Tabla de contenido
Significado general de la chispa divina
Dios es la inteligencia suprema del Universo y el punto de partida de todas las cosas. Como creador de todo lo que existe, en la más pura manifestación de su inmensa bondad, nos ha beneficiado en nuestra creación dándonos pequeñas fracciones de sí mismo.
Por lo tanto, hay en nosotros una pequeña chispa que se desprendió del Creador, para luego convertirse en nuestra célula primordial. La Chispa Divina que dio origen a nuestras otras células. Por lo tanto, tenemos en nosotros, las mismas características de nuestro Creador.
Sin embargo, somos como diamantes en constante lapidación, y nuestras experiencias terrenales forman parte del proceso de aprendizaje necesario para que volvamos a la fuente creativa divina. Ésa es la misión de la Chispa Divina.
Tal retorno sólo será posible cuando estemos completamente conectados con nuestra Chispa Divina, viviendo completamente alineados con el amor emanado del Creador.
La Chispa Divina, su importancia, cómo encontrarla y la iluminación espiritual
La iluminación espiritual sólo es posible cuando reconocemos y aceptamos en nuestro interior la presencia de la Chispa Divina. Al integrarnos con esta energía, nos conectamos automáticamente con el Todo. Lee el texto para comprender mejor.
Qué es la chispa divina
La Chispa Divina es el Ser Superior, el Ser Mayor, el Yo Soy, o simplemente, tu Alma.
Hemos sido creados en la misma esencia que nuestro creador, pues hay en nosotros una pequeña partícula que se ha desprendido de él a través de su manifestación mental.
El universo es mental, y nosotros somos seres esencialmente espirituales. Somos parte del Todo, y el Todo es la Fuente Creadora, que también llamamos Dios. La Chispa Divina no es más que un trozo de Dios manifestado y utilizado para originar nuestra alma, que es nuestra matriz divina.
Como espíritus, comenzamos nuestra evolución en las dimensiones espirituales, y cuando decidimos tener experiencias en el mundo físico, nos encarnamos.
Entonces nuestra Chispa Divina se subdivide en 144 fractales, que se encarnan en la fisicalidad.
En realidad somos Chispas, el resultado de la subdivisión de nuestra Chispa Original, que permanecerá en los planos astrales, esperando el regreso de cada uno de sus fractales.
La importancia de la chispa divina
La verdad que experimentamos es que la mayoría de las personas ni siquiera son conscientes de la existencia de la Chispa Divina, y mucho menos de su importancia. Hemos sido condicionados a creer que Dios está alejado de nosotros, por lo que no lo buscamos en nosotros mismos.
Al aceptar la existencia de la Chispa de Dios en nuestro interior, comprendemos nuestra esencia divina, pues llevamos en nuestros rasgos del alma la herencia de nuestro creador.
La bondad, la benevolencia, la caridad, el amor y la compasión son cinco características que la Chispa Divina posee y nos transmite. Cuando nos alineamos con estos sentimientos con sinceridad, estamos viviendo nuestra verdadera herencia divina.
Alineación de pensamientos, sentimientos y acciones
La Chispa Divina es la manifestación más pura de Dios dentro de nosotros. Al alinear nuestros pensamientos con nuestros sentimientos y nuestras acciones, nos conectamos con esta energía, y empezamos a encontrar las soluciones a todos los problemas.
Todo comienza a ser sanado, armonizado, transmutado y resuelto. Consecuencia de la entrega incondicional a esta energía. Sólo entonces, encontramos la llave que abre todas las puertas.
Cuando conectamos con el amor incondicional de la Chispa, este sentimiento nos envuelve plenamente. Entonces, el Ego comienza a trabajar a nuestro favor, porque, fusionado a esta llama, alcanzamos todo el potencial creativo que posee la Chispa Divina, para las respuestas a todos nuestros problemas.
Cómo encontrar la chispa divina
La Chispa Divina es como una huella digital espiritual. Es nuestra identificación energética y está dentro de cada uno de nosotros, sin excepción. No es un órgano o algo físico, sino espiritual. Es una pequeña porción del Creador en nosotros.
