Tabla de contenido
¿Qué son los espíritus burlones?
En la tierra hay personas de carácter y actitudes inconsecuentes, que se toman la vida a broma, pero sin intención de causar daño a nadie. Pues bien, estas personas, al dejar este mundo, irán al grupo de los espíritus burlones. Esto sucede porque la muerte no convierte al hombre en santo o en diablo, pues sigue con las mismas virtudes y defectos que cuando se encarnó.
Los espíritus burlones están en una categoría intermedia, pues si no desean hacer el mal, tampoco se ocupan del bien ni buscan mejorar.
Los espíritus burlones están limitados en sus capacidades, necesitando una sintonía vibratoria con aquellos a los que pretenden molestar. Son espíritus que, cuando se desencantan, permanecen cerca de su antiguo círculo de relaciones para continuar con sus trucos.
Significado de los espíritus burlones
Los espíritus burlones son los mismos hombres y mujeres que cuando se encarnan se niegan a asumir las responsabilidades de la vida. Aunque no hay ninguna intención maligna en sus acciones, la presencia de uno o varios de ellos en un entorno puede llegar a ser muy incómoda. Siga leyendo y entienda todo sobre los espíritus burlones.
Qué son las Quiumbas
Los quiumbas son en Umbanda el equivalente a los espíritus burlones del espiritismo kardecista, pero no se limitan a los sustos pasajeros o a los actos intrascendentes. De hecho, los quiumbas son entidades que se alían en falanges que se niegan a entrar en el camino de la luz, permaneciendo en un estado vibratorio inferior, y también pueden hacer el mal.
Un kiumba tiene cierto dominio energético sobre la materia y puede moldear objetos por la fuerza de la voluntad, siendo también dominado por otro más fuerte que él e inducido a la práctica del mal.
La actividad de los quiumbas está controlada por la espiritualidad superior, lo que les permite actuar cuando la persona afectada necesita pasar por una prueba o expiación. Así, incluso sin saberlo, los quiumbas cumplen una misión como una de las fuerzas de la naturaleza.
Bandas vibratorias
Todo en el universo tiene vida y todo lo que tiene vida vibra en una determinada frecuencia. Así, los átomos vibran incluso en sus divisiones como protones y electrones, y los pensamientos y sentimientos también tienen su rango vibratorio, por lo que un rango vibratorio reunirá a todos los seres y cosas que puedan vibrar en el mismo rango de frecuencia.
Basándose en este principio, los espíritus se agrupan según una vibración similar, que se forma por la similitud de sentimientos, pensamientos y emociones, y el conjunto de estos factores influirá en la personalidad y el carácter del espíritu, encarnado o no.
Las personas a las que se acercan
Una ley esotérica afirma que todo lo que está arriba es como lo que está abajo. Así, al igual que entre las personas encarnadas, las personas excesivamente juguetonas e irresponsables no encajan en un entorno de personas serias, del mismo modo ocurre en el mundo espiritual.
Por lo tanto, los espíritus burlones sólo pueden actuar en ambientes cuyo rango vibratorio sea propicio y similar. Aunque puedan manipular algunas formas en el mundo espiritual, su acción en el mundo material depende de que estén conectados con las energías de las personas que serán sus objetivos, por lo que sólo pueden acercarse a personas que de alguna manera permitan este acercamiento.
Diferencia entre burlador y observador
Según la doctrina espiritista kardecista, no sólo existe una escala espiritista, sino que esta escala funciona como una jerarquía, en la que los espíritus que están por encima tienen autoridad sobre los que están por debajo en la escala. Tanto los espíritus burlones como los obsesores están fuera del rango de la luz, pero hay algunas diferencias muy claras entre ellos.
Los espíritus burlones no tienen un instinto maligno, su intención es provocar confusión entre los encarnados, pero sólo como diversión. Por otro lado, los espíritus obsesores actúan con premeditación y planificación del acto, generalmente motivados por el odio o la venganza hacia la víctima, que la mayoría de las veces tenía alguna relación con su obsesor.
Cómo actúan los burlones
Las acciones de los espíritus burlones se limitan a actos dañinos no intencionados, aunque pueden causar un trastorno considerable en la vida de la persona que se convierte en su objetivo. Es importante entender esta diferencia para poder tratarlos mejor. La intención premeditada al hacer el mal pertenece a los espíritus malignos y a los espíritus obsesivos, que están en otro nivel de la jerarquía espiritual.
