadie, primero enviando al ángel Gabriel, y luego permitiéndole quedar embarazada siendo aún virgen.
María en los Hechos de los Apóstoles
En los hechos de los apóstoles, es decir, en el tiempo del nuevo testamento después de la muerte de Jesús y el comienzo de los ministerios de los apóstoles, María surge como la roca firme entre los seguidores de Cristo para el nuevo mundo, ya que los apóstoles tenían mucho miedo a la persecución de los judíos, ya que Jesús había sido perseguido y asesinado.
Es María quien renueva la fe de todos, defendiendo la fe en el Espíritu Santo. Es el gran momento en que María demuestra una vez más su fe infinita, pues es ella quien conduce, ahora como madre de la humanidad, la fe y las enseñanzas de Dios para la difusión del cristianismo en todo el mundo.
El culto a lo femenino a través de la Virgen María
La relación entre la fuerza femenina y la Virgen María es compleja, ya que ella, que fue elegida para ser la madre del Hijo de Dios, debe servir de fuente inagotable para el reconocimiento de la responsabilidad de la figura femenina en la creación de la humanidad.
Sin embargo, el hecho de que una virgen fuera elegida para dar a luz al Hijo de Dios distorsionó la imagen de María como una mujer sumisa y con poca sexualidad, lo cual no es cierto.
A continuación se analiza este tema, como la cuestión de la virginidad, el declive de la sexualidad femenina y la contradicción que existe.
La virginidad
La virginidad es probablemente la cuestión más intrigante respecto a María, ya que es precisamente la virginidad de la madre de Dios la que prueba el milagro de la fe, ya que el niño sería obra directa del Espíritu Santo. La madre de Jesús debería haber sido virgen para mostrar a la humanidad que sólo podía ser hijo directo de Dios.
Sin embargo, la virginidad de María fue finalmente distorsionada para justificar una visión patriarcal de que la sexualidad femenina era algo malo, o que la pureza de una mujer estaba determinada por las relaciones sexuales que tuviera.
Un líder de mente fuerte
En contra de lo que muchos piensan, María no era una mujer sumisa o pasiva. Esta imagen también se asocia, erróneamente, a su virginidad. En realidad, María era una mujer de mentalidad fuerte y decidida, dedicada a su familia no por sumisión, sino por amor, lo que la llevó a ser dura en varias ocasiones, con el objetivo de proteger a los que amaba y aquello en lo que creía.
También fue una mujer de gran fortaleza, pues además de quedarse embarazada antes de casarse, sin contar con su marido, lo que de por sí la convertía en blanco de prejuicios, estuvo al lado de Jesús durante toda su vida, habiendo soportado todo el dolor de ver sufrir a su hijo, aun sabiendo de su divinidad.
Disminución de la sexualidad femenina
El tema controvertido que involucra a la Virgen María es en relación con su virginidad, ya que esta valorización de la mujer sexualmente intacta podría significar que la sexualidad femenina es algo malo. De hecho, esto es sólo una interpretación en línea con el patriarcado, que de alguna manera rige el pensamiento moderno.
La virginidad de María como madre de Jesús viene a demostrar el milagro de la fe, ya que Jesús es hijo del Espíritu Santo, y esto se demuestra con la virginidad de María. Además, María y José habrían tenido otros hijos, lo que disuelve esta teoría de la virginidad y la sexualidad anulada de la madre del Hijo de Dios.
La contradicción
La supuesta contradicción en relación con María radica en que esta mujer que sería el símbolo de la fuerza femenina en la historia cristiana de la humanidad era una mujer virgen, lo que quitaría a todas las mujeres el derecho a explorar su sexualidad, ya que ésta es supuestamente el requisito previo para convertirse en una mujer divina.
De hecho, se trata de una interpretación cargada de machismo, ya que la virginidad de María sólo sirvió para demostrar que Jesús era el hijo del Espíritu Santo. No habría sido elegida por ser virgen, sino por ser la mujer impecable que Dios eligió para ser la madre de su hijo.
Símbolos de la Virgen María
La Virgen María es una de las figuras más presentes e intensas del cristianismo y de todas sus ramificaciones, por lo que existen innumerables símbolos que la representan, desde flores, hasta canciones, adornos, pinturas, perfumes, etc. Representar a la Virgen María es una forma de transmitir la idea de amor incondicional, pureza y redención.
