Sociología de la moda

Miss México 2020

28 octubre, 2020

 

No soy seguidora de los concursos de belleza sin embargo me es muy evidente que representan a un segmento específico de la población que además de buscar modelos aspiracionales sobre los cuales formar conceptos e ideales de belleza también buscan legitimar un estilo de vida. Es por ello que me siento muy confundida con el concurso de Miss México 2020 el cual por un lado estoy consciente que no se vende como un concurso de diseño o representación fiel de indumentaria tradicional, pero por el otro lado no doy crédito a las creaciones que se hicieron para vestir a varias de las concursantes cuyos casos más escabrosos me gustaría comentar en este post.

Este es uno de esas veces dónde aplicar el término “traje típico” no suena inapropiado debido a que hubieron casos tan pintorescos que no entran ni en la categoría de vestuario, al menos que tú meta en la vida fuera vestirte de tienda de huaraches como el caso de Miss Colima, que aunque ya me quedó claro que en Colima los huarachitos de textil son su producto estrella. Y si no es así ¿Quién se levantó un día y pensó que hacer un sombrero con huaraches y una armadura elaborada en textil folclórico industrial con más huarachitos colgando como adornos de navidad serían la mejor alternativa para que su representante luciera hermosa al mismo tiempo que representaba los valores culturales de su estado?.

Tampoco me queda muy claro el concepto que crearon para Miss Sinaloa, si no fuera por los cuernos de venado su vestuario podría ser envidiado por algunas bailarinas que actuaban en los cortes musicales de las películas del cine de oro mexicano. Aunque este mismo caso se repite con Miss San Luis potosí, Miss Zacatecas, Miss Yucatán, Miss Coahuila, Miss Sonora y Miss Chihuahua donde el vestuario es prácticamente el mismo una y otra vez, una adaptación de guerrera prehispánica sexy siguiendo la misma estética de los carnavales brasileños.

No es novedad que los concursos de belleza se encuentran desfasados a la realidad social que vivimos, aunque este año se reconozca por primera vez la participación de una mujer afromexicana, es cierto que por muchas décadas han dejado al descubierto los estereotipos de género y normalizan la codificación de la mujer. Sin embargo en este blog estamos a favor de que quienes vean un sueño realizado en este tipo de eventos ¡vayan por ello! Sin embargo, por qué no exigir en estos casos que se les presente de manera digna en la que su belleza sea el punto focal y no ser únicamente el maniquí que porta el sueño de vestuario de alguien desubicado en el tiempo que no incluye ideales de belleza más actuales y acorde al siglo XXI.

Entiendo cuando la gente ve la moda como un tema superficial si los referentes son este tipo de presentaciones en los que la ropa deja de tener sentido, no es un statement, no es un vestuario, no es una costumbre o tradición. Esta explosión de elementos colocados a la fuerza harían lucir cualquier colección de Patrick Miller como atuendos serios-clásicos o hubieran sido ideales para Thalía en los 90’s en Siempre en Domingo.

Y no, no tiene nada que ver con empoderamiento femenino ni con libre expresión. Por cosas como estas es que los términos “ropa típica” y el maquillaje de catrina dominan el mundo.

 

Puedes ver todas las imágenes en este link.

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