La Moda de México Sociología de la moda

Todxs somos B. G. Müller

16 septiembre, 2020
Muller

 

No se ustedes qué piensen pero hoy llegué a la conclusión de que TODXS somos Beatríz Gutiérrez Müller (la NO primera dama de México) y en el siguiente texto les explicaré las razones de mi afirmación.

Esta idea no es nada aventurada, ya venía pensando en ello desde hace algunas semanas después de ver los memes del vestido morado que uso con motivo del segundo informe de gobierno. Sin embargo y gracias a los algoritmos de mis redes sociales, no vi tantas cosas al respecto más que algunas alegorías a un personaje de la infancia de todos aquellos que crecimos en los 90´s.

¿Pero por qué digo que TODXS somos Beatríz Gutiérrez Müller?

La noche del 15 de septiembre en México recordamos el inicio de la guerra de independencia en 1810, con ese motivo generalmente celebramos con grandes reuniones y eventos que giran alrededor del “grito de independencia” que es representado por el presidente de la república desde uno de los balcones del Palacio Nacional en el centro de la Ciudad de México. Es un evento de gala al que generalmente acuden dignatarios y personalidades vestidos de etiqueta, además de que se espera que las mujeres, principalmente, luzcan prendas elaboradas por diseñadores mexicanos o en su defecto textiles originales de las diversas culturas del país.

Como cada año, el vestuario de la primera dama es un tema a evaluar, por lo que hoy, después de ver por la televisión el evento histórico de este año, debido a los controles sanitarios por la pandemia del COVID-19, me pregunto, si es posible planear una ceremonia del 15 de septiembre sin los miles de asistentes a la planta del zócalo capitalino, será posible no hacer una crítica del vestuario de la NO primera dama?. En el mismo momento que me hago la pregunta me contesto a mi misma… ¡¡¡Es que TODXS somos B. G. Müller!!!.

 

Foto original La Razón

Foto: razon.com.mx

 

Imagina que te invitan a una boda o a un evento de etiqueta y eres parte de la clase media que administra su sueldo y a los que el comprar un vestido de gala les resulta un gasto ya que no es una compra útil a la cuál le vayas a sacar provecho. Un gasto que no puedes dividir por el número de veces que vas a usar para que el costo, al menos en tu cabeza, tenga lógica. No me consta pero pienso que algo similar le debe de pasar a Müller en esta clase de eventos y no creo que el argumentos de que “le regalan la ropa” o “Es que es una figura pública” funcionen en este caso.

Al ver hoy a Müller en la tele pensaba en las muchas veces que me he sentido incómoda con mis elecciones de vestuario, y eso que a mi nadie me estaba evaluando a partir de las imágenes transmitidas en televisión nacional. Entonces, imagina que debe de estar pasando por su cabeza mientras tiene de frente cámaras que ya no solo envían su imagen en tiempo real, si no que además la guardan para ser motivo de evaluación en redes sociales.

Me gustaría resumir mi reflexión con la siguiente idea: criticar el vestuario de una mujer cuya actividad principal no es el vestir de acuerdo a las tendencias por sus elecciones de vestuario y asumir que debería tener una imagen impecable, inmaculada y forzosamente ser un ícono de estilo, es lo mismo que estar de acuerdo con la idea original del heteropatriarcado que la única función de la mujer es verse bonita. Si consideran que este personaje debería cambiar su look, guárdelo para si mismo o envíele su C.V. con credenciales de asesor de imagen y que ella decida si gusta hacer dicho cambio o no.

Mientras tanto, ¿Qué opinas de las múltiples opiniones de la imagen de mujeres públicas? ¿Dónde crees que inicia nuestro derecho a criticar la forma de vestir de otras mujeres y cuándo es solo una análisis constructivo? Me gustaría mucho leer tus comentarios.

 

 

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