Sólo las personas con cierto nivel de mediumnidad pueden percibir la acción de estos espíritus e identificarlos. La mayoría de la gente entiende sus acciones como accidentes, olvidos o casualidades. Pueden esconder objetos, derribarlos, provocar ruidos inexplicables. Además, les gusta hacerse pasar por otras personas para poder dar consejos erróneos, y se divierten con ello.
La seriedad de esta pretensión
Una de las formas de ataque de los espíritus burlones es fingir que son espíritus de una jerarquía superior, para facilitar el contacto con el encarnado. Cuando son aceptados en su falsa personalidad es más difícil deshacerse de ellos después.
Además, tras la llamada, comienzan las bromas pesadas que pueden incluir mucha información falsa transmitida a la víctima.
Síntomas de los espíritus burlones
Los espíritus burlones pueden actuar directamente sobre la materia para asustar a sus víctimas, pero también indirectamente a través de influencias psíquicas en las que intentan exponer a la víctima al ridículo. Vea a continuación algunas señales que pueden indicar la acción de estos espíritus.
Aumento de la negatividad
Los espíritus actúan sobre el encarnado por medio de la sintonía energética, es decir, para perturbar a alguien es necesario que la víctima de alguna manera acepte y participe, aunque sea inconscientemente, sin saber que está sufriendo una influencia externa. Todo ocurre en el área del pensamiento, donde los pensamientos de la víctima son alterados por la sugestión del espíritu.
Con la progresión de la relación, el espíritu gana fuerza y poder sobre la víctima, que siente los efectos y los atribuye a otras cosas, sin imaginar que está sufriendo interferencias que le llevan a exponer su lado negativo, que muchas veces ni él mismo sabía que tenía.
Disposición a la burla
La interferencia de los espíritus burlones en la vida de su objetivo puede ocurrir de muchas maneras diferentes, ya que pueden manipular la materia o hacer sugerencias mentales. En el caso de la influencia mental, puede ocurrir lenta y progresivamente para que la víctima no se dé cuenta.
Así, sin darse cuenta, la víctima acepta las ideas del espíritu como si fueran suyas, cambiando su comportamiento y sintiendo deseos extraños como burlarse de otras personas, por ejemplo. La diversión del espíritu consiste en exponer a la víctima al ridículo y a la vergüenza.
Pérdida de control con facilidad
Las principales víctimas de los ataques de los espíritus burlones son las personas de mente débil, que son más fáciles de influenciar. Además, estas personas tienen una moral al mismo nivel que la del espíritu, pues sólo en tales condiciones puede tener éxito en sus dañinas embestidas.
Una persona que está siendo blanco de un espíritu asimilará sus sugestiones, que se transmiten de tal manera que la persona no se da cuenta de la influencia, que, sin embargo, empieza a modificar la forma de ser de la víctima, llegando a hacerle perder el control emocional por culpa de la insensatez.
Problemas físicos y mentales
La continuidad de la relación entre el espíritu burlón y el objetivo puede socavar la capacidad de reacción de la persona, que, aunque de vez en cuando se sorprenda haciendo cosas fuera de lo normal, no relaciona estos hechos con una influencia externa.
La reacción de la víctima a los ataques del espíritu puede manifestarse a través de problemas físicos y mentales, ya que su percepción registra los errores que comete, incluso sin entender por qué lo hace. Estas contradicciones, así como los reproches que recibe de otras personas, generan una confusión mental que puede progresar hacia problemas más graves.
Objetos en movimiento
El espíritu tiene muchas facultades cuando se desencarna, ya que está libre de las limitaciones impuestas por la pesada materia del cuerpo físico. De hecho, la misma materia pesada se vuelve ligera para un espíritu que domina la volición, la levitación y la transposición de objetos físicos entre dimensiones.
Así, todo lo que el espíritu necesita es una persona que sintonice con la misma banda mental, dando energía para que el espíritu pueda promover efectos físicos como hacer que alguien escuche voces, desplazamiento de objetos, apariciones y otros hechos que se vuelven inexplicables para la razón común.
Disfrazado de otras entidades
La capacidad de inducción del espíritu está relacionada con el grado de resistencia de la víctima, así como con una buena combinación de energías entre ambos. Así, el espíritu puede elegir una línea de pensamiento o de imágenes que cause una fuerte impresión en la víctima, facilitando así la comunicación.
Sin embargo, en tales comunicaciones el Espíritu puede disfrazar tanto las ideas como las formas, divirtiéndose con el éxito que sus actuaciones obtienen entre los hombres que ignoran su existencia, o que, si la conocen, no son suficientes para esbozar una reacción adecuada.
