La moda de la salud en este 2020 va más allá de tener un estilo de vida fitness y de dietas balanceadas; de cuerpos que vayan acorde a la estética de moda, o a algún rasgo físico específico. Este 2020, la pandemia por COVID-19, y por ende, la salud pública están al centro de un problema global que necesita ser atendido con urgencia y del que nadie puede desentenderse.
Me pregunto si hace algunos años que se estudiaban las tendencias de moda que dominarían el 2020, alguien se hubiera imaginado que entre las prendas más utilizadas estaría un artículo médico. Lo que alcancé a ver en algunos reportes de tendencia era que en estos días estaríamos usando jeans con impresiones de paisajes, tonos pasteles con efectos de ikat y algunos estampados pop. Todo eso aspectos de la ropa han pasado desapercibidos ya que la atención del público se ha enfocado en el must de la temporada: los cubrebocas.
Por supuesto que la moda al ser un reflejo de la realidad (corregida y aumentada) no se salva de las modificaciones de la nueva normalidad. Por una parte, los protocolos de salud nos han impuesto nuevas conductas sociales, desde aquellas que algunos siguen al pie de la letra, como mantener una sana distancia responsable, o incluso ese pensamiento de cuestionar a aquellos que no sigan las nuevas normas.
Desde hace algunos años se han hecho evidente -principalmente en las redes sociales- cambios que nos empujaban a modificar nuestra forma de vivir. En algunos grupos, la concientización sobre el consumo de ropa ha hecho a la gente preguntarse sobre los materiales con los que se fabricaba su ropa y así conocer una variedad de opciones que la industria ha creado para nosotros. A partir de la pandemia, la búsqueda por conocer las propiedades de los materiales se ha concentrado en localizar aquellos que den mayor protección ante los virus. Tanto el sector académico como el industrial se han enfocado en buscar la mejor solución y en el camino mantener un producto activo.
Definitivamente la pandemia nos ha hecho replantearnos lo que es importante para cada persona y buscar un poco de normalidad en lo que ahora es necesario o hasta obligatorio en algunos espacios. No podemos negar que una vez más el ser humano se adapta a nuevas circunstancias, pero en este proceso mantener una identidad propia continúa siendo imprescindible. Por esta razón, aunque nuestro rostro no se vea, los demás pueden identificarnos y ver nuestra personalidad reflejada en el cubrebocas. Si eres divertidx con estilo fresco, los estampados tropicales; si eres lo tuyo es lo folk, bordados hechos a mano, si eres rockerx, el logo de tu banda favorita y así sucesivamente.
Cuando trabajaba diseñando telas de colchones, me preguntaba si a alguien le importaba el diseño que sería cubierto con una sábana. Comparando esos diseños con los ahora indispensables cubrebocas encuentro que, de ser un artículo que siempre se ha usado en algunas actividades profesionales y productivas, pasó a ser un accesorio que merece ser adornado para adaptarse mejor a nuestro nuevo de estilo de vida y a la nueva normalidad.
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