Cuando aceptamos su existencia, ya comenzamos nuestra conexión, pero éste es sólo el primer paso. Es necesario vivir realmente en los principios de la armonía, el amor, el perdón y la caridad. Todos somos iguales, y todos somos dignos de dar y recibir amor.
Cuando experimentamos el amor, extendemos este sentimiento a las personas que nos rodean, e influimos en ellas con nuestra bondad. Al hacer esto, es más fácil encontrar la Chispa Divina.
La dirección cósmica de la chispa divina
Todos tenemos un nombre de alma, que es nuestro nombre eterno. Se nos da en el momento de la emanación de la Chispa Divina. Es nuestra identidad cósmica, que se añadirá a nuestros distintos nombres en nuestras distintas encarnaciones.
Un espíritu antiguo que haya vivido ochenta encarnaciones en la Tierra tendrá el nombre de su alma más otros ochenta nombres, según sus experiencias. Una experiencia será siempre complementaria de la otra. De esta manera somos todos, y al mismo tiempo somos uno.
La Chispa forma parte de un colectivo, el Todo. No importa la dimensión, ni la línea temporal, todas estas referencias, sumadas a todas las Chispas, son el colectivo. Debemos aceptarlo sin perder nuestra individualidad, y expandir nuestro potencial al máximo.
Iluminación espiritual y chispa divina
Fuimos creados para vivir en el amor, y para irradiar la presencia Divina. Cuando aceptamos la presencia de esta Chispa Divina dentro de nosotros, sentimos que nuestro chakra del corazón pulsa de una manera muy intensa. El segundo paso es permitir que esta Chispa, siendo la representación del Dios puro dentro de nosotros, tome el mando y el control de nuestra vida.
La fe y la confianza es el gran factor de motivación para este intento. Cuando esto sucede, se produce lo que podemos llamar la fusión de nuestro Ego con la Chispa Divina. Así, a través de esta poderosa conexión, la Chispa comienza a dirigir nuestras acciones y nuestra vida.
Problemas de la encarnación y del estado de beatitud
Todo ser humano está sujeto a todo tipo de problemas, pero siempre habrá dos caminos para posibles soluciones, pero el que lamentablemente seguimos la mayoría de las veces es el camino del Ego, mientras que el camino de la Chispa es ciertamente el que nos lleva a la beatitud, incluso en esta vida.
El Ego se manifiesta cada vez que actuamos a favor sólo de nuestros propios intereses, sin considerar que tenemos una visión parcial en relación con el Todo. Son nuestros deseos y anhelos personales los que la mayoría de las veces nos alejan de las mejores soluciones.
Sólo esta conexión puede transformar considerablemente nuestra vida por completo, aportándonos todas las respuestas y soluciones que necesitamos.
Más allá de la matriz
Estar en la matriz no significa necesariamente ser de la matriz. La humanidad está pasando por un despertar colectivo, y nos hemos ido encontrando con más y más personas despiertas, que ya han comprendido que hay un sistema que intenta manipularnos, a través de varias creencias limitantes.
Poco a poco, la mente del despierto supera los sistemas implantados, y entonces, nos situamos al margen del control, pero sin sentirnos influenciados por él. La Chispa manifestada, además de aportar la comprensión necesaria, crea condiciones en nuestra vida, para alejarnos de ambientes hostiles, inundados de odio, ira, envidia y violencia.
Si todas las personas del mundo integraran sus Chispas Divinas, no habría guerras ni violencia de ningún tipo.
Aceptación de la bondad
Todos los que han percibido la existencia de la Chispa Divina en su interior han ido comprendiendo que la aceptación de la bondad forma parte del camino hacia la integración completa con el Todo, porque si el Todo es puro Amor, la bondad es su complemento.
Cuando el Ego se apodera de la vida de una persona, ésta se vuelve invariablemente arrogante y prepotente. Ésta es la causa de todo sufrimiento, pues este Ego exacerbado es el que atrae electromagnéticamente las condiciones de su sufrimiento futuro.