A continuación se explica la relación de cada uno de los principales símbolos con la figura de la Virgen María, como el lirio, la rosa, la pera, la almendra, entre otros.
El lirio
El lirio aparece como símbolo de la Virgen María, ya que esta flor se asocia a las cualidades de la belleza y el perfume sublime, así como a la sabiduría, la dignidad y el matrimonio. De hecho, este simbolismo tiene su origen en el Cantar de los Cantares: "Yo soy la Rosa de Sarón, el Lirio de los Valles".
Es posible encontrar la mención de la Virgen María también como Nuestra Señora del Lirio, madre de Jesús. Esta flor une la belleza del cuerpo, del alma y del espíritu, al igual que María, inmaculada en todos los sentidos.
Rosa mística
La Virgen María también es conocida como la Rosa Mística, en este caso Nuestra Señora Rosa Mística. Esta mención se refiere principalmente a la forma en que se la conoce en Italia, donde se dice que se apareció entre 1947 y 1984.
La rosa se asocia comúnmente a la Virgen María, refiriéndose al amor o a la pureza, según su color. También está la imagen de la rosa y las espinas, siendo el sufrimiento y la redención, que siempre han marcado la vida de la madre del Hijo de Dios.
El iris
El lirio es un género de flores que incluye más de 300 especies de flores, a las que pertenece la flor de lis. La imagen del lirio se asocia a la realeza francesa, por lo que la Virgen María fue representada con lirios, ya que sería la reina del cielo.
En el antiguo Egipto, la flor representaba la fe, el valor, la sabiduría y la vida después de la muerte. Todas estas virtudes se asocian también a la Virgen María, por lo que todo este grupo de flores se asocia a la madre de Jesús.
La pera
La pera también se asocia históricamente con la Virgen María. Este hecho tiene su origen en el simbolismo de pureza de la pera. En esencia, simboliza la pasión de Cristo, pero como la fruta tiene una energía muy femenina, pasó a representar a la madre de Cristo.
Las flores del peral también están relacionadas con el simbolismo, ya que son flores blancas, que simbolizan el sufrimiento y el dolor, pero también la paz, la pureza y la redención, elementos principales en la representación de la vida de Cristo, desde la concepción hasta la inmaculada.
Almendra
La almendra es un símbolo de la aprobación divina, y se convirtió en un símbolo de la Virgen María por el pasaje bíblico Números 17: 1-8, en el que Aarón fue elegido sacerdote por su vara incipiente.
El pasaje decía: "Y he aquí que la vara de Aarón, junto a la casa de Leví, había brotado, producido capullos, echado flores y dado almendras maduras".
Pervinca y Amor-perfeito
La Pervinca es la flor que representa la pureza y la protección, y por ello también se asocia a la Virgen María, como símbolo máximo de estos atributos.
El pensamiento es la flor conocida como la hierba de la trinidad y se asocia con el amor de una madre, como el amor que nunca se acaba, por lo que también se asocia con la Virgen María, la madre de todos y madre del Hijo de Dios.
Flor de lis
La flor de lis es una flor de la familia de las liliáceas y es una flor muy asociada a la realeza en el Renacimiento, por lo que también se representa con los santos en las artes. Se da a la Virgen María como Reina del Cielo.
¿Sigue siendo la Virgen María un símbolo de fe en la actualidad?
Sin duda, la Virgen María sigue siendo hoy un símbolo de la fe. Su historia es en sí misma una demostración del poder de Dios y de la importancia de la fe y el amor incondicionales. Comprender el itinerario vital de la Virgen María es comprender la grandeza del misterio y que, por muy difíciles que sean las situaciones, el poder de Dios es mayor en el cristianismo.
María es también la figura más grande de la maternidad, un ejemplo de vida para todas las mujeres y madres, porque su hijo tuvo quizás la vida más dura que un hombre puede tener en la tierra, y ella siempre estuvo a su lado e intercedió para que reinara la paz. María fue también una mujer fuerte, con una fuerte personalidad.
Así, la historia de María sigue inspirando a creyentes y personas de todo el mundo y de todas las religiones de verdad. Para los cristianos es una madre intercesora espiritual, y rodearse de sus energías significa aspirar a la paz, el amor y la fe.