Cómo ahuyentar a los espíritus burlones
Los espíritus están sujetos a las leyes de la jerarquía, que impiden que un espíritu de nivel inferior cause daño a un espíritu de nivel superior. El conocimiento de la ley de la jerarquía puede utilizarse para alejar a las entidades, pero hay otros medios, como se verá a continuación.
Hacer un trato
Algunas tradiciones espiritistas practican el acuerdo como una posible solución para alejar la influencia de una entidad sobre un encarnado, pero la eficacia de este método es dudosa, en primer lugar porque no es prudente confiar en quienes actúan disfrazados para engañar.
Además, el acuerdo puede dar una sensación de poder al espíritu, dejándolo inspirado para nuevos y más fuertes ataques, ya que su naturaleza no cambia sólo por el acuerdo. Si no molesta a uno, actuará contra otro, hasta que evolucione y comprenda mejor su posición espiritual.
Detener las adicciones
Los vicios son puertas abiertas a la acción de los espíritus inferiores, que motivados por diferentes causas, permanecen en la esfera terrestre interactuando con el encarnado, teniendo o no la conciencia de que han dejado el cuerpo físico. Los espíritus burlones utilizan los vicios para dominar a su víctima.
Los espíritus absorben la energía que existe en las atmósferas densas y tensas y de esta manera se fortalecen en relación con sus víctimas. Por lo tanto, el abandono de cualquier vicio es un camino que permitirá conocer a los demás, lo que en conjunto conducirá a la liberación de la influencia del espíritu burlón.
Mantener los pensamientos elevados
Los espíritus son seres que vibran y las vibraciones varían según la calidad y la pureza de los pensamientos, que también revelan en qué grado aproximado de evolución se encuentra el espíritu. Así, la relación entre los seres se establece por la comunión de los mismos tipos de pensamientos y energías.
En este sentido, el hombre debe esforzarse por su evolución moral a través de la caridad y el amor al prójimo. Estas actividades mantendrán los pensamientos elevados hacia el bien, formando una barrera que los espíritus inferiores no podrán atravesar. Al mismo tiempo, es posible trabajar en la reeducación de aquellos que se muestren dispuestos a ello.
Encender una vela
Los espíritus son seres pensantes que se sienten libres al desencarnar, aumentando su capacidad de raciocinio. Encender una vela puede ser una solución para algunos casos de manifestación espiritual, pero de poca eficacia en el caso de los espíritus burlones, a no ser que entren como prueba de fe en Dios que atrae la espiritualidad superior, modificando la energía del ambiente.
De hecho, las entidades burlonas dan poca importancia a las manifestaciones religiosas, que suelen ser utilizadas como blanco de sus burlas. La forma más segura de evitar estas entidades es la adquisición de virtudes, así como la elevación moral, que en conjunto promueven una autoridad jerárquica sobre el espíritu.
Mucha oración y compasión
El sentimiento de fraternidad que existe en un espíritu de orden superior lo libera de cualquier entidad inferior a su posición en la jerarquía espiritista. Así, un espíritu demuestra su superioridad moral al comprender la situación de su hermano, desarrollando la compasión y la voluntad de ayudar.
En este sentido, una oración hecha desde un corazón sincero que se une a otros y otras, forma una corriente de energía que puede inducir al espíritu atribulado a reconocer sus errores y a tomar un nuevo rumbo. Este debería ser el objetivo mínimo a alcanzar con la oración.
¿Son peligrosos los espíritus burlones?
Espíritu burlón es un término creado por la doctrina espiritista para designar a un grupo de espíritus que actúan en grupo o no, teniendo como objetivo predicar sustos, bromas y otras formas de importunación, por lo que, aunque estos espíritus no sean intencionalmente peligrosos, son potencialmente peligrosos.
El conocimiento de la doctrina enseña las formas de obtener la supremacía sobre esos entes, incluso con medidas que pretenden llevar al espíritu a un nuevo sistema, enseñándole las leyes morales con su sublime justicia, no a través de las palabras, sino de los ejemplos, como hizo Cristo.
Los espíritus burlones sólo representan peligro para aquellos que aún en lo más íntimo de su ser, a veces sin darse cuenta, traen una energía que favorece la acción de estas entidades. Por lo tanto, aquellos que caminan con la conciencia limpia y el corazón en paz son inmunes a los ataques, tratando de contribuir para la evolución del hermano, que también es un sufridor.