La bondad, en cambio, se alinea con el amor que existe en el Todo, y es el único camino para esta unión, porque necesitamos experimentar estos sentimientos y dejar que el amor tome el control de nuestras vidas. Esta es una gran lección para toda la humanidad, que necesita aceptar la pureza del Todo.
Realidad del universo, unificación con la Chispa y manifestación
Hay infinitas posibilidades en el Universo, pero sólo la unificación con la Chispa Divina te aportará la capacidad real de manifestarte. Sigue leyendo para saber más.
La realidad del universo
La dualidad que existe en nuestro planeta no está presente en la realidad del Universo. El Todo es Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente. Es Todo lo que hay, y es puro Amor.
Una jerarquía poderosa y organizada administra el Universo. Son Seres de inmenso poder que trabajan para la Luz. Sin embargo, es correcto decir que los seres de las sombras también tienen su jerarquía, que se basa en el poder.
El hecho de que opten por la negatividad ya demuestra su incapacidad para comprender cómo funciona el universo a nivel macro, ya que todos los Seres emanados del Todo deben evolucionar en el amor. Es la oposición al amor lo que limita las posibilidades de evolución de los seres negativizados, además de limitar considerablemente su poder.
Universo y conciencia
El Universo está íntimamente conectado con nuestra conciencia, porque es a través de ella que creamos nuestra realidad. Todo lo que pensamos y sentimos se convertirá tarde o temprano en realidad. Sin embargo, es la emoción el gran combustible para cualquier manifestación.
La emoción genera vibración, y cuando nuestros pensamientos se alimentan de esa vibración, tarde o temprano crearemos nuestra realidad. Es importante no tener dudas, porque la duda actúa como una energía contraria a la realización.
Un gran aliado de la realización es la paciencia, pues cuando confiamos en el Todo y lo dejamos actuar, todo ocupa su verdadero lugar. Cuando emanamos un deseo, debemos sentirnos como si ya lo hubiéramos recibido. Sin prisa, sin ansiedad y con confianza en el Todo.
Unificación con la Chispa Divina
La capacidad de manifestación puede clasificarse en grados, y es la unificación con la Chispa Divina la que determinará el nivel de esta capacidad.
Cuando uno se unifica con el Todo, se vuelve capaz de manifestar todos sus deseos, pues ninguno de ellos estará motivado por el Ego.
Uno puede manifestar una plaza de aparcamiento, un asiento libre en el transporte público, un trabajo, un coche, un matrimonio feliz, etc. Es el gradiente energético de la persona, el factor determinante para la realización de cualquier manifestación. Cuanta más Luz, más energía y, en consecuencia, más manifestación. Ésta es la regla.
La manifestación de la realidad por la Chispa Divina
La Chispa Divina tiene la misma esencia que el Todo, y es a través de ella que se produce la creación, o la manifestación de la realidad. El Todo es el propio Dios Creador, por lo que la Chispa y el Todo tienen el mismo poder de manifestación, ya que son uno.
La manifestación, es lo que, en física cuántica, llamamos "Colapso de Onda". Hay infinitas posibilidades disponibles en el Universo. La manifestación ocurre, cuando a través de la Chispa transformamos una o más posibilidades en probabilidad.
La Chispa está dentro de todo lo que existe. Cuando empezamos a conducir nuestra vida, partiendo de ella, armonizando nuestro Ego, los impedimentos se disipan, y la manifestación se hace cada vez más posible.
Regla simple
El éxito de la manifestación obedece a una regla sencilla. Cuanta más luz tengas, más podrás manifestar. Por lo tanto, es necesario armonizar el Ego para que el Amor Incondicional destaque por encima de todo.
El estudio y la lectura consiguen expandir nuestra mentalidad a nuevas realidades y posibilidades. Trabajar, ayudar a los que te rodean a diario te aportará más luz, y así poco a poco tu capacidad de manifestación se hará realidad.
Cuando permitamos que nuestra Chispa ordene nuestra vida, nos unificaremos con el Todo, y a partir de entonces, no habrá nada que no podamos manifestar. Lo que hace posible la manifestación es el grado de Iluminación Espiritual de cada uno.
