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La Revolución de la lencería feminista

2 mayo, 2016

Algunas vez has sentido que tus actos y forma de pensar pertenecen a otro lugar que no es el que vives? Has seguido los consejos de alguna revista, un blog, un libro de autoayuda o le has hecho caso a tus conocidos para modificar tu comportamiento a fin de agradar al público en general sin obtener resultados que te hagan feliz?

Hace unas semanas leía un artículo en el País sobre el nuevo feminismo y lo que me pareció más interesante era que el tema se abordaba desde una parte del atuendo que usamos a diario y que dice más de nosotros que cualquier par de zapatos, bolso o vestido: la ropa interior.

Como en el arte, en la moda existen diferentes corrientes de expresión. Y ¿cómo no? sería imposible pensar que en un área tan propia de los individuos todos pensaran y lucieran de la misma manera.

Tomando en cuenta que la ropa interior femenina no se libra de estas corrientes, las hay de todos los tipos, para las conceptuales, las minimalistas, las impresionistas y los clásicos. La industria se ha encargado de surtir el mercado de múltiples opciones. Pero entonces, si existen las opciones y libertad, ¿por qué nos atemoriza elegir la incorrecta?

Al parecer las mujeres de estas generaciones estamos tan preocupadas por salir del rol de mujeres empoderadas, inteligentes, autosuficientes y bellas, que estamos dispuestas a hacer sacrificios para cumplir con el estereotipo de mujer súper poderosa del siglo XXI. Que tire la primera piedra aquella que no le haya hecho el feo a un «calzón de abuelita» o que haya envidiado por lo menos a uno de los ángeles que desfilan luciendo atuendos de fantasía. Yo me pregunto ¿Quién nos metió la idea de que la femineidad viene forrada en micro encaje?

Haciendo un análisis de la historia de la lencería, el tiempo ha marcado varias modas. Pero detengámonos en el siglo XX que trajo una evolución veloz de los cambios en la mentalidad de las personas y los cuerpos de las mujeres; desde las estructuras y cuerpos de muñeca de principio de siglo, pasando por las medias de seda, la liberación del sostén, el descubrimiento del spandex y de regreso a los tejido naturales. El siglo XXI ha cambiando la visión de las marcas alrededor del mundo comprendiendo que la vida de las mujeres actuales es tan diversa que necesitan cubrir diferentes aspectos y no se trata solo de feminismo, se trata de la libertad de los individuos, en este caso mujeres, para elegir su atuendo desde lo más íntimo.

 

lencería feminista 2

 

Entonces, ¿de qué se trata la lencería feminista? De acuerdo a los nuevos lanzamientos, las marcas nos ofrecen una nueva línea que se amolda a la mujer y no la mujer a la ropa. Tejidos naturales, principalmente orgánicos que dejan a la piel respirar. Siluetas y cortes cómodos que permiten a las mujeres sentirse cómodas aún en sus días más incómodos. Inclusive hay firmas como la neoyorkina THINX que apuestan a la evolución total y crean piezas especiales para los días complicados de cada mujer que evitan goteos y mejor limpieza de las manchas, la tecnología a disposición del beneficio femenino.

Como podemos ver la lencería femenista no se trata de atacar géneros ni estilos, se acerca a sus consumidoras y les pregunta QUE QUIEREN USAR ELLAS.

Y tu qué opinas ¿Crees que la lencería femenina es una revolución en la moda? Me encantaría conocer tu punto de vista en los comentarios.

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