Después de 10 años titulada en diseño textil me sigue pareciendo curioso decir que soy diseñadora. Es muy común cuando lleno formularios que al llegar al cuadro dónde te pidan poner “ocupación” siempre me suena raro decir “soy diseñadora”. En primera porque me suena a una frase tan general que en el 90% de los casos tengo que explicar mi especialización y después a lo que me dedico realmente. Por lo general la gente me responde: “¡Qué bonito!, ¿tienes una marca de ropa?” a lo que mi antipática respuesta (que ya tengo practicada) es un: No, diseño telas y a veces opino sobre lo que puedes hacer con ellas. Y ahí me detengo, porque si contesto que también doy clases en una universidad, que escribo un blog o que hago investigación sobre tendencias del vestido, no me cabría todo eso en el renglón que ponen en ocupación, o dejaría más confundida a la contadora y a la persona que te detiene en los retenes de la carretera o peor aún, me acabaría el tiempo de mi consulta en explicarle al médiqux cosas que no le son necesarias para mi diagnóstico.
Hace unos 3 años tenía una compañera de trabajo que soñaba con ser diseñadora. A los 40 después de trabajar varios años en el área de administración, pidió su oportunidad para entrar a un equipo de diseño técnico. Con la decoración de su casa como portafolio y una buena relación con la gerente le dieron el trabajo con un sueldo que doblaba el mío (a veces es más cuestión de actitud). Aún no supero que tardara 5 días en hacer un línea en el programa de diseño especializado en telas. No me mal entiendan, creo firmemente en el derecho de todas las personas de perseguir sus sueños, por cielo, mal, tierra, en lo análogo y en lo digital. Sin embargo hay habilidades que son necesarias desarrollar para diseñar. Algunos son benditos con un hemisferio derecho desarrollado y en buena conexión con su hemisferio izquierdo y otra personas simplemente tienen otras habilidades.
Algo que he comprobado en estos años es que el estudiar diseño a consciencia te da un paquete de herramientas para ser creativo y resolver situaciones específicas, claro que también existen los alumnos que piensan en lo “bonito” de una carrera sin matemáticas, pero ¿adivinen qué? La regla de 3 es mi mejor amiga y aunque las peticiones de los clientes muchas veces parecen problemas de cálculo. ¿Sabes lo que pasa si calculas mal los consumos de materiales o simplemente no sumas o restas bien? ¡Claro, una oportunidad para poner tu creatividad en práctica y solucionar el desperdicio que se va a provocar!.
En fin, el día de hoy quería usar este espacio para compartir esta reflexión sobre lo que es ser diseñador y lo importante que es conocer lo básico sobre tu trabajo. Por ejemplo, si trabajas con textiles es necesario conocer lo que es el poliéster y el algodón.
Por si se quedaron con la duda les comparto 2 post para que revisé la diferencia entre poliéster, algodón y lo importante de conocerlos para diseñar (o comprar):
Dacrón, poliéster y PET.
Y
Razones para leer las etiquetas parte II
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