Cómo sentir la Chispa Divina y los riesgos de una Chispa debilitada
Cuando nos preocupamos de verdad por los que nos rodean, somos generosos y agradecemos la oportunidad de ayudar. Nuestra chispa se expande y sentimos esta energía. Sigue leyendo para entenderlo mejor.
Cómo sentir la Chispa divina
Cuando tratamos a las personas con generosidad y amor, comenzamos a sentir las energías de la Chispa Divina. Cuando ayudamos sin interés de retorno, nos acercamos a nuestra verdadera esencia. El resultado será perceptible inmediatamente, porque los neurotransmisores producidos por el cerebro traerán alegría y felicidad. Con esto nuestra vibración aumenta, y la conexión comienza.
También podemos expandir toda esta energía a través de la meditación, donde dirigimos nuestros pensamientos a la presencia YO SOY, mentalizando nuestra Llama Trina dentro de nuestro corazón. La Llama Trina es la representación de nuestra Chispa Divina, formada por las llamas azul, dorada y rosa. Una energía tan poderosa, capaz de cambiar toda nuestra existencia.
La donación gratuita
La generosidad es la llave que abre todas las puertas. Cuando nos alineamos con nuestra Chispa, comprendemos la importancia de ayudar, siempre que sea posible. El dar libremente ocurre cuando no está ligado al deseo de recibir algo a cambio de lo que estamos ofreciendo.
Cuando donamos desde nuestro corazón, tratando siempre de dar lo mejor de nosotros, nos conectamos con nuestra Chispa Divina, que es amor puro todo el tiempo.
Cuando nos alineamos con esta energía, expandimos nuestro chakra del corazón. El deseo de hacer el bien a los que nos rodean surge de forma natural, ya que nos contagiamos del inmenso amor de la Chispa.
Qué ocurre cuando la Chispa Divina se apaga
Cuando nos referimos a la posibilidad de que nuestra Chispa Divina se apague, en realidad estamos describiendo una etapa en la que se convierte en una llama tan reducida y apagada que no podemos ver su brillo. La verdad es que nunca se apaga del todo.
Este es un momento en el que la oscuridad encuentra espacio para extenderse, ya que nuestro ego se expande sin control y sofoca la Chispa, convirtiéndonos en blanco de todo tipo de mala suerte. Este es el resultado de todos los que se alejan de la fuente creativa y de su esencia de amor. Vale la pena recordar que el regreso a la fuente es la misión de la Chispa, y que este camino siempre estará disponible.
Peligros de una Chispa Divina debilitada
El Ego y la iluminación del alma son dos elecciones diferentes que nos llevarán a caminos completamente distintos. Nuestra alma sólo se iluminará si realmente nos fundimos con el Todo, mientras que la elección por el Ego será la causa de una Chispa Divina debilitada.
Cuando la Chispa es débil, con el mínimo de su llama activa, abre espacio para el Ego, que a su vez abre un terreno fértil para el egoísmo, la falta de generosidad, el orgullo y la superioridad. Esto aleja a cualquiera de la Chispa y de su propia esencia.
El amor, la bondad y la caridad son sentimientos que desaparecen de la vida de las personas dominadas por el Ego. No hay preocupación por las necesidades de los que les rodean, aunque estén en condiciones de ayudarles.
¿Cómo deshacerse del ego para reavivar la chispa divina?
No hay manera de deshacerse del Ego, porque es el núcleo de nuestra personalidad. De hecho, hay que armonizarlo, ya que entendemos que ante el Universo, somos del tamaño de un grano de arena, y que no estamos solos.
El ego inflado nos ciega y nos aleja cada vez más de la esencia del amor que hay en Todo. Reconocer que no somos mejores que nadie ya es un gran paso.
La chispa está rodeada de sentimientos nobles, como el perdón, la benevolencia y la gratitud. Cuando reconocemos nuestros errores y perdonamos a quienes nos han hecho daño, reavivamos nuestra Chispa Divina.
Todos los procesos negativos pueden revertirse gradualmente, ya que la evolución está disponible para todos los seres. Todo lo que tienes que hacer es reconocer y fusionarte con tu Chispa, comprendiendo tu esencia y permitiendo que sea tu